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Tanto en soja como maíz, Córdoba tuvo la peor campaña de las 4 últimas sequías

Un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea comparó los efectos de los últimos ciclos productivos dominados por la falta de lluvias

Desde el 2008 a la fecha (unas 15 campañas) se registraron 4 eventos de sequía de diferente intensidad, con consecuente impacto negativo sobre la productividad media de los cultivos y las condiciones económicas de actores del sector y las regiones en las que éstos despliegan su actividad. En efecto, las campañas 2008/09, 2011/12, 2017/18 y 2022/23 se desarrollaron bajo condiciones climáticas adversas, y en todas ellas la producción se ubicó por debajo de su potencial, aquel que viene dado por la condición de los suelos, la inversión en tecnología que se realiza, y las capacidades de manejo de los cultivos que tienen los productores argentinos.

Sin embargo, en ese contexto, Córdoba tuvo en el último ciclo el peor desempeño de esas cuatro magras campañas productivas.

Así lo reflejó un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea realizado por el economista Juan Manuel Garzón que tomó a las principales provincias productivas para realizar la comparación. Es que además se trató de una sequía mucho más homogénea que las anteriores, más generalizada, casi sin excepciones en el territorio productivo nacional.

Sobre esa descripción general, el trabajo analiza por un lado el impacto en soja y por otro, en maíz. La producción de soja del país se concentra prácticamente en 10 provincias. Para tener referencia, tomando una campaña “normal” en lo climático, como el caso del ciclo 2021/22, 5 provincias generaron el 90% del total producido: Buenos Aires (31%), Córdoba (27%), Santa Fe (19%), Santiago del Estero (8%) y Entre Ríos (6%); y al sumar otras cinco (Chaco, La Pampa, Salta, San Luis y Tucumán) se llega casi al 100% (el “resto” aporta menos del 1%).

De acuerdo a datos de la Secretaría de Agricultura de la Nación la producción de soja en el país fue de 25 millones de toneladas en la campaña 2022/23, un volumen 43% menor que el obtenido en el ciclo 2021/22 cuando se alcanzaron 43,9 millones de toneladas.

En una perspectiva más larga, se trata del volumen más bajo en lo que va del siglo. Además, el país nunca había perdido tanta producción de “una campaña a otra”. Entre 2007/08 y 2008/09, por caso, se perdió un 33% del volumen, algo similar ocurrió en 2017/18 y en menor medida en 2011/12, pero el récord se alcanzó en esta última campaña (43%).

Sin embargo, si se comparan rindes medios por hectárea sembrada, la campaña más afectada por el clima habría sido la 2008/09; en aquel entonces, el área sembrada creció un 9% y los rindes medios cayeron un 42% interanual. En el ciclo 2022/23 el área sembrada se mantuvo prácticamente constante (-1%) y el ajuste de rindes fue del 34%.

En esta última sequía la provincia más afectada fue Entre Ríos, con una caída en los rindes medios del orden del 70%, le siguieron Santa Fe y Córdoba, con pérdidas en torno al 50%, luego un grupo más numeroso donde los ajustes se ubicaron en un rango de entre 30-40% (Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Santiago del Estero y Chaco) y en Tucumán la pérdida habría sido algo menor (20%).

Si se comparan los efectos productivos de la sequía 2022/23 respecto de aquellos observados en los otros 3 eventos recientes de clima adverso, surge que:

- Esta última sequía fue la más dañina de todas para las provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y San Luis.

- En el caso de Buenos Aires y La Pampa, ocupa el segundo lugar, luego de lo sucedido en el ciclo 2008/2009.

- En Santiago del Estero, Chaco y Salta no hizo tanto daño como las sequías 2008/2009 y 2011/2012.

Si se observa el impacto de las sequías analizadas sobre los rendimientos de los 10 departamentos más relevantes de cuatro provincias líderes en producción de soja, en 2022/23 el ajuste mediano sobre los rendimientos de los departamentos seleccionados en cada provincia fue del 48% en Córdoba, 46% en Santa Fe, 37% en Buenos Aires y 17% en Santiago del Estero. Comparando estos valores con los del pasado, la campaña 2022/23 fue:

- Peor que la de 2008/09 en Córdoba y Santa Fe, pero no así en Buenos Aires y Santiago del Estero;

- Peor que las de 2011/12 y 2017/18 en todos los casos, con excepción de Santiago del Estero.

Impacto sobre la producción de maíz

Al igual que en el caso de la soja, la producción de maíz se concentra casi en su totalidad en 10 provincias. Para tener referencia, en la campaña 2021/22, 5 provincias generaron el 87% del total producido: Córdoba (35%), Buenos Aires (27%), Santa Fe (10%), Santiago del Estero (9%) y La Pampa (6%); y al sumar otras 5 (Entre Ríos, Salta, Chaco, San Luis y Tucumán) se llega casi al 100% (el “resto” de provincias aporta menos del 1%).

Según los datos oficiales, la producción de maíz fue de 41,5 millones de toneladas en la campaña 2022/23, un 30% menos que en 2021/22 cuando se alcanzaron 59 millones. Visto en perspectiva, el país solo había perdido más producción del cereal (40%) de “una campaña a otra” en el ciclo 2008/09. “Eventos similares, pero de menor magnitud, se dieron también durante las sequías de 2017/18 y 2011/12”, recuerda el informe del Ieral.

Si se comparan los rendimientos por hectárea sembrada, la campaña más afectada por una sequía fue la 2008/09. En aquel entonces, a pesar de que el área sembrada con maíz se había ajustado 17%, el rinde medio nacional cayó 39% con respecto a 2007/08. En cambio, en el ciclo 2022/23 el área sembrada prácticamente se mantuvo, y el ajuste de rindes fue de un 26%.

En el caso del cereal, la provincia más afectada por la última sequía fue Santa Fe, con una merma de rendimientos en orden del 60%, seguida por Entre Ríos con pérdidas en torno al 50%. Los rindes de Córdoba, Buenos Aires y Chaco tuvieron una merma de 30-35%, mientras que los de Santiago del Estero, Tucumán y San Luis ajustaron entre 20-25%. La Pampa y Salta habrían sido las menos afectadas, con mermas inferiores al 10%.

Si se comparan los efectos productivos de la sequía 2022/23 respecto de aquellos observados en los otros 3 eventos recientes de clima adverso, surge que:

- Esta última sequía fue la más dañina de todas para las provincias de Córdoba, Santa Fe y Salta.

- Para Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, fue la segunda sequía más dañina, después del ciclo 2008/2009.

- Para Tucumán fue la segunda sequía más dañina, luego de la del ciclo 2011/12.

- Para Santiago del Estero fue la menos dañina de las últimas 4 sequías.