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El Santa Eufrasia empezó las clases en las aulas del edificio propio

El jardín y el secundario iniciaron las actividades en el nuevo colegio, mientras que el primario continuará en el centro. Gabriela Comugnaro, su directora, destacó el esfuerzo de toda la comunidad educativa para este logro

Hace más de 14 años que la comunidad del colegio Santa Eufrasia sueña con un edificio propio. Cuando se les comunicó que las instalaciones del lugar en el que se dictaban las clases serían utilizadas con otros fines, comenzó el trabajo de directivos, docentes y alumnos para dar lugar a un espacio propio, un espacio preparado para aprender, un espacio en el que se pudieran pintar a gusto las paredes y dejar marcada toda la identidad de quienes estudian en el “Santa”.

Ayer se cumplió oficialmente ese sueño. Si bien de a poco se habían comenzado a llenar las aulas la semana pasada, ayer se iniciaron las clases de todo el nivel secundario y el jardín del colegio, mientras que por la tarde se llevó a cabo el acto oficial por el que se dejó inaugurado el establecimiento.

El proyecto comenzó en 2002, pero la idea de trasladarse a un nuevo espacio empezó a gestarse en 2008, cuando se compró el terreno sobre Dinkeldein.

“Estamos muy felices, es todo muy lindo, es un edificio de 8.400 m2, aún queda una parte en construcción”, comentó Gabriela Comugnaro, directora de la escuela que manifestó su gran alegría por este objetivo cumplido después de tanto tiempo de trabajo.

“La semana pasada se hizo el trabajo de adaptación de primer año, pero formalmente se habilitó el ciclo 2022 esta semana con los estudiantes de primero a sexto año”, sostuvo la directiva en diálogo con Puntal, mientras que aseguró:“El acto de festejo se hizo abierto a toda la comunidad, porque en este trayecto se han sumado muchos amigos e invitamos a todos. Se hizo la apertura de las partes que por ahora están habilitadas, porque nosotros conviviremos con la construcción”.

Comugnaro señaló que por el momento solamente el nivel primario se mantendrá en el edificio céntrico, donde se dictaban antes todas las clases, mientras que el jardín y el secundario ya tienen sus clases en las nuevas aulas. “En 2002 las dueñas del terreno quisieron deshacer la institución, y ahí se armó la ONG del colegio Santa Eufrasia, pero nunca nos dijeron que tenían otro objetivo para el edificio”, dijo la directiva, y señaló que cuando en 2007 les comunicaron esta intención, empezaron las gestiones para la compra de un nuevo terreno en 2008.

“Se hizo un gran sacrificio, porque el único dinero con el que contamos sale de la cuota que pagan los padres todos los meses, incluso en el medio estuvo la pandemia, fue todo un proceso largo”, dijo Comugnaro, quien comentó:“Hemos trabajado mucho, le hemos puesto mucho el cuerpo, hemos soldado, pintado, lijado, todos, los profes y las familias”.

A esto se suma que realizaron numerosas actividades para juntar fondos, desde ventas de comidas como rifas y espectáculos, todo con el aporte de la comunidad educativa, pero también con el apoyo de toda la ciudadanía riocuartense que se comprometió con el proyecto y que encontró en profesores y directivos una vocación por la educación. “Y todo lo que se viene, porque ahora empieza esto, pero tenemos el compromiso de mudar todos los niveles al colegio, que estén las aulas especiales en funcionamiento para que se desarrolle a pleno el proyecto pedagógico”, completó la directora.

Entre otros aspectos, destacó las posibilidades que brinda el nuevo espacio ubicado en el macrocentro, con mucho verde en la proximidad y un arroyo que pasa junto a la cara norte del establecimiento. Del mismo modo, destacó que les brindará seguridad dentro y fuera de la escuela, considerando que la calle en la que funcionaban hasta el año pasado es muy céntrica, con mucho movimiento de automóviles y con la proximidad de otros establecimientos educativos con los que coincidían en horarios, lo que implicaban un mayor caudal de ciudadanos en el sector.

“Esta escuela está pensada para que no tenga barreras arquitectónicas, con rampas, segura, con espacios amplios, ventilación cruzada, muchas cosas que cuando uno no las tuvo en la otra escuela, realza el valor”, dijo Comugnaro, quien aseguró:“La otra escuela nunca estuvo pensada como escuela, era un covento, un lugar para madres solteras, nosotros fuimos reacomodándolo, pero este está pensado como aulas”.

Entre otros aspectos de la nueva escuela, Comugnaro explicó que tienen prevista la construcción de una biblioteca abierta a la comunidad, de una sala de teatro y un salón de usos múltiples, “porque el colegio tiene la idea de integrarse al barrio y que la gente del lugar también se apropie del edificio, no ser los foráneos que venimos a ocupar este espacio”, dijo sobre las posibilidades de actividad de extensión que siempre desarrollan en el colegio.

Aulas más altas, especiales para que los alumnos puedan realizar las disciplinas de danzas aéreas y teatro, entre tantas otras propuestas, son parte de este nuevo edificio, “para dar respuesta al proyecto pedagógico”, sostuvo Comugnaro.

Finalmente, sobre la reacción de los alumnos a las nuevas aulas, la directiva comentó que “están muy contentos, lo único que nos pidieron fue que no pintáramos las paredes, porque ellos las intervienen mucho y quieren hacer sus propios murales”, destacó. De este modo, aseguró que tras una mano de pintura blanca, los mismos chicos serán los que le den vida con sus dibujos y den lugar al nacimiento de un nuevo Santa Eufrasia, con la identidad que siempre la caracterizó.