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La falta de gas tiene a Córdoba como uno de los lugares más afectados

El sistema fue declarado en “estado crítico” por un alza importante en la demanda y dificultades en la oferta que coincidieron en los últimos días. Realizan un seguimiento minucioso para que las restricciones impuestas, especialmente en las estaciones de GNC e industrias, sean efectivas y así garantizar la provisión en los hogares

Mientras las expectativas por Vaca Muerta y el aporte de los hidrocarburos y la energía a las cuentas fiscales siguen generando gran expectativa a futuro, la primera ola polar del invierno volvió a poner al sistema de provisión de gas natural argentino contra las cuerdas. A pesar de los avances en algunas obra de infraestructura de relevancia, como el Gasoducto Perito Moreno -exNéstor Kirchner- o la reversión del gasoducto del norte, que traía gas natural desde la cuenca boliviana al centro norte argentino y ahora conecta Vaca Muerta con Jujuy, la fragilidad del sistema quedó nuevamente expuesta esta semana.

Y en ese marco, Córdoba está en una posición de marcada debilidad. De hecho, se advertía que era una de las provincias con mayor déficit en la provisión de gas por la abrupta caída de la cuenca norte. La reversión del gasoducto norte llegó a tiempo para evitar una catástrofe, pero no para disimular la escasez.

Ayer, las estaciones de servicio que despachan GNC debieron colgar las mangueras ante la comunicación de la distribuidora Ecogas, encargada de informar a los grandes consumidores cuando hay que suspender el suministro. Esa orden primero fue parcial, pero ya en las primeras horas de la tarde todas recibieron el mensaje de cortar totalmente las ventas. No podía salir un metro cúbico más al menos por las próximas 24 horas que se cumplirán a las 14 de hoy, aunque esa decisión será revisada a partir del monitoreo que se hará en tiempo real del sistema de gasoductos. “Se trata de una decisión del Comité de Emergencia ante la escasez de gas natural”, explicaron.

Cuando eso ocurrió, ya algunas industrias habían paralizado también el consumo. Son los dos últimos mojones antes de llegar al corte para los hogares, lo que todos los gobiernos tratan de evitar.

Ayer, entre los industriales circulaba una información alertando que “la situación continúa en estado crítico”. Y advertían que se había convocado a comites de emergencia para tratar esta situación.

“Desde la transportista se está solicitando a las distribuidoras que tengan en consideración las autorizaciones de transporte que se han emitido tanto a cada distribuidora como a los terceros que realizan entregas en sus respectivas zonas de concesión”, explicaban.

En medio de ese estado de cosas, la información que llegaba hacía referencia a un problema técnico en la cuenca sur por el cual no se estaba inyectando todo el gas que habitualmente ingresa a los gasoductos. Eso hablaba de una restricción de oferta en medio de un pico de demanda, lo que terminó desajustando al sistema.

El caso de la transportista también había solicitado “realizar el seguimiento correspondiente para asegurar que las restricciones sean efectivas, particularmente a las industrias que no cumplan”, advirtieron.

Hacia adelante, el panorama no aparece mejor, especialmente por el clima y la ola de frío que naturalmente dispara el consumo. “Ante las perspectivas de demanda, el bajo stock del sistema y falta de gas en cabecera Centro Oeste, se pasa el sistema a crítico”, decía la información que se multiplicaba en las pantallas de los celulares industriales.

De todos modos, ayer explicaban que “hay una esperanza de que el consumo pueda morigerarse a partir de la salida del frío extremo que vivió gran parte del país desde le domingo y que hacia fines de esta semana irá cambiando”, explicaron ayer fuentes industriales.

Del otro lado de la ecuación, también están puestas las miradas en la oferta de gas y en la solución de los inconvenientes que existieron -y no fueron detallados- en la inyección de gas en la cuenca neuquina.