Río Cuarto |

Prematuros: "Hay que promover el ingreso irrestricto a las terapias"

Lo aseguró la neonatóloga Carolina Bustamante, quien al mismo tiempo sostuvo que los controles son claves para tratar de evitar nacimientos antes de tiempo. Advirtió un crecimiento en la cantidad de prematuros tardíos

En el marco de la Semana del Prematuro, la doctora Carolina Bustamante, jefa del Servicio de Neonatología de Neoclínica, habló con Puntal sobre la importancia de trabajar para bajar el índice de nacimientos anticipados. A la vez, dijo que es necesario favorecer el ingreso irrestricto a las terapias intensivas para que los padres puedan acompañar a sus hijos.

-Después de dos años de pandemia, en el 2022 el Covid dio un respiro. Se recuperó la presencialidad, ¿qué evaluación se puede realizar con relación a la prematurez?

-El tema de los recién nacidos prematuros sigue estando vigente. Ha habido un aumento de nacimientos de prematuros tardíos, que son los bebés que nacen con menos de 37 de semanas, pero con más de 35. Durante la pandemia, el tema de la prematurez se mantuvo. Siempre tuvimos trabajo y nacimientos de alto riesgo. Los últimos datos que tenemos son del 2019 y marcan que los niños prematuros representan un 8,9% del total de los nacimientos. Hay que seguir trabajando para que esa cifra disminuya. Este año la línea de trabajo es el abrazo de la familia como terapia poderosa. Lo que se busca es poner en relieve la necesidad de incorporar a los papás durante más tiempo en las terapias intensivas. El contacto piel a piel de la mamá y el papá cambió mucho la evolución de los niños y es importante para su desarrollo posterior y la buena respuesta a los tratamientos que necesitan los bebés a largo plazo. Hay que promover el ingreso irrestricto a las terapias intensivas.

Se considera prematuro un bebé nacido vivo antes de que se hayan cumplido 37 semanas de gestación. En todos los casos, el control médico en centros especializados es clave para lograr un mejor desarrollo.

-El hecho de que un prematuro nazca en un centro equipado y con el recurso humano ideóneo marca la diferencia, ¿pero cuántos de esos chicos que nacen anticipadamente logran salir adelante?

-La mortalidad es mayor mientras menor sean las semanas de gestación. Asimismo, la probabilidad de una sobrevida sin secuelas también depende de la cantidad de semanas de gestación. Bebés de 25 o 26 semanas de gestación tienen una alta mortalidad, casi del 80%. A su vez, los que sobreviven tienen mayor posibilidad de secuelas (alrededor de un 50%), por eso se apuesta a tratar de continuar los embarazos, trabajando en forma conjunta con los ginecólogos, especialistas en diagnóstico por imágenes y neonatólogos para tomar la decisión correcta. Una semana adentro de la panza es un montón.

-¿Hay parámetros a tener en cuenta para evitar que un niño nazca prematuramente o es inevitable que eso suceda?

-El mejor parámetro es el control del embarazo. Si hay algún tipo de intervención que se pueda hacer para evitar ese parto prematuro, se puede realizar si se advierte en algún control previo. No hay una única cosa por hacer, más allá del control. Las mamás añosas, algo que se está dando con mayor frecuencia, al igual que las adolescentes, pueden tener partos prematuros. Los dos extremos no son buenos. Lo importante es estar en permanente consulta con el médico.

-Tiene varios años de carrera, ¿recuerda cuál fue el caso más difícil que logró sacar adelante?

-Llevo 20 años viendo bebés prematuros y no sé si puedo decir de alguno que haya nacido con un peso en particular. Lo que me alienta y me da ganas de seguir perfeccionándome es ver las ganas que le ponen estos bebés prematuros a seguir viviendo. En los últimos años he visto bebés muy chiquititos que lograron una sobrevida normal. Hoy los vemos crecer o que ya están en la escuela como niños completamente normales. Eso me da fuerzas para seguir. Se puede lograr que salgan adelante. Las terapias han ido cambiando y los resultados van mejorando.

Nicolás Cheetham. Redacción Puntal