Pero esto no es una crónica deportiva tardía sobre lo que ocurrió a fines de 2022, ni tampoco sobre lo que pasó esta semana en el Parque de los Príncipes. Es que esa gorra que cautivó la atención, especialmente de toda la prensa Argentina y buena parte de los medios deportivos internacionales, fue diseñada y creada por una joven pareja de cordobeses que hace tiempo decidieron “soñar en grande”, como la selección.
Mauro Martínez es de la capital provincial y hace poco más de 5 años comenzó a revender gorras y accesorios de vestimenta, pero siempre tuvo en mente que ese era el punto de partida. Por eso, a pesar de que le iba bien en la actividad, pensó en subir al próximo escalón y desarrollar sus propias gorras. Para eso contó con la creatividad y acompañamiento de su novia, Milena Herrera, que por entonces vivía en Despeñaderos. Pero el recorrido fue tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos fue necesario dejar su localidad y mudarse a Córdoba.
“Arrancamos hace unos 5 años con esto, pero comenzamos vendiendo gorras de distintas marcas, no propias. Y llegamos a vender tantas gorras que ya después a los diseños los hacíamos nosotros. Pedíamos los diseños y nos hacían. Pero llegó un punto en el que dijimos, ‘bueno, vamos a hacer nuestra propia marca, vamos a sacar lo mejor de cada una de las que trabajamos’. Y así fue; sacamos lo mejor, se hizo un molde y en base de eso arrancamos con Inmato”, contó Mauro Martínez a I+I CBA.
¿Por qué gorras, cómo llegan a elegir ese producto?
Bueno, se me ocurrió porque yo antes hice varias cosas; o sea, de comprar y revender, pero me atrajo también la idea de que la gorra es unisex. Además, pudimos hacer una gorra extra regulable, o sea la usa un niño o una niña de 15, 16 años y el mismo modelo se lo puede poner una persona de 60, tanto sea hombre o mujer. Es un modelo que no tiene, como las zapatillas, una numeración y que por ahí te podés quedar con algunas de más. Esto se vende todo.
¿Y eso lo copiaron de alguna marca o eso es original de ustedes?
Eso es original nuestro. Después algunas cosas las fuimos tomando de unas y de otras. Y los clientes me decían “a mí me gusta esto, pero no me gusta esto otro; que sea más levantado, me gusta esta visera de esta marca, pero no esta”. Entonces todos los clientes me iban guiando para ver qué era lo mejor de cada gorra. Y fuimos tomando las partes en nuestra propia marca. Por eso es diferente al resto.
¿Cómo fueron esos comienzos?
Bueno, mi novia Milena se vino de Despeñaderos y empezamos a vender mucho al por mayor, incluso empezamos a exportar y después la gente comenzó a enamorarse de nuestra propia marca. Ahí pensamos en hacer participar a otros. Así que le dimos una franquicia a cada uno y ellos mismos también luchan por la marca. Hoy es un equipo, una familia.
Y aparecieron algunos famosos en el camino…
Sí, pudimos llegar a muchos famosos en Buenos Aires y en otras provincias. Jugadores de fútbol de otras provincias.
¿Hoy ya no solo están en Córdoba, sino que tienen presencia en muchos lugares de la Argentina?
Sí claro! Estamos en Mar del Plata, Buenos Aires, Capital, tenemos en España, en Estados Unidos, Nueva York, Colombia, otros países también, y acá en la Argentina en Corrientes, Ushuaia, Neuquén.
¿Y eso en cinco años?
Eso en cuatro años, porque nosotros arrancamos con nuestra marca hace cuatro años. Empezamos hace cinco años a vender, pero nuestra propia marca arrancó hace cuatro años.
¿Tienen un taller? ¿O hacen el diseño y lo derivan a un taller a que lo haga?
No, tenemos un socio que fabrica únicamente nuestra propia marca, porque la tela de atrás de la gorra es comprada en China. La tela llega en contenedores hacia donde tiene nuestro socio tiene la planta y después la ingresamos al país.
¿No las fabrican en Argentina?
No la fabricamos acá en Argentina por un tema de costos, empleados; no nos da. Es mejor fabricarla afuera y traerlas.
¿Dónde las fabrican?
En Brasil.
O sea que la materia prima es China y la fábrica está en Brasil...
Sí. Hay parte de las telas que son de Brasil y hay parte de la gorra también que se hace en Buenos Aires. Completas, ya salen de Brasil para acá. La idea nuestra a futuro es que después los franquiciados se queden vendiendo únicamente ellos y nosotros sólo distribuir, ya no trabajar al público.
¿Y hoy en Córdoba tienen un salón?
Tenemos un local, sí; en pleno centro. En 25 de mayo 44.
¿Y cómo fue lo del Dibu Martínez?
Está en todo el mundo, la verdad! Se armó! El “Dibu” en realidad ya usaba desde hace bastante nuestra marca. Pero ahora se armó este revuelo porque justo eligió ese modelo para ir a Francia.
¿Y tuvieron contacto con él alguna vez? ¿Hablaron o se enteraron que empezó a usar su gorra sin haberlo visto nunca?
En realidad primero nos enteramos que usaba nuestra gorra. Y sabíamos porque un franquiciado nuestro es muy allegado a un cuñado del Dibu. Y gracias a él pudimos hacer el primer contacto. Él vio las gorras que tenía el cuñado, le gustaron y le pidió. Después ya cada vez que iba el cuñado a visitarlo le encargaba algunas de nuestra marca. Nosotros cada vez que van saliendo cosas nuevas se las vamos incorporando porque queremos ir mejorando todo el tiempo.
¿Cómo nacen esos modelos nuevos? El de las copas que se puso el Dibu, por ejemplo…
La creación de los modelos es todo de mi pareja, de Milena. A ella se le ocurre todas esas ideas. Incluso tenemos modelos de zapatillas que combinan con gorra; o sea, el mismo diseño de la zapatilla en la gorra. Todo eso es idea de Mile. Yo soy más de hablar con los clientes, vender el producto tanto sea acá o afuera del país.
¿Y qué volumen de gorras producen y venden?
Más de 5.000 gorras, incluso más que eso.
¿5.000 gorras en qué tiempo?
En plena temporada eso lo vendemos como espuma. Se están haciendo a cada rato. Por momentos hacemos una, dos o tres veces en un mes. Y cuando ya baja la temporada, eso lo hacemos en un mes, quizás menos también.
¿La temporada es el verano?
Sí, lo que es de diciembre hasta febrero, cuando la gente se va de vacaciones. En invierno también se vende, pero se nota que baja un poco. Pero cuando se vende menos acá se vende más afuera.
¿De dónde surgió el gallito como logo?
Al gallito tardamos en definirlo mucho tiempo. Estuvimos creo que más tiempo que para diseñar todos los modelos. Mile hizo muchísimos locos y después fuimos separando los que más nos gustaban hasta que dijimos, “bueno es este”. Lo subimos a un estado de WhatasApp y prácticamente lo terminamos de elegir con los clientes. Con los modelos también, la mayoría los elegimos nosotros y después los clientes te dan la aprobación y es todo en conjunto.
Para eso usan mucho las redes sociales...
Sí, sí, más que nada el Whatsapp, porque con el Instagram sería imposible porque son todos exclusivos, limitados; los hacemos una sola vez y no los volvemos a fabricar nunca más. Por eso todos los vendedores comercializan todo, porque quizás ellos vendan cosas que ni siquiera nosotros ya tenemos.
¿O sea que el modelo se hace una sola vez?
Sí, tal cual. Salvo un caso como esta del Dibu que la tuvimos que volver a hacer, pero normalmente se hacen todos los diseños una sola vez.
¿La de las copas la tuvieron que volver a hacer por lo del Dibu de esta semana?
Sí, sí, de todos modos no la hicimos igual. La hicimos, pero le mejoramos algunas cositas, cambiamos algo para que no sean siempre la misma gorra. Porque si uno se cruza en la calle con alguien que tiene la misma gorra no está bueno. Por eso siempre intentamos ir cambiando modelos, pero siempre con la cultura nuestra argentina.
¿Cómo es eso?
A nosotros nos compran de muchos lugares, como Estados Unidos, por ejemplo. Y ahí la mayoría compran la gorra del mate o de Las Malvinas. Porque hay muchos argentinos, y el argentino esté viviendo en el lugar que sea a su cultura la va a defender; a eso lo lleva en el alma.
¿Qué otros diseños de “argentinidad” tienen?
Hay un modelo que hicimos una vez de asado y ferné, que salía la carne en la parrillita y abajo la leyenda “asado y ferné”. Pero en general vamos viendo opciones y también tenemos por ejemplo de peluqueros, porque sacamos modelos para todos los trabajos. Hay para carnicero, médicos. También hicimos una, como le vendemos a muchos cantantes, también con una nota de música y un micrófono.
Pero no sólo gorras hacen…
Claro! Hacemos también indumentaria y zapatillas. Y estamos a la espera de unas muestras para comenzar también con mochilas y billetera. Agregamos también buzo y vamos a ir de a poco sumando productos. No nos desesperamos porque esto es pasito a pasito.
¿Y eso todo lo fabrican en Brasil?
No, la indumentaria va por partes. La tela en un lugar, el estampado en otro, después la costura en otro. Pero todo acá en el país.
¿Y las zapatillas?
En Buenos Aires. La mayoría de los diseños son nuestros. Algunos nos sugiere el fabricante y sobre esos modelos nosotros después hacemos las gorras para que combinen.
¿Y para adelante qué te gustaría, qué metas tenés?
La verdad es que todo esto que hicimos no fue fácil. Porque por ahí ahora se ven los resultados. Yo había alimentado una bestia que me fue consumiendo, ya no tenía tiempo para mí, el local me consumió y cuatro veces se me durmió la mitad el cuerpo por el estrés, por querer quedar bien con los clientes, hasta que entendí que el trabajo se tiene que alinear con la salud. Por eso para más adelante, lo que me gustaría es que cada uno que me compra pueda tener su local y yo repartir, ni siquiera vender; o tener solo un local minorista en Córdoba. Pero además, que todos puedan salir adelante, todos los que me acompañaron desde abajo, que puedan crecer junto con nosotros, porque es como una familia, yo quiero que todos crezcamos, no crecer yo solo. En definitiva la idea es que todos podamos disfrutar de la misma locura, una familia que va subiendo gente al barco y seguir con todos los que están en el barco y que no se intente bajar ninguno. Queremos ayudarlos siempre.