Compacta, funcional y que se resolviera en una sola planta, fueron las premisas encomendadas el equipo de arquitectos que asumió el desafío de proyectar una vivienda en un terreno de pronunciada pendiente emplazado en la zona Norte de la ciudad de Córdoba, sobre un faldón de las Sierras Chicas.
La casa de una planta proyectada en pendiente, sin movimiento de suelos
Al norte de la ciudad de Córdoba, sobre un faldón de las Sierras Chicas, se emplaza una obra que parece suspendida en el aire. Con el hormigón como aliado estructural y material visto, se presenta como una vivienda compacta y funcional
Es que el comitente quiso evitar a futuro que posibles desniveles se conviertan en obstáculos, en caso de que tener que recurrir a algún complemento para poder movilizarse de un lugar a otro de la casa. Es que su vivienda anterior de Villa Warcalde ya les resultaba muy grande para él y su mujer, luego que sus hijos la desocuparan tras formar sus propias familias, y el extenso jardín que antes disfrutaban y que ellos mismos podían mantener, cada vez veían más difícil su emprolijamiento.
Así, el desafío ahora era poder seguir disfrutando de las visuales de la naturaleza pero sin tener que mantener un gran espacio verde y la propuesta arquitectónica escuchó al pie de la letra tales requerimientos.
Mariano Álvarez y Martín López Bravo, son los arquitectos que comparten Grupo Eisen y que se encargaron del desarrollo del proyecto “Casa PMV”.
En diálogo con Puntal ADC, explicaron que en la primera aproximación al terreno del barrio privado La Pancana advirtieron que en barrios lindantes la gente “fabricaba” su propio lote por los desniveles que tenían.
“Observamos paredones de casi 14 metros de altura, como muros de contención, que quedaban sin revocar y buscamos alternativas para que no quedara de esa forma y que los vecinos no tengan que ver ese nivel de terminación en una casa de semejante categoría”, señaló Mariano.
Y agregó: “Así, en vez de modificar el terreno, planteamos desde cero la casa de cierta forma que implicara el menor movimiento de suelo posible. Y la idea fue colgar el patio con estas pantallas de hormigón junto con la pileta para que quedara todo a nivel y además le diera una estética importante a la casa y que no fuera un muro de contención más”.
Estructura
El patio se sostiene de cuatro pantallas de hormigón visto que tienen unos 25 centímetros de espesor.
La pantalla más grande tiene 4,5 metros, aproximadamente. Sobre ellas se hizo coincidir la pileta conformada por una suerte de “caja de hormigón” que se materializa con cuatro vigas de 1,5 metros de alto en lo que son los laterales, completamente llenas de hormigón y revestidas con cerámicos.
“La pileta tiene un borde infinito que da hacia la ciudad y lo que hicimos fue que de esta viga gigante hacia los laterales colgara un cantero, donde la idea es que en una mitad crezca una enredadera que cuelgue hacia el exterior de la casa y del otro lado, que el cantero reciba el desborde de la pileta para poder recircular el agua”, manifestó Álvarez.
A la vez, dijo que toda la propuesta se fundó principalmente en el aprovechamiento de las visuales, por lo que la casa se planteó de forma tal que todos los dormitorios tuvieran en algún momento vistas hacia la ciudad.
“Una sola habitación, la de huéspedes, mira hacia atrás pero tiene una puerta que se abre completamente y se transforma en oficina y allí gana todas las visuales al igual que el resto de la casa”, sostiene el arquitecto.
El rol del hormigón
La casa completa fue construida con hormigón visto, incluso la losa, que se materializó con madera cepillada, tabla por tabla.
“Fue bastante complicado porque tuvimos que embutir las luces y al tener tan pocas paredes en la casa fue dificultoso encontrar puntos de referencia para poder colocar esas luces y que quedaran alineadas perfectas”, resaltó.
Para añadir: “Teniendo tanto hormigón se buscó equilibrar la casa con componentes cálidos. Se incorporó un piso algo frío en el mismo sentido que los listones de la losa y con los muebles se buscó generar lo contrario, es decir, aportar más calidez. Se usó la madera, el cuero, los colores de los cuadros y las luces cálidas para contrarrestar el frío de estos materiales y del vidrio en sí”.