Con la aparición de blockchains se inicia en el mundo un conjunto de transformaciones que afectó a gran parte de las industrias; entre ellas, la industria bancaria y financiera.
Una criptomoneda puede ser adquirida intercambiándola por otra, por monedas de curso legal y por bienes y servicios, lo que la convierte en medio de pago. Esta característica las posiciona como sustitutas de las monedas de curso legal, con la diferencia de que no se encuentra un Estado determinando la obligatoriedad de aceptación dentro del territorio ni tampoco regulando el monto total de monedas en circulación.
Los Estados no solo regulan la cantidad de moneda en circulación, sino también influyen en el rendimiento de esa moneda, lo que se entiende como tasa de interés real, es decir, cuánto retribuye prestar un monto de dinero por encima del incremento de los precios.
Son estos rendimientos reales los que hacen que los individuos prefieran posicionarse en una moneda (p.e. dólar) en vez de en otra (p.e. euro), es decir que la moneda que tenga un rendimiento real mayor tenderá a apreciarse en relación con otra.
En el caso de las criptomonedas la emisión generalmente tiende a estar definida en su momento de creación (bitcoin alcanza los 21 millones finales en el año 2140), a la vez que al igual que las monedas pueden ser depositadas a cambio de una tasa de interés. Si bien no tienen una autoridad monetaria que las regule, al ser sustitutas de las monedas como medios de pago se ven influenciadas por lo que ocurre con las otras monedas.
Resulta clave para poder invertir en criptomonedas analizar las futuras políticas monetarias que apliquen las autoridades monetarias.
Esta quizá podría ser una explicación a lo ocurrido con la caída de las cotizaciones de las criptomonedas iniciada en noviembre de 2021. Para analizar tendremos en cuenta lo ocurrido con el dólar estadounidense a través del Índice Dólar (mide la cotización del dólar en comparación con una de la principales monedas del globo). A la vez lo compararemos con un índice conformado por las principales de criptomonedas.
Durante el período previo a Nov-2021 los gráficos del Índice de Dólar y las criptomonedas parecieron tener patrones de comportamiento similares, si bien en escalas diferentes, tal como puede apreciase en los gráficos para esos períodos. A medida que la inflación en EE.UU. dejaba de percibirse como algo transitorio producto de la salida del confinamiento poscovid, y que la actividad económica y empleo mostraban robustez, en noviembre se inició una reducción de la tasa de emisión de dólares (reducción de estímulos monetarios), a lo que se sumó a una expectativa cada vez más creciente a un incremento en las tasas de interés (proceso de incremento de tasas que se inició en el mes de marzo), el dólar continuó con su proceso de suba y las criptomonedas iniciaron un ciclo de baja.
Si bien el análisis realizado se sustentó en las políticas monetarias aplicadas por la Reserva Federal de los Estados Unidos, es importante mencionar que las restantes autoridades monetarias (Banco Central Europeo, Banco de Inglaterra, etc.) están adoptando decisiones similares.
En línea con lo planteado hasta aquí, resulta clave para poder invertir en criptomonedas analizar y proyectar las futuras políticas monetarias que apliquen las principales autoridades monetarias y los niveles globales de inflación y empleo, importantes variables rectoras de las decisiones de política.
Javier Milanesio . Fac. de Ciencias Económicas