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Sierra: "Aunque haya una Niña débil, el agua va a estar muy justa este año"

El especialista en agrometeorología destacó que hay una fase negativa de lluvias que dominará la próxima campaña

Después de La Niña de la campaña pasada, ¿viene una nueva etapa de escasez de lluvias, especialmente en la zona núcleo? ¿Qué le deparará a Córdoba en general? Es lo que intentan saber por estos días los agricultores para planificar con la máxima precisión posible la próxima siembra gruesa que aparece ya otra vez en el horizonte.

El especialista en agrometeorología, y una de las voces más escuchadas por parte de los productores, Eduardo Sierra, no duda en destacar que “tenemos un panorama con limitaciones para la producción pero no sólo es La Niña, sino que en 2007 y 2008, cuando se produjeron las grandes sequías que afectaron tanto al oeste de Córdoba, empezó una fase negativa del ciclo de lluvias en Sudamérica”, explicó.

¿Es una tendencia continental?

El continente tiene largas fases negativas y positivas de lluvias en las cuales se mantienen durante décadas por debajo del promedio. Por ejemplo, de 100 años, 60 estamos por debajo del promedio y 30 o 40 encima. Las últimas fases fueron secas, muy largas, que comenzaron en 1929 cuando se declaró la sequía en Sudamérica que afectó al nordeste brasileño y también a Argentina y Paraguay, además del Midwest norteamericano con grandes voladuras de polvo que fue uno de los puntos que desembocó en el martes negro de Wall Street de 1929. Esa tremenda fase negativa con inviernos muy fríos y veranos tórridos duró más o menos hasta 1975. Después hasta 2006 fueron casi 30 años de fase positiva, con más preocupación por las inundaciones, como la de Santa Fe, por ejemplo. Y ahora, estamos nuevamente en fase negativa por lo que estamos en promedio por debajo de la marca histórica.

¿Qué sucede cuando sobre esa fase negativa que tenemos aparece El Niño o La Niña?

Cuando hay Niño, dentro de esta fase negativa, como fue 2015-16 llueve más que el promedio, pero no tanto. En el caso de Río Cuarto, suelen ser malos porque está en zona Niña, igual que el noroeste argentino y Cuyo. En La Niña entra humedad desde la Amazonia brasileña por Bolivia, el NOA y hasta Río Cuarto. Por eso en las Niñas suele andar bien esa zona.

¿Y estamos ante un escenario de Niña nuevamente?

El problema de este año más que La Niña es la fase negativa porque no hay mucha Niña. Probablemente no llegue a ser como el año pasado. Lo que sí están muy fuertes son los vientos polares que llegaron después de muchos años, desde 1975, que afectaron hasta Brasil, donde vimos imágenes muy poco frecuentes. Eso no es ni Niña ni Niño, son los vientos polares que acompañan la fase negativa.

¿Y entonces?

Entonces este año viene problemático porque estamos en fase negativa y un poquito de Niña. Tenemos invierno severo, muy seco, que son malas señales que se suman a una tormenta de Santa Rosa que se anticipa muy débil. Ese es un indicador climático, porque una Santa Rosa buena anticipa buena primavera de lluvias; en cambio, una débil, nos dice “cuidado con la primavera” porque las cosas vienen por debajo del promedio. Con esto le estoy contando que será una temporada con algo de limitación en todo el país y aunque es una Niña, esto no va a ser una gran ventaja para la zona de Río Cuarto. Porque al estar en fase negativa queda en la zona más afectada que es el interior, a donde no logran llegar los vientos húmedos del Atlántico. Entonces, sin decir que es un problema muy serio, sí que estamos en un invierno severo, con suelos desprovistos de humedad. El productor tiene que hacerse un plan para un año con limitaciones.

¿Y en lo inmediato?

Tenemos agosto que seguirá seco y septiembre que empieza muy tranquilamente a incrementar las precipitaciones. Después, octubre y noviembre vienen bastante bien y van a reponer en buena medida los contenidos de humedad en el suelo. Pero se anticipa un verano malo de precipitaciones. Entonces, si miramos la primavera vemos que llega humedad, por el oeste, por el NOA, y Río Cuarto puede estar mejor que otras zonas. Pero hacia el verano empieza a fallar la entrada de humedad al interior. Es posible que la zona de la ruta 9 esté más seco que Río Tercero y Río Cuarto, pero no va a sobrar nada.

¿Será peor que la campaña previa?

Es difícil asegurar esos matices. Va a estar en el rango, por ahí un poquito por encima o por ahí un poquito por debajo. Pero va a estar en ese rango del año pasado, cuando esa zona del centro oeste de Córdoba estuvo mejor que el resto. Y hay que tener en cuenta que por ahí años no muy lluviosos son mejores que años lluviosos porque no hay problemas de enfermedades, ni de mojado, la maduración es mejor. Aparece como una zona en equilibrio, apenas verde digamos en términos de semáforos.

¿En cuanto a la temperatura qué puede ocurrir?

Vamos a tener todavía alguna entrada más de vientos fríos, aunque yo no veo heladas y en ese sentido estamos mejor que el año pasado porque las últimas se registraron en la segunda mitad de agosto. Este año aparentemente habrían terminado. Y la entrada de aire polar que vendrá no sería tan fuerte. Pero al mismo tiempo como tenemos bastante seco el Oeste Paraguayo y nuestro Chaco, eso funciona como una fábrica de aire cálido y seco muy terrible, por lo que después de la ola polar vendrá otra ola de calor muy fuerte que nos va a secar más los suelos y puede ser mala para los cultivos de invierno, que se preparan para su etapa reproductiva, aunque por suerte están rustificados por los fríos.

¿Por todo lo que dijo, siembras tempranas no son recomendables este año?

Yo diría que son riesgosas. Porque cada uno debe resolver en base a su situación particular. Eso ya depende más de los agrónomos de campo, del que está en el lote. No creo que haya heladas tardías, pero sí lo que puede faltar es el agua. Entonces lo que hay que ver es el campo. Si yo fuera asesor de campo estaría recorriendo los lotes, haciendo un pocito para ver hasta dónde tengo humedad.