En medio de la discusión sobre la vinculación entre exportaciones y precios internos de la carne y de otros commodities de Argentina, un grupo de cuatro docentes de la Universidad Nacional de La Pampa publicaron recientemente un informe sobre cómo evolucionó la cadena a partir de 2003. Pero rápidamente aclaran que no se trató de una investigación surgida en esta coyuntura, sino que en realidad era un trabajo que venían realizando desde hace tiempo y que cobró relevancia por el debate del cierre de las exportaciones actual.
Santiago Ferro Moreno, Jorge Paturlanne, Roberto Mariano y Santiago Pérez desmenuzaron 10 variables relacionadas al stock de animales, la faena, el consumo, precios internos y externos, tipo de cambio y poder adquisitivo del mercado interno durante los últimos 20 años.
Entre las principales conclusiones a las que arribaron los investigadores, señalan que en el complejo bovino nacional existen fuertes pujas distributivas, una de ellas es la exportación versus el consumo interno. Los saldos exportables se definen, en general, por la demanda interna, que depende en gran parte del poder adquisitivo de la demanda y los precios relativos de las carnes sustitutas, remarcaron los docentes de la Licenciatura en Administración de Negocios Agropecuarios de la Facultad de Agronomía de la UNLPam.
Más adelante, en el informe, insisten en que “la exportación de animales bovinos está asociada a un aumento del tipo de cambio (mayor cantidad de pesos para comprar un dólar estadounidense), la caída del salario real del mercado interno y el aumento de faena de animales. Esta asociación se ve de manera concisa en los años 2016-2019”.
Y agregan: “Los años de mayor crecimiento de la exportación se asocian a un tipo de cambio mayor (más competitivo), al aumento de la faena de animales y la caída del poder adquisitivo de los asalariados del mercado local. El desempeño exportador del complejo de carne bovina de la provincia de La Pampa se puede explicar con dos variables, una macroeconómica y otra productiva. El tipo de cambio es la variable que mayor poder explicativo tiene sobre las exportaciones de carne y derivados de la provincia, seguido por la cantidad de animales faenados. Con las dos variables se puede generar un modelo predictivo potente”.
En definitiva explican que para poder aumentar el consumo interno y las exportaciones en una dinámica positiva para la economía provincial, se debe aumentar el poder adquisitivo real de asalariadas y asalariados, aumentar la capacidad productiva primaria y agroindustrial, y sostener un tipo de cambio competitivo perdurable en el tiempo.