La familia de la influencer es oriunda de Achiras, por lo que todos los veranos pasaban varios meses en la localidad, al igual que en las vacaciones de invierno y los fines de semana largo.
Marcelo, papá de Catalina, un reconocido arquitecto, y su mamá se radicaron en la capital cordobesa, pero siempre regresaban a la localidad e inclusive tenían una casa.
El padre de la joven confirmó que sus restos serán velados en Córdoba y luego, sus cenizas serán trasladadas a Achiras.
En la cuenta de Instagram de Catalina, con casi 85 mil seguidores, tiene varios posteos con el fondo de diferentes sitios de Achiras.
Un tío de la joven tiene un local comercial en Achiras y su tía vive en la localidad de Sampacho, entre los familiares más cercanos en la zona.
La noticia del homicidio de Catalina provocó un fuerte impacto en la localidad serrana. La estudiante avanzada de Arquitectura había estado en el verano pasado, de acuerdo a varios posteos realizados en sus redes sociales.
Coartada
Catalina fue asesinada en las últimas horas del miércoles en la zona sur de la ciudad de Córdoba. Luego de que la Policía la encontrara sin vida acostada en el asiento trasero de un Renault Clío (propiedad de la madre), con signos de haber sido incendiado, pero el fuego se apagó por falta de oxígeno.
La Policía llegó a la calle Pedro Echagüe al 3900, en el sur de la capital provincial, a partir del dato de la ubicación que marcaba el teléfono celular.
Tras la primeras investigaciones, la policía detuvo a Néstor Daniel Soto Aguilar, de 21 años, compañero de carrera en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Córdoba. El joven se quebró cuando declaraba en sede judicial y admitió el crimen en medio de llantos.
Catalina tenía previsto juntarse con sus amigos en el shopping Patio Olmos para jugar al bowling, pero nunca llegó.
Con el paso de los minutos y al no responder mensajes le avisaron a su madre, por lo que en medio de la desesperación brindaron datos a la policía sobre la posible ubicación de su teléfono.
Se sospecha que Catalina fue golpeada y, presumiblemente, también estrangulada, aunque se trata de determinar si fue arriba del auto o en el domicilio del principal sospechoso.
Para los investigadores, Soto le pidió que lo pasara a buscar por su domicilio en barrio Jardín para ir juntos hasta el encuentro previo al Día del amigo.
No se descarta que el joven acusado del homicidio haya actuado con otra persona, aunque estos datos surgirán de las pericias de su teléfono celular y también del chequeo de distintas cámaras de seguridad.
Dolor
“Ha venido a estar con ella, mi hija lo ha invitado a cenar, a ver partidos, compartieron momentos de la facultad como amigos”, señaló el padre de Catalina en diálogo con Canal Doce.
Agregó: “Es una cosa que no podemos entender, tengo un dolor. Se me parte el alma y no lo entiendo”, admitió y recordó a su hija, quien seguía su misma profesión, como “una diosa, una excelente hija, divina, alegre estudiante perfecta, con una felicidad total”.
Gutiérrez aseguró que la joven “nunca” les dijo que Soto tenía comportamientos raros con ella. Ni siquiera a su otra hija, con quien se contaban todo. “Es un enfermo mental, lo único que pido es justicia y que pague, que se pudra toda su vida en la cárcel porque no se merece vivir en esta sociedad”, se indignó
Finalmente, Gutiérrez afirmó que como familia no saben “cómo seguir”. “Es una situación que nunca se me ocurrió que me iba a pasar, una cosa dolorosísima que no le deseo a nadie”.
Catalina tenía casi 85 mil seguidores en Instragram, con varios posteos de las sierras del sur
Catalina Gutiérrez, la joven de 21 años que fue hallada muerta dentro de un auto en la ciudad de Córdoba, tenía casi de 85 mil seguidores en su cuenta de Instagram, en la que contaba las alternativas de su vida y muchos de ellos en la localidad de Achiras, de donde eran oriundos sus padres y tenía varios familiares y amigos.
Achiras era como su segunda casa, lugar donde se llegaba con su familia todos los veranos, vacaciones de inverno y fines de semana largo. El novio de la adolescencia era de la localidad.
Catalina había cursado el secundario en el colegio 25 de Mayo de Córdoba, estudiaba la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba y vivía con su familia en el barrio Inaudi, en la zona sur de la capital provincial.
En la plataforma de Instagram difundía sus viajes a Buenos Aires, Rosario y otras ciudades, al tiempo que promocionaba fiestas y productos.
A su vez, subía fotos con sus amigos, de eventos sociales, junto a su perra Kimba, cantaba remixes de reggaetón o publicaba diversos platos de comida.
Además, Catalina compartía su fanatismo hacia la cantante urbana María Becerra, quien se presentó en el estadio de River en marzo pasado. Hacía tiempo que había iniciado una cuenta regresiva para ir el show.
"Dios, no aguanto más la manija loco! Te amo, te amo, te amo. A romperla María Becerra. Necesito conocerte", decía uno de sus twerts dedicados a la exyoutuber oriunda del partido bonaerense de Quilmes.