El exembajador en España, Ricardo Alfonsín, cuestionó duramente a Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), por su apoyo explícito a La Libertad Avanza (LLA) de cara a las próximas elecciones de medio término, calificando su intervención como una "grave injerencia en los asuntos internos" de Argentina.
"Las declaraciones de la titular del FMI constituyen una intervención directa en un proceso electoral nacional", expresó Alfonsín, quien consideró el hecho como un acto de injerencia sin antecedentes recientes.
En ese sentido, calificó de "inadmisible" la actitud de Georgieva y sostuvo que tanto dirigentes políticos como instituciones comprometidas con la soberanía del país deberían manifestar su rechazo de forma contundente.
Alfonsín también advirtió que los países más poderosos del mundo suelen ejercer presión sobre las naciones en desarrollo para imponer decisiones que favorezcan sus propios intereses. En esa línea, describió al FMI como una herramienta funcional a los grandes poderes económicos y financieros internacionales.
Además, hizo un llamado a la ciudadanía para estar atentos durante el proceso electoral, señalando que muchas veces las campañas carecen de propuestas legislativas claras, lo que dificulta a los sectores populares identificar qué políticas los favorecen o perjudican.
"Una forma de saber qué propuestas no nos convienen es observar cuáles son las que respaldan las grandes corporaciones. Si ellos las apoyan, probablemente no sean favorables para la mayoría", subrayó.
Según Alfonsín, los intereses de las corporaciones multinacionales distan de los de los sectores trabajadores, y el apoyo del FMI al actual gobierno tendrá consecuencias negativas para los más desfavorecidos.
Remarcó también la relevancia de las elecciones legislativas, afirmando que aunque no se elija al presidente, está en juego el equilibrio del Congreso. "El oficialismo buscará consolidar una mayoría parlamentaria para profundizar su modelo, que es conservador, elitista y autoritario", alertó.
Finalmente, instó a las fuerzas progresistas a construir consensos que permitan frenar reformas que, a su juicio, afectarán gravemente a la clase trabajadora. Entre ellas, mencionó una posible reforma laboral regresiva, el cierre de universidades públicas y la privatización del sistema previsional.
"Van a intentar cambiar el sistema impositivo para que los que menos tienen terminen pagando más que las grandes empresas. Estas son las cuestiones que debemos debatir y resolver desde la oposición", concluyó.
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