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10 consejos para acompañar a alguien con cáncer de la sangre

Muchas veces no sabemos qué hacer cuando le diagnostican una enfermedad de estas características a nuestra pareja, a uno de nuestros padres o a un amigo o amiga

En el marco del Día Mundial del Cáncer, que se conmemoró el sábado pasado, la asociación ALMA difundió consejos para acompañar a alguien que tiene un cáncer de la sangre, a partir de una guía que elaboró la organización Blood Cancer UK.

“Seguramente no podamos resolver todos los desafíos que enfrentan los cuidadores o seres queridos de una persona con cáncer de la sangre, pero sí confiamos en que estas recomendaciones ayuden a suavizar en alguna medida el camino del paciente”, aseguró Fernando Piotrowski, Director Ejecutivo de la asociación.

“El rol del cuidador, familiar o acompañante del paciente es muy importante. Este va a estar influido por el tipo de enfermedad oncohematológica que presente. En el caso puntual de las leucemias, existen varias y son muy diferentes entre sí, como también lo son sus tratamientos”, explicó el Dr. Nicolás Cazap, médico hematólogo de CEMIC y de la Clínica Olivos/SMG.

En cambio, en las leucemias crónicas, como la linfocítica crónica o la mieloide crónica, muchas veces el paciente solo requiere tomar comprimidos o a lo sumo terapias de administración ambulatoria.

A continuación 10 consejos que pueden orientar a acompañar mejor a quienes oficien como cuidadores.

1. Buscar información: no necesariamente aplica para todos, pero a algunos cuidadores, tras el diagnóstico, puede serles útil conocer más sobre la enfermedad.

2. ¿Qué llevar al hospital? Si el paciente deberá intentarse, al cuidador puede ayudarle esta lista de ítems: almohadón, manta colorida y alegre; pijamas, fotos de seres queridos, dibujos de hijos o nietos, una taza, saquitos de té o café, libros o revistas de lectura ligera.

3. Visitas: para determinadas enfermedades se restringen las visitas por la vulnerabilidad inmunológica del paciente. Hoy las videollamadas son una gran solución para estar presente.

4. Mantenerse activos: es importante, dentro de las posibilidades de cada uno, tanto en internación como para los pacientes que están en casa. La vida activa hace bien al cuerpo y a la mente, ayudando a la recuperación.

5. Alimentación: con frecuencia, durante el tratamiento el paciente no siente ganas de comer o la comida le cae mal, según el tratamiento que esté siguiendo. Hablar con el equipo médico para que indique medicación que pueda aliviar esos síntomas.

6. Efectos adversos: es bueno conversar con el médico sobre qué efectos adversos esperar y cómo poder manejarlos para minimizar su impacto.

7. Señales de alerta: según el tratamiento que esté siguiendo el paciente, las infecciones pueden poner en riesgo su vida. Por eso es crítico que el médico especifique a qué signos y síntomas estar alertas.

8. Rutinas familiares: brindar soporte para que el resto de los miembros de la familia puedan continuar con sus rutinas.

9. Procurar comprensión del entorno: la familia y amigos deben saber que las visitas a su ser querido pueden cancelarse a último momento.

10. Autocuidado de cuidador: aunque parezca que en ese momento es difícil pensar en las propias necesidades, es indispensable encontrar tiempo para despejarse y recargar pilas.