Las plantas de exterior se postulan como nuestras mejores aliadas al momento de crear sectores para descanso y relax dentro del hogar. Cualquier espacio al aire libre, por más pequeño que sea, puede ser recreado con vegetación para convertirse en nuestro lugar de encuentro social o personal. Y por nutrirse directamente del sol exterior y la naturaleza que las rodea, estos ejemplares que crecen al aire libre se lucen más y demandan menor atención que las especies de interior.
Por ello es importante primero pensar qué uso se le quiere dar al espacio elegido para recrearlo con plantas y en función de ello seleccionar las especies más adecuadas a tal fin. Esa elección también estará supeditada al mantenimiento que van a requerir las especies definidas y será en función del tiempo que podamos dedicarles, que se terminará de optar por una u otra.
El potencial de las especies
Al momento de pensar cómo queremos que sea nuestro rincón verde en el hogar, será importante también tener en cuenta que se necesitará contar con especies que resistan las condiciones del clima en las cuatro estaciones del año de forma tal que sirvan de estructura natural a dicho espacio.
Según las dimensiones del lugar, se definirá la posibilidad de incorporar arbustos grandes como medianos, tales como buxus, abelias photinias, viburnum, pitosporum tobira, gramíneas o algunas suculentas, que son tan buscadas por estos tiempos no sólo por su belleza sino también por su bajo mantenimiento.
De igual manera será importante sumar especies que den flor y perfume en algún momento del años, y en ese aspecto pueden seleccionarse algún tipo jazmín, azaleas, lavandas o salvias, entre otras.
El jazmín aporta un atractivo perfume y puede recibir abundante luz, o bien, criarse en la semisombra. Deberá ser bien regado en los períodos de calor y resguardarlo de las agresivas heladas, al menos cuando esté iniciando su desarrollo.
La lavanda, por otra parte, es resistente al sol y a las altas temperaturas. Además, aportará su característico aroma al escenario.
Aunque se adapta a todo tipo de suelos, crece óptimamente en sustratos sueltos, arenosos, calcáreos y secos, y siempre debe recibir abundante luz solar. Tampoco necesita ser regada habitualmente, sino que es suficiente con hacerlo una vez a la semana.
El protagonismo del árbol
Otra posibilidad es sumar un árbol a tu espacio verde y estos pueden ser perenne, como un olivo o un aguaribay, o pensar en un árbol que cambie con las estaciones y marque el paso del tiempo como una lageostremia o magnolia, con su impactante floración.
Todo puede completarse con herbáceas que darán flores en algún momento y así el jardín nunca será el mismo a lo largo del año.
Los helechos también son un complemento perfecto que permiten cerrar ese escenario vegetal y la elección propicia entre las distintas variedades darán textura al entorno. Los helechos son fáciles de cuidar y son muy eficientes a la hora de purificar el aire que respiramos.