Antes del comienzo de la pandemia de Covid-19, el trabajo en remoto era solo una aspiración para la mayoría de los trabajadores, ya que las empresas, acostumbradas a la presencialidad, no veían viable que sus empleados no estuvieran físicamente en la oficina.
El trabajo remoto, en sus inicios, era ejercido en casos puntuales y excepcionales. Sin embargo, la pandemia fue un punto de quiebre en este modelo laboral y forzó a empresas, instituciones y organizaciones de todos los sectores, a repensar sus modelos de trabajo. A este fenómeno se le sumaron los avances tecnológicos y la globalización, que ayudaron a modificar la forma en que entendemos y llevamos a cabo el trabajo. Esta evolución también está atravesada por cambios culturales y por desafiar la idea de que la productividad está ligada a estar físicamente en el lugar de trabajo. Hoy, muchos años después de la pandemia, este modelo de trabajo quedó instalado.
Trabajo remoto en Argentina
En este mundo digital que sigue sorprendiéndonos y que avanza a pasos agigantados, las oportunidades laborales son muchas y de lo más variadas, haciendo que cada vez sean más los trabajadores remotos en nuestro país.
Según Randstad Workmonitor, un estudio que revela las expectativas, estados de ánimo y comportamiento de los trabajadores en 34 países, incluyendo a Argentina, reveló que en nuestro país el 33% de los argentinos cree que el trabajo remoto es innegociable.
El trabajo desde casa se ha convertido para los argentinos en un aspecto central que garantizaría un mayor equilibrio entre la vida personal y laboral, al punto de que el 35% de los encuestados aseguró que no aceptaría un trabajo que no le brinde esta flexibilidad.
De acuerdo con el estudio “People at Work 2022: A Global Workforce View”, llevado adelante por ADP Research, publicó que más del 60% de los participantes argentinos de este relevamiento, buscaría otro empleo si su empresa lo forzara a trabajar nuevamente de manera 100% presencial.
Otra encuesta realizada por Microsoft y la Universidad de San Andrés reveló datos similares, más del 70% de los argentinos prefiere trabajar de forma híbrida, combinando home office y jornadas en la oficina.
Beneficios del trabajo remoto
Es importante aclarar que no todos los trabajos y puestos pueden adaptarse a esta nueva modalidad. En algunas empresas hay funciones que en ningún caso se pueden realizar a través del trabajo remoto, por ejemplo, la que desarrollan los operarios en una fábrica. Sin embargo, sí hay otras áreas, como las administrativas, que podrían realizarse en modo remoto si se hiciera una buena planificación. Dicho esto, los beneficios tanto para el empleado como para el empleador son varios.
- Con el trabajo remoto se eliminan los desplazamientos, por lo que las personas están ganando un tiempo muy valioso que pueden dedicar a sí mismas y a su familia.
- La capacidad de establecer sus propios horarios de trabajo es una de las mayores ventajas, permitiendo adaptar la jornada laboral a tus ritmos naturales.
- El empleado dispone de más libertad para gestionar su tiempo. Esta libertad hace que las personas se sientan más contentas con su estilo de vida y rindan más en el trabajo.
- La motivación laboral, entendida como el deseo de una persona de esforzarse más a nivel profesional, crece cuando al empleado se le da la posibilidad de trabajar fuera de la oficina.
- Si bien el trabajo remoto ha ido ganado terreno, muchas empresas están optando por un enfoque más flexible, que combina días de trabajo en la oficina con días en casa. Este enfoque permite mantener la flexibilidad y la autonomía del trabajo remoto, sin perder la relación presencial.
- Se da también una importante reducción de costos operativos y permite la ampliación del acceso al talento global.
- Las oportunidades laborales son mucho más amplias, pudiendo aplicar en puestos de trabajo de cualquier parte del mundo.
Trabajo remoto y sus desventajas
Si lo pensamos desde la comodidad, la administración de los tiempos y el inmenso abanico de posibilidades que nos ofrece el trabajo remoto, no podríamos concentrarnos en los aspectos negativos. Sin embargo, los hay.
Una de las principales complejidades que ha generado el trabajo remoto es la dificultad para encontrar el equilibrio entre la vida personal y la vida profesional. Para muchas personas, la sensación de estar trabajando todo el día y no poder cortar con la jornada laboral se hizo presente, siendo una de las consecuencias más negativas de esta modalidad. Por ello establecer y respetar los límites entre el trabajo y la vida personal, son fundamentales. La implementación de rutinas, como momentos designados para el ejercicio físico y las pausas activas, no solo mejora nuestro bienestar físico, sino también nuestra salud mental.
Por otro lado, el trabajo remoto ha reducido significativamente nuestra actividad física diaria, y ha aumentado las molestias en cuello y columna.
Otra desventaja de esta modalidad de trabajo es la falta de interacción cara a cara, esto puede dificultar la comunicación efectiva entre los equipos y los líderes, lo que lleva a malentendidos y falta de alineación en los objetivos y estrategias.
El trabajo remoto es una realidad que llegó para quedarse. Es una nueva forma de trabajar que ha demostrado no ser una moda pasajera, ya que ha logrado transformar la forma en que vivimos y trabajamos.