En el trabajo sobre productividad y calidad de la soja en la zona núcleo, realizado por técnicos del Inta Marcos Juárez, confirmó lo que muchos productores mostraron desde el inicio de la cosecha: granos verdes y dañados en mayor proporción que la media histórica. En la valoración del informe se remarca que “los rubros grano dañado y verde dieron promedios de 10,1% y 8,2% respectivamente superando en ambos casos la base de recibo”.
A lo largo del ciclo de cultivo, la soja tuvo que afrontar una severa restricción hídrica y estrés térmico con temperaturas elevadas de larga duración que superaron ampliamente las medias previstas para la época del año. También se registraron algunas heladas tempranas que afectaron al cultivo dejando fuera de juego 1,67 millones de hectáreas, con pérdida total de lotes, incluso habiéndose sembrado 150.000 hectáreas más. “De abril a mayo la soja cayó en 200.000 toneladas. De esta manera habrá un 80% menos de soja de lo que se esperaba producir a principios de la campaña siendo ésta la producción más baja de los últimos 15 años”, recordaron los expertos del Inta.
Además, destacaron que la campaña tuvo como característica, sobre todo al comienzo de la cosecha, un gran porcentaje de grano verde. Este es el resultado del estrés hídrico sumado a los golpes de calor con baja humedad durante la etapa de llenado de grano. “Estas condiciones propician la deposición de la clorofila dando un grano coloreado en diversas tonalidades de verde. Este pigmento es difícil de extraer y agrega costos en los pasos de industrialización sobre todo para la industria aceitera donde no se desea que queden vestigios del pigmento”, indicaron.
Debido a esta problemática la cadena de la soja con todos sus participantes intervinientes debieron flexibilizar la tolerancia y recibo excepcionalmente del grano, con la salvedad de la exportación donde no se cede con los porcentajes de tolerancia que imponen los compradores.
Vale recordar que la norma de comercialización vigente para soja establece como base de recibo y tolerancia para grano verde un 5% y 10% respectivamente. El promedio de las muestras analizadas fue de 8,2 %, superando la base de comercialización. “Con los valores obtenidos para la soja de primera recolección respecto de la de segunda se evidencia cómo mejoró este rubro con el correr de los días del cultivo en el campo, donde en un comienzo los valores fueron altos, según comentarios de personal de los acopios recibieron muestras con rangos de 3% a 80% de grano verde, luego estos valores se fueron atenuando”, añadieron.
En este sentido algunos resultados particulares donde se obtuvieron altos valores de grano verde fueron: 59% en Marcos Juárez, 37,3% en Carcarañá y 36,2% en San Genaro.
Pero según la misma norma, para grano dañado establece un 5% para recibo y tolerancia. Sin embargo, en esta campaña el porcentaje promedio fue de 10,1%. La soja de primera arrojó un valor promedio de 11,5% y el de la soja de segunda fue de 8,6%, en todos los casos superaron el porcentaje de tolerancia y recibo establecido por la regla. Resaltan en este rubro por los valores obtenidos localidades como: Arteaga (46,9 %), Laspiur (42,5 %) y La Laguna (29,6 %).
En cuanto a la humedad, los granos se cosecharon secos con un promedio que fue de 11,6%, ubicándose dentro del rango de tolerancia de recibo que es de 13,5%. El porcentaje promedio en soja de primera fue de 10,9% y en soja de segunda fue de 12,3%.
“En los análisis de calidad comercial se incluyeron los parámetros peso hectolítrico (PH) y peso de mil granos (P1000) que, a pesar de que no están incluidos en el estándar de comercialización de soja, brindan información sobre características del grano, condiciones de llenado de los mismos, etc”, explicó el informe del Inta.
El PH es una medida de la calidad en la cual influye el tamaño de los granos, uniformidad, forma y densidad. En la presente campaña el promedio de soja de primera fue de 71,8 kg/hl y 71,6 kg/hl en soja de segunda, con un promedio general de 71,7 kg/hl, mismo valor que la campaña precedente. El rango obtenido en las 134 muestras estuvo entre 67,6 y 74,0 kg/hl.
En tanto, el P1000 junto al número de granos son componentes del rendimiento y están condicionados fuertemente por la genética y el ambiente. En esta campaña el P1000 fue significativamente menor que los valores obtenidos en la campaña anterior, esto es evidencia de la fuerte influencia del ambiente sobre el cultivo ante el estrés calórico de gran magnitud que se dio durante los meses de verano.