El economista jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Gonzalo Agusto, aseguró que “empezamos a ver un atraso que en un primer momento estaba vinculado a la cosecha de soja por las lluvias de fines de abril y comienzos de mayo. Ese fue un factor importante y redujo el flujo de camiones al puerto. Pero en las últimas semanas vimos una aceleración en el ritmo de comercialización, pero aún sigue algo por debajo de la media histórica porque se liquidó hasta ahora el 40% de la cosecha cuando lo habitual a esta altura era 43 a 45 por ciento”, explicó el analista a Tranquera Abierta.
Pero luego, Agusto sumó un elemento más para inquietar a quienes esperaban mayor flujo de dólares en la economía: “Hay que sumar que gran parte de lo comercializado este año no tiene precio; es decir, muchos entregaron la mercadería sin poner valor. Esto tiene que ver con cierta incertidumbre respecto a dos variables que inciden sobre el precio de su mercadería: el tipo de cambio y los precios internacionales de los granos”, aclaró.
Respecto al primer punto, Agusto remarcó que “desde el Gobierno vienen insistiendo en que no habrá modificaciones en la evolución del tipo de cambio oficial, que seguirá con un ajuste en torno al 2% mensual. Recordemos igual que las exportaciones se liquidan a un dólar blend que se compone en un 80% al tipo de cambio oficial y un 20% al Contado con Liquidación. Entonces, cuando se mueve este último, va mejorando el blend”, recordó.
Y agregó: “De cualquier manera esto es decisión de los productores y de sus necesidades de cubrir gastos. En ese sentido, gran parte deberá vender para saldar cuentas después de una campaña como la del año pasado que fue realmente mala y muchos quedaron endeudados. Otra parte dependerá de la espalda financiera de cada uno. Como ocurre con cualquier otro agente económico de otro bien de la economía”.
Frente a la expectativa del ingreso de dólares, Agusto sugirió luego que “de todos modos más allá de que el campo liquidara toda la cosecha, esa no es la solución a los múltiples problemas que tiene la Argentina. Siempre llegamos a mayo con esta pregunta sobre si se liquida o no y a qué ritmo. Y después ver cuánto trigo se siembra para la cosecha de diciembre que también siempre aporta a la economía. Por suerte, en ese marco, vemos que las exportaciones de combustibles y energía este año comenzaron a repuntar y eso permite que no haya dependencia de un solo sector para la obtención de divisas, y que además se rompe la estacionalidad”, explicó.
Respecto a la campaña triguera que está dando sus primeros pasos, el economista jefe de la Bolsa de Cereales destacó que “empezamos hace dos meses con mucho escepticismo respecto a la campaña de trigo y su área de siembra, pero hoy con las reservas de agua y un gran incremento en los precios internacionales, en Córdoba vamos a terminar con 1,1 millón de hectáreas, lo que implica una recuperación respecto al año anterior; y a nivel nacional también vamos a tener un mejor panorama. Eso daría, si el clima medianamente acompaña, unas 18 o 19 millones de toneladas de trigo para fin de año, lo que significaría una recuperación importante. De todos modos, reitero que eso no nos va a salvar. Pero sí va a dinamizar mucho a las localidades del interior”, señaló Agusto.
Por último, el economista indicó que en Córdoba “vamos a tener unas 13 millones de toneladas de soja y en maíz alrededor de 18 o 19 millones de toneladas pero sujeto a lo que termine siendo el efecto de la chicharrita”.