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Viruela del mono: "La posibilidad de una pandemia es muy baja"

Lo aseguró el pediatra Sebastián Borghi, quien sostuvo que la transmisibilidad entre seres humanos es mínima. El médico manifestó que es fundamental controlar los focos y explicó cuáles son los síntomas más comunes

En medio de la preocupación generada por la aparición de la viruela símica (conocida popularmente como viruela del mono) en humanos, el jefe del Servicio de Pediatría de Neoclínica, Sebastián Borghi, aseguró a Puntal que la posibilidad de que se genere una nueva pandemia es muy baja, debido a que la enfermedad no es de alta transmisibilidad.

-¿De qué trata esta viruela?

-Esta viruela es una enfermedad de tipo zoonótica. Este tipo de enfermedades se dan habitualmente en animales y pueden ser contraídas por el ser humano de manera accidental al tomar contacto con ellos. Ocurre cuando el hombre está en contacto con sus fluidos o consume la carne sin que esté bien cocida. Es decir, no es una enfermedad del hombre en sí. La viruela símica es común o endémica en algunas zonas de África. Es importante aclarar que la tasa de transmisibilidad entre los seres humanos es muy baja y tienen que darse ciertas circunstancias para que se concrete. Es decir, se contagia entre personas que conviven y que tienen contacto estrecho. El virus se transmite por las vías respiratorias y con gotas gruesas de saliva, a diferencia de lo que ocurre con la gripe o el Covid, enfermedades que se transmiten con gotas finas. La viruela símica también se contagia a través de lesiones en la piel, por eso se dice que el contacto sexual es la forma de mayor transmisión entre seres humanos.

-¿Es posible una nueva pandemia?

-No es una enfermedad nueva. Existe hace muchos años. La diferencia es que antes quedaba en zonas específicas y ahora existe una posibilidad de que se disemine por otras partes. Insisto, la transmisibilidad entre seres humanos es muy baja, por lo que la posibilidad de epidemia o pandemia es muy baja. Además, es muy fácil controlar un foco infeccioso. Por eso, es importante llevar tranquilidad.

-De todas formas, la Organización Mundial de la Salud ha dicho que hay que estar atentos…

-Hay que prestarle atención a cualquier enfermedad que cruza los márgenes originales, pero no es para disparar alertas como con la gripe o el coronavirus. Además, la mortalidad es baja. Estamos hablando de una enfermedad que no tiene tratamientos ni vacuna específica. Por lo general, se resuelve en un máximo de 21 días de manera espontánea y no deja secuelas. Sí hay que decir que tiene una mortalidad mayor en los niños pequeños. No obstante, el último brote detectado no ha generado fallecimientos.

-¿Qué ocurre con la vacunación para este tipo de casos?

-Los jóvenes no están vacunados contra la viruela porque se dejó de inocular hace años, ya que la enfermedad fue erradicada, por lo que se dejó de producir la vacuna. Quizá si tengan la vacuna los mayores de 50 años. De todas formas, la vacuna contra la viruela humana tiene una sensibilidad contra el virus del mono de un 85%. Aunque parece alto, no es así. Incluso, la vacuna solamente disminuye los síntomas. Hoy por hoy, no se está fabricando, por lo que no es una alternativa la vacunación. Lo que hay que hacer es controlar los focos que puedan generarse. Es una enfermedad sumamente controlable si es detectada a tiempo. Además, no se contagia durante el período de incubación, eso ocurre desde el momento en el que aparecen los síntomas. Si se controlan los focos, no debería haber expansión.

-¿Cuáles son los síntomas más comunes?

-Hay dos tipos de síntomas, los iniciales y los tardíos. Los iniciales son similares a los que genera un cuadro gripal fuerte, con presencia de fiebre, cefalea, dolor corporal y muscular y la inflamación de los ganglios. Después están los tardíos que se dan entre 3 y 5 días después de iniciada la fiebre, cuando empieza a aparecer la erupción desde la cara al resto del cuerpo, afectando también las palmas de las manos y las plantas de los pies. Eso evoluciona después a una colección de pus en los granitos que dura entre 7 y 14 días. Por eso, como máximo, la enfermedad dura 21 días.

Otras consultas

En otro orden, el doctor Borghi dijo que por estos días están recibiendo muchas consultas por enfermedades infectocontagiosas.

“Me refiero a enfermedades más propias del mes de septiembre, como la neumonía bacteriana, que se están viendo ahora. Por otro lado, tenemos muchos casos de enfermedades comunes de guardería y jardines, como resfríos. Por suerte, por ahora no hemos visto gran cantidad de casos de bronquiolitis, que es la enfermedad típica del invierno. De todas maneras, creemos que van a aparecer muchos casos porque venimos de dos años de pandemia, en los que hubo muy pocos episodios”, concluyó el médico pediatra.

Nicolás Cheetham. Redacción Puntal