Se le hizo cuesta arriba esta vez al equipo económico alcanzar la meta de recaudación fijada de antemano para la segunda versión del dólar soja. Es que, después del éxito de la primera edición que se presentó en septiembre, la de fin de año vino a confirmar que nunca segundas partes fueron buenas, con honrosas excepciones.
De todos modos, apretando los dientes, los 3 mil millones de dólares de liquidación se alcanzaron y con eso se logró equiparar casi la totalidad del faltante de dólares que dejará el trigo por el efecto de la sequía. Se espera que la cosecha gruesa tenga un recorte de entre 3 mil y 3.500 millones de dólares contra el año pasado por las casi 10 millones de toneladas menos que se cosecharán.
Lo cierto es que el apretado resultado del dólar soja II tiene al menos un puñado de razones. El especialista en finanzas y agronegocios, Salvador Vitelli, un contador público egresado de la UNRC y experto en el comercio de granos, explicó a Tranquera Abierta que al menos hay 3 motivos que explican la trabajosa liquidación de soja.
“Hay varias cuestiones a considerar. Primero la gran incertidumbre sobre la campaña en curso en cuanto a lo productivo. Estamos todos midiendo los milímetros porque cada uno cuenta. Y el productor lo que hace es agarrar la soja como cobertura, guardarla y a lo sumo hacer caja con maíz. Por eso era normal que ante un escenario difícil lo que menos se mueva sea soja. Pensemos que hasta los alquileres están linkeados a soja; y si se cae la producción esos costos siguen estando y la situación se torna desesperante. Por eso la única cobertura posible es con el poroto. En segundo lugar, en septiembre había un ritmo de liquidación de soja muy por debajo de lo histórico para esa época. Pero ahora estábamos del promedio hacia arriba; y es más difícil que el productor venda algo que no acostumbra para la época. Y podemos sumar la pregunta que hacen los productores: qué hacer con los pesos. Son tres factores que impactan de lleno”, explicó Vitelli.
Pero se logró el objetivo que para el Gobierno era fundamental...
Sí. Con estas últimas ruedas de liquidación de soja se alcanzó la línea que pretendía el Gobierno de 3 mil millones de dólares. El promedio de liquidación de las últimas 10 ruedas fue de 110 millones, pero finalmente se logró la meta, aunque muy a duras penas.
Fue peor en el arranque que en el final...
Al principio vino flojo el ritmo de liquidación y a comienzos de mes fue una variable que todos miramos porque venía muy bajo. Después de pronto aceleró y comenzó a verse como posible la meta. Esta segunda etapa no fue como la primera en la que el objetivo se cumplió con holgura. En esta segunda versión fue todo más ajustado.
Y se cubrió el bache del trigo...
Sí, claro, en trigo la campaña fue de las peores de la última década. Hay que esperar el número final, pero ya se sabe que fue muy malo y el aporte de dólares va en línea con eso.
De todos modos, el dólar soja es un adelanto de ingresos, algo que va a faltar después...
Exacto. Con esto no estamos aumentando stock o inversión, sólo estamos adelantando flujo. Es soja que se vende hoy pero no va a estar mañana, y por lo tanto son dólares que le ingresan hoy al Banco Central pero mañana le van a faltar. Por eso el Central va a estar complicado en el ingreso futuro de dólares, no sólo por eso, sino por el efecto sequía sobre la actual campaña y los granos que se van a cosechar a partir de abril. Hay cálculos de miles de millones de dólares menos en 2023 con respecto a la última cosecha. En ese marco hay que ver si no habrá nuevas versiones de dólar soja porque recordemos que en septiembre era por única vez y a los dos meses lo lanzaron de nuevo. Si eso no ocurre hay que ver qué pasa con la liquidación. Pero lo cierto es que habrá menos dólares, porque además pensemos que 2022 fue récord de liquidación.
¿Puede haber compensación por precio?
En ese plano hay varias lecturas posibles. En precios internacionales se está viendo mucho lo que ocurre en Argentina y su sequía, pero no se observa tanto que Brasil va camino a una campaña récord. Aún así, en términos locales el precio debería ir a la suba por la menor oferta. La duda es qué ocurrirá en el plano internacional, por un conjunto de variables en danza. De todos modos el productor agropecuario hoy dentro de la fórmula de PxQ (precio por cantidad), la variable que más mira es “Q”, porque cuando no se tiene producto no hay precio que valga.
A nivel mundial hay que mirar a China y el Covid...
China es un gran jugador para Argentina y el mundo. Lo que haga o deje de hacer nos mueve mucho el amperímetro. Las últimas noticias que llegaron desde allá es que pueden flexibilizar medidas en torno al Covid, lo que daría más movilidad a su economía, y eso rápidamente afirmó los precios de la soja. Por eso es importante seguir de cerca lo que ocurra allí en las próximas semanas.