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El Estado vacío y la teoría del espejo

Milei sueña con un Estado que no haga casi nada y les reclama un ajuste feroz a las provincias, que prestan los servicios. El planteo encendió las alarmas en Córdoba de cara al Presupuesto 2025

La cifra era inverosímil, ridícula. La lanzó Javier Milei, autocandidateado al premio Nobel de Economía, sin despeinarse:en su discurso de presentación del Presupuesto 2025, el Presidente conminó a las provincias a aplicar un ajuste de 60 mil millones de dólares. Como la Nación ya pasó la motosierra sin piedad, ahora se viene el turno de los gobernadores, fue el mensaje del libertario.

¿Por qué era estrafalario el monto? Porque implicaría, en los hechos, casi la liquidación de las provincias. En Córdoba comenzaron a hacer cuentas y señalaron públicamente que el planteo del jefe de Estado era disparatado porque dejaría a las gobernaciones, que prestan los servicios básicos, con apenas el 32 por ciento de las partidas que manejan actualmente: de 88 mil millones de dólares pasarían a sólo 28 mil.

Pero si bien el esquema que postuló Milei es, a pesar de sus autopercibidos méritos como economista, numéricamente inconsistente, refleja la sociedad que el libertario pretende configurar. En un tramo de su discurso afirmó que el Estado sólo debe dedicarse a asegurar la estabilidad macroeconómica, a las relaciones exteriores y al imperio de la ley. Todo el resto debe hacerlo el mercado o las provincias. Esas mismas provincias a las que pretende quitarle 7 de cada 10 pesos que actualmente destinan a educación, salud o seguridad y que apenas podrían sostenerse en pie. En consecuencia,el mercado se convertiría en el prestador principal de servicios esenciales, por supuesto para quienes puedan pagarlos.

Milei les exigió ese ajuste a los gobernadores al mismo tiempo que necesita abrir con ellos una negociación para tratar de sumar votos que encaminen al Presupuesto a su aprobación. El jefe de Gabinete, GuillermoFrancos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, conscientes del efecto de la palabra presidencial, se apuraron en hacer algo inusual:llamaron a los gobernadores y les dijeron que se quedaran tranquilos, que no le hicieran caso a Milei con sus 60 mil millones porque, en realidad, el ajuste debería ser de un tercio de esa cifra.

De todos modos, en Córdoba leyeron la apelación de Milei en clave política. Lo que les dijo el Presidente, sean 20 mil o 60 mil millones, es que en un año electoral pretende que el ajuste se mantenga pero que a los costos no los pague él sino los gobernadores. “Ya está pensando en las elecciones de 2025. Más casta no se consigue”, graficó un dirigente del PJ.

En ese contexto, ¿qué van a hacer los legisladores de Córdoba Federal, que responden al gobernador Llaryora y a Juan Schiaretti? ¿Están dispuestos a votar el presupuesto? La primera reacción no fue precisamente positiva:un comunicado que rechazó tajantemente el recorte feroz en las provincias. “El ajuste ya se hizo. Por eso pudimos sostener los boletos educativos, la obra pública, los programas sociales. Priorizamos y gastamos distinto”, dijeron desde Córdoba.

¿Cuál será su estrategia en el Congreso?El riocuartense Carlos Gutiérrez, diputado de Córdoba Federal, lanzó en los últimos días una pregunta con forma de sospecha:“¿Milei quiere realmente tener un Presupuesto para el año que viene o apuesta otra vez a reconducirlo y a gastar discrecionalmente?”, dijo. La conclusión del PJcordobés es que el Presidente está obligado a hacer el mayor esfuerzo posible para lograr que del Congreso salga un Presupuesto, aunque no termine siendo el que más le gusta. El FMI, del que Caputo espera el salvavidas de un desembolso, cuestiona la política cambiaria del Gobierno, reclama una devaluación del 25 por ciento y no estaría dispuesto a negociar un nuevo acuerdo sin una hoja de ruta.

El PJ provincial especula con que el Presidente deberá intentar sí o sí un acuerdo. Los bloques cordobesistas ya tienen definido que entablarán una negociación con el oficialismo nacional, en la que buscarán garantizarse la llegada de fondos para sostener programas y financiar obras. Lo harán aun con la desconfianza que les genera haber comprobado que Milei no cumplió con casi nada de lo que prometió en negociaciones anteriores.

El cordobesismo intentará introducir cambios en el proyecto pero también usará la discusión del Presupuesto como una instancia política. Aplicará lo que llama la teoría del espejo. A algunos de los postulados principales del Gobierno les opondrá una posibilidad distinta. Por ejemplo, cuando La Libertad Avanza sostenga que no hay plata para los jubilados o las universidades, le replicará que el régimen de Tierra delFuego, que fomenta la ineficiencia, se lleva el 1% del PBI para beneficiar a un puñado de empresarios, entre los que no casualmente se encuentra el apellido Caputo.

A su vuelta de Estados Unidos, Llaryora intensificó su diferenciación con el modelo nacional. Sin confrontar, declaró que debe haber equilibrio fiscal pero con la gente adentro. En el oficialismo cordobés repasan las encuestas y observan que Milei empezó a sentir más aceleradamente las consecuencias de su propio ajuste. En las últimas semanas, según sus mediciones, el libertario cayó 8 puntos en la provincia. El hecho central fue el veto a la fórmula jubilatoria y el festejo con asado y vino junto a los 87 héroes.

En el oficialismo provincial creen que ese deterioro y el malhumor que empezó a prevalecer en la gente -ayer la encuestadora Poliarquía señaló que julio fue muy negativo para el gobierno y que la paciencia parece haber entrado en crisis- explican la demora del Presidente en vetar la ley de financiamiento universitario. “Están asustados. No sólo por las encuestas sino también por la reacción que pueda generar”, especuló un dirigente del PJ provincial.

Mientras Milei duda, sus héroes revientan de convicción. Luis Picat, el radical cordobés que primero impulsó y votó la nueva fórmula previsional y después se dio vuelta para bloquear el aumento de 14 mil pesos para cada jubilado, declaró que el Presidente cuenta con él para desbaratar ahora la ley de financiamiento universitario. Picat, que tiene la fe de los conversos, ya se ganó el repudio de las agrupaciones estudiantiles de su propio partido.

En el peronismo provincial consideran que el tratamiento del Presupuesto también servirá para blanquear de manera definitiva quién está con Milei y su cruzada ajustadora. ¿Qué harán, por ejemplo, Rodrigo De Loredo y Luis Juez? El diputado viene enfrascado en sus propios enredos como jefe de su bloque. Con la fórmula jubilatoria quedó claro que o no conduce la bancada o negocia con el Gobierno por lo bajo.

En los últimos días, para tratar de recuperar iniciativa en terreno propio, De Loredo protagonizó un hecho político junto al líder delFrente Cívico, que pareció haber dejado los frenos en Buenos Aires.

Los dos opositores, también mirando a 2025, convocaron a una conferencia de prensa en la que anticiparon que pedirán el juicio político contra el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, una de las figuras extrapartidarias que incorporó Llaryora a su gabinete. Al ministro le enrostran la sucesión de escándalos y delitos protagonizados por policías. Juez y De Loredo lo tildaron de inútil, ineficiente e ignorante.

El gobierno provincial desestimó las críticas y señaló que los delitos de algunos policías se deben a inconductas personales. En realidad, que cada semana haya un agente encarcelado no es ni tranquilizador ni reconstruye la imagen de la fuerza ante la gente. Además, algunos de ellos son jefes y, por lo tanto, sí representan a la Policía en su conjunto.

Pero en la maniobra de De Loredo y Juez existe una mezcla de razones. Por un lado, los opositores intentan desgastar a la gestión de Llaryora en un tema muy sensible socialmente y que el gobernador fijó como prioridad. Pero también hay cuestiones personales:Juez, que tuvo a Quinteros como uno de sus dirigentes principales en el Frente Cívico, ahora descubrió sus defectos. “Cuando estaba con nosotros también era un inútil pero no le hacía mal a nadie”, argumentó. Curioso criterio de construcción política desde la oposición.

En un tramo de la conferencia, a Juez, que acusó a Quinteros de standupero, como si él mismo no se pasara la vida contando chistes en los canales porteños, lo traicionó su incontinencia. Reveló que habló con Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, para abrirle los ojos y pedirle que deje de mostrar buena sintonía con Quinteros porque es un desastre. “Pero no puedo dejar de coordinar con los ministros”, le respondió, increíblemente sensata, Bullrich, según contó el propio senador.

Es decir, Juez, quien busca insistentemente la gobernación, intentó cortar la colaboración entre la Nación y la Provincia para mejorar la seguridad en Córdoba. Es el mismo senador que, cuando se debatió la ley jubilatoria, votó expresamente en contra de un artículo que obligaba a la Anses a saldar la deuda con las cajas previsionales provinciales y garantizaba, por lo tanto, los fondos para los jubilados cordobeses.

Juez habla tanto que no parece ser consciente de que mientras ametralla va dejando caer confesiones que no lo dejan precisamente bien parado ante los votantes que desea conquistar.