Una pareja de jóvenes fue detenida anoche en Córdoba como los principales sospechosos del asesinato de Luis Eduardo Díaz, de 71 años, en su domicilio de barrio San José de Calasanz.
Los supuestos autores del homicidio lograron escapar de la ciudad en un transporte público y fueron atrapados por personal policial ni bien arribaron a la Terminal de Ómnibus de la capital provincial en un colectivo.
Se trata de un joven de 18 años y una mujer de 21 años, quienes están imputados del supuesto delito de homicidio en ocasión de robo.
Paralelamente, en la ciudad se realizaron varios allanamientos con el secuestro de varios elementos que pertenecerían a la víctima.
Luis Eduardo Díaz fue encontrado sin vida en su domicilio de calle Río Grande al 617, en el corazón del sector conocido popularmente como “Brasca”, a metros del camping municipal y de la Terminal de Ómnibus.
Los datos preliminares de la autopsia realizada anoche arrojaron que Díaz sufrió un fuerte traumatismo cráneo facial, entre otros golpes en su cuerpo que le produjeron la muerte casi en forma inmediata.
En la casa había un gran desorden, al igual que en el negocio donde se verificó el faltante de dinero que tenía ahorrado y la recaudación de la despensa. También faltarían prendas, cigarrillos y bebidas, entre otros elementos.
Desde un primer momento, los investigadores avanzaron en la pista de una joven mujer que sería oriunda de Laboulaye que hace unos meses está radicada en la ciudad.
En la habitación
Minutos después de las 9, una de las hijas de Díaz dio aviso a la Policía sobre el horrendo cuadro que se encontró cuando se llegó hasta el lugar para abrir la despensa que tenía junto con su padre.
Por directivas de la Fiscalía de Instrucción de Tercera Nominación, a cargo de Fernando Moine, se constituyó en el lugar personal de Policía Científica del Ministerio Público Fiscal, que realizó un relevamiento de la escena del crimen. El equipo de investigadores trabajó en el lugar por espacio de cinco horas y cerca de las 15 fue retirado el cuerpo del comerciante hacia la morgue del Hospital San Antonio de Padua.
Mientras se detenía a la pareja en Córdoba, en Río Cuarto se realizaban varios allanamientos.
A la espera del informe final de la autopsia, trascendió que Díaz fue atacado con un elemento contundente, que podría ser un caño que fue encontrado por los investigadores en el techo de la vivienda.
El fiscal confirmó que Díaz fue hallado sin vida en su habitación con fuertes signos de violencia.
A los pocos minutos de trascender la noticia, los vecinos de “Pancho” se mostraron consternados y conmocionados por el lamentable hecho.
Todos coincidían en resaltar las cualidades como vecino y la amabilidad en la atención del comercio desde hacía unos 20 años.
En horas de la tarde, el director de Departamentales Sur, Leonardo Gutiérrez, y una comitiva de la división Homicidios de Córdoba desembarcaron en la ciudad y realizaron distintos procedimientos para esclarecer el crimen que conmociona la ciudad.
Leticia, hijastra del comerciante, contó que “vivía solo en la casa al lado del negocio".
El comerciante era hermano de la presidenta del Círculo Vecinal, Teresa Díaz, quien se llegó al lugar minutos después de las 11.
“Tengo mi mamá de 93 años en mi casa, no sé si lo va a superar. Es una tragedia, estoy viviendo como una película que no se la deseo a nadie”, señaló.
El ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera, les hizo llegar a los familiares de la víctima sus condolencias y dijo que, si bien no repara el lamentable daño, la Policía logró aprehender a los principales sospechosos del homicidio.
Dolor entre los vecinos
“Era una persona alegre y súper respetuosa”, relató Antonella, conmocionada, para describir a Luis Díaz.
Remarcó que el negocio que atendía la víctima era el lugar de encuentro de la barra de Estudiantes antes o después de la cancha.
“El Pancho iba a ser el padrino de mi beba, por su cariño y respeto de tantos años”, afirmó la mujer embarazada.
Otro vecino indicó que el comerciante los atendía en cualquier horario y siempre con una sonrisa.
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