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2021: Año Internacional de las Frutas y Verduras

Mejorar la producción de alimentos saludables y sensibilizar sobre la importancia de frutas y verduras para la nutrición humana, la seguridad alimentaria y la salud, es la oportunidad de esta designación.

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el año 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras (AIFV). La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es el organismo encargado de celebrar el año en colaboración con otras organizaciones y órganos competentes del sistema de las Naciones Unidas.

El AIFV2021 (o IYFV-2021 por sus siglas en inglés) ofrece la oportunidad única de sensibilizar sobre la importancia de las frutas y verduras para la nutrición humana, la seguridad alimentaria y la salud, y para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, haciendo un llamado a mejorar la producción de alimentos saludables y sostenibles a través de la innovación, la tecnología, la reducción de la pérdida y desperdicio de alimentos.

Acción

Son cuatro las líneas de acción del Año.

Promoción y sensibilización. Concienciar sobre la contribución de las frutas y verduras a la mejora de la nutrición, la diversidad alimentaria y la salud; sobre su efecto en la sociedad, la economía y el medio ambiente; y sobre su contribución al desarrollo sostenible.

Creación y difusión de conocimientos. Es importante conocer mejor cómo contribuyen los diferentes aspectos de los sistemas alimentarios de las frutas y verduras a la sociedad, la economía y la sostenibilidad ambiental en los países tanto desarrollados como en desarrollo, y crear mensajes de comunicación basados en hechos objetivos.

Formulación de políticas. Se trata de promover políticas, leyes y reglamentos basados en datos comprobados y el intercambio de buenas prácticas que fomentan y maximizan la contribución de las frutas y verduras al desarrollo sostenible, el crecimiento económico y los medios de vida rurales, la inocuidad alimentaria y la promoción de las dietas saludables, equilibradas y diversificadas. Además resulta imprescindible estimular la cooperación y las asociaciones del sector público y el sector privado en diferentes ámbitos como la investigación.

Y por último el fomento de la capacidad y educación que implica respaldar la formulación y aplicación de políticas y programas educativos (como programas de alimentación escolar, huertos escolares, jardines urbanos y periurbanos y huertos de azotea, lugares de trabajo saludables, conocimientos sobre alimentación, programas educativos sobre la pérdida y el desperdicio comunitarios de alimentos) y material educativo para dar a conocer los beneficios de la producción y el consumo de frutas y verduras, sus implicaciones para la salud y la nutrición y otros temas relacionados del AIFV2021.

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¿Qué son las frutas y verduras?

Un apartado de la documentación del Año se dedica a responder esta pregunta que parece poco relevante pero que no lo es. “Las frutas y verduras son las partes comestibles de las plantas (por ejemplo, estructuras seminíferas, flores, yemas, hojas, tallos, brotes y raíces), tanto cultivadas como silvestres, en estado crudo o con un procesamiento mínimo”, indica.

La definición por exclusión es también interesante; “los productos siguientes quedan excluidos de esta definición: raíces feculentas y tubérculos como la yuca, la patata, la batata y el ñame (aunque las hojas de estas plantas se consumen como verduras), leguminosas de grano seco (legumbres), salvo que se recolecten sin estar maduras, cereales, incluido el maíz, salvo que se recolecten sin estar maduros, nueces, semillas y semillas oleaginosas, como el coco, la nuez de nogal y la semilla de girasol, plantas medicinales y especias, a menos que se utilicen como verdura; estimulantes, como el té, el cacao o el café”. Además, el documento agrega que los productos procesados y ultraprocesados elaborados a partir de frutas y verduras, como bebidas alcohólicas (por ejemplo, vino o bebidas espirituosas), sustitutos de la carne a base de plantas o productos de fruta y verdura con ingredientes añadidos (por ejemplo, zumos de fruta envasados o kétchup), tampoco quedan dentro de esta categorización.

Los mensajes del AIFV2021

En primer lugar aprovechar la bondad que ofrecen las frutas y las verduras con múltiples beneficios para la salud, como el fortalecimiento del sistema inmunitario, que son esenciales para luchar contra la malnutrición en todas sus formas y para la prevención general de las enfermedades no transmisibles. También llevar una vida acorde, una dieta diversa para consumir cantidades adecuadas de fruta y verdura a diario.

Otro de los mensajes sobre los que se pretende hacer hincapié es el de respetar los alimentos de la granja a la mesa y esto está dado por el carácter altamente perecedero de las frutas y verduras que exige una atención especial para mantener su calidad e inocuidad mediante el tratamiento y la manipulación correctos en toda la cadena de suministro. Encontramos también el mensaje de innovar, cultivar, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos con tecnologías mejoradas y una infraestructura adecuada para lograrlo.

Hacen además un llamado a fomentar la sostenibilidad de las cadenas de valor y a la prosperidad creciente del cultivo de frutas y verduras puede mejorar la calidad de vida de los agricultores familiares y sus comunidades, genera ingresos, crea medios de vida, mejora la seguridad alimentaria y la nutrición.

Datos clave

La FAO califica las frutas y hortalizas como buena fuente de fibra dietética, vitaminas y minerales (por ejemplo, ácido fólico, vitaminas A y C, potasio) y sustancias fitoquímicas beneficiosas. Al respecto brinda datos relevantes en este sentido.

“Como parte de una dieta saludable, las frutas y hortalizas pueden ayudar a reducir los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, como el sobrepeso y la obesidad, inflamaciones crónicas, hipertensión y colesterol alto.

“Una cantidad mínima de 400g al día, o cinco porciones, de frutas y hortalizas es beneficiosa para la salud.

“Introduzca las frutas y hortalizas a partir de los seis meses de edad y manténgalas como parte habitual de una dieta saludable durante toda la vida.

“Hasta un 50% de las frutas y hortalizas producidas en los países en desarrollo se pierde a lo largo de la cadena de suministro, desde la cosecha hasta el consumo.

“Para producir una naranja pueden ser necesarios hasta 50 litros de agua. Las pérdidas de frutas y hortalizas representan un despilfarro de recursos crecientemente escasos como el suelo y el agua.

“Asimismo, cantidades considerables de frutas y hortalizas perfectamente aptas para el consumo se desperdician a lo largo del sistema alimentario debido a irregularidades estéticas o físicas.

“Las innovaciones digitales hacen posible rastrear los productos frescos desde su producción hasta su consumo. Esto amplía las oportunidades comerciales, reduce las pérdidas y el desperdicio y aumenta la transparencia de la cadena de valor.

“La gran diversidad de frutas y hortalizas ofrece opciones que se adaptan a diferentes sistemas de producción y mercados.

“La producción de frutas y hortalizas de alto valor puede ser rentable, en comparación con otros cultivos, con cantidades reducidas de tierra, agua y nutrientes.

“La enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha demostrado la importancia de las cadenas de valor cortas e inclusivas, en particular en el caso de las frutas y hortalizas, como forma de proporcionar mejores oportunidades comerciales a los agricultores familiares en zonas urbanas y periurbanas”.

Por Fernanda Bireni