Los datos surgen de un relevamiento que realizó la Unión Industrial de Córdoba con empresas de distintos puntos del territorio provincial. La primera conclusión del informe es que “la industria cordobesa continúa navegando por un mar de desafíos significativos que impactan en su rendimiento y proyección futura. El contexto recesivo del sector ha puesto de manifiesto varias preocupaciones persistentes, destacando los aumentos en los costos y la caída en la demanda interna como problemas centrales. Entre las principales inquietudes se encuentran los costos energéticos, salariales y de materia prima nacional, que continúan siendo obstáculos importantes”, advierte.
Y detalla: “En lo que va del año, el 30% de las empresas industriales ha enfrentado una disminución sustancial en su producción, con una caída de la rentabilidad en el 71% de las empresas. La percepción general sobre el estado económico actual no es alentadora: el 47% de las empresas considera que su situación económica es ahora peor que en 2023 y un significativo 70% de los empresarios industriales percibe que la situación general de la industria ha empeorado”.
Hay un dato adicional que también resulta significativo dentro del trabajo de la UIC: el 6% espera entrar en proceso de concurso en los próximos meses.
Estabilidad relativa y desafíos persistentes
El trabajo de la UIC detalla luego que en el último mes la situación de la industria muestra signos de cierta estabilidad, aunque persisten desafíos significativos. La producción ha disminuido en el 31% de las empresas, mientras que un 26% ha registrado un incremento, lo que refleja un escenario mixto en cuanto a la capacidad productiva. La demanda interna continúa siendo un reto, con un 36% de las empresas reportando una caída respecto al mes anterior, mientras otro 29% ha experimentado un alza. El stock de materia prima ha sufrido una caída pronunciada, afectando a un 35% de las empresas. No obstante, no se han detectado problemas significativos en el cumplimiento de pagos de servicios financieros, salarios, proveedores y tarifas públicas. “Solo un 4% de las empresas enfrenta dificultades para el pago de impuestos. Tampoco se ha observado un incremento en la deuda comercial, lo que indica cierta prudencia por parte de las empresas”, explica el trabajo.
Sin embargo, en ese contexto, el 12% de las microempresas tuvieron problemas con el pago de salarios.
Medidas de ajuste laboral ante la caída de la producción
Para hacer frente a la caída en el nivel de producción, el 20% de las empresas está considerando reducir los turnos laborales, mientras que otro 20% ya ha implementado esta medida. Aunque no se observan cambios significativos en el número total de empleados, existe una creciente preocupación por repercusiones importantes en el empleo y en la dinámica laboral del sector.
Inversiones
El 48% de las industrias ha visto una reducción en sus niveles de inversión anual entre 2023 y 2024 y un 28% reportaron caídas en la medición mensual. La opinión sobre las inversiones también muestra una marcada división. Aun así, la mayoría de los empresarios considera que es un buen momento para destinar recursos a la innovación de productos o procesos, pero mal momento para invertir en capital y trabajo.
Optimismo y crecimiento
Por último, en medio de la tormenta, los empresarios industriales de Córdoba guardan optimismo a futuro. “Las expectativas para 2025 son extremadamente optimistas, evidenciando una firme visión de crecimiento y recuperación en todos los frentes”, anticipa el informe. Un 71% prevé un aumento en la rentabilidad de sus empresas, y el 67% proyecta una mejora en las inversiones, lo que demuestra una robusta confianza en el futuro del sector. Además, el 54% de los empresarios cree firmemente en la posibilidad de alcanzar la capacidad óptima de sus instalaciones. En conjunto, estas expectativas dibujan un panorama prometedor para la industria cordobesa, que se muestra decidida y preparada para enfrentar los desafíos futuros con una renovada determinación y optimismo.
En síntesis
El escenario recesivo actual, marcado por la baja demanda y el aumento de costos, ha fragmentado a la industria cordobesa. Mientras algunas empresas han logrado algunas mejorías, otras enfrentan serias dificultades para mantenerse de pie. La caída en la inversión y el incremento de los costos, especialmente en energía, salarios y materias primas, han obligado a numerosas empresas a reducir turnos, personal y a adelantar vacaciones. A pesar de estos desafíos, las expectativas para 2025 son optimistas, con la gran mayoría de empresas esperando una recuperación significativa y reconociendo un buen momento para innovar y mejorar procesos.