Fuentes de la Policía Científica de la provincia de Buenos Aires informaron que el cuerpo se encontraba cubierto con una frazada, en posición decúbito central y con las piernas semiflexionadas sobre una laguna de sangre.
Villarreal fue estrangulada con un cable en la vivienda que compartía con su esposo, de 40 años, en Tres Arroyos, a unos 140 kilómetros de Necochea.
De acuerdo con el informe, la víctima vestía una calza negra, zapatillas deportivas blancas, remera gris y campera color rosa, al tiempo que presentaba una herida punzo cortante en región infrahioidea, horizontal (zona del cuello debajo del hueso hioides).
Los especialistas tomaron fotografías de un spray hemático en el zócalo y la pared del living comedor de la vivienda, de manchas hemáticas en un silla, mientras que se secuestró una cuchilla tipo carnicero.
El reporte agrega que se realizaron dos hisopados, uno de ellos sobre un presunto tejido hemático en la hoja del arma blanca y otro análisis de células epiteliales sobre el cabo de la cuchilla.
Además, se incautaron prendas pertenecientes al imputado como las zapatillas, pantalón de trabajo azul, chomba de piqué azul y un buzo azul de algodón.
Tras asesinar a Rocío, Del Archiprete salió de su domicilio al mando de una Renault Duster y, al llegar al paraje San Cayetano, mató a sus dos hijos: Tiziano, de ocho años, y Francesco, de cuatro.
Posteriormente fue hacia la ruta y en el kilómetro 69 se arrojó debajo de un camión Mercedes Benz, cuyo conductor fue demorado, aunque se comprobó que no tuvo responsabilidad en el hecho.
A pocos metros, los efectivos policiales hallaron la camioneta y los cuerpos de los dos menores.
La causa, caratulada como "Homicidio seguido de suicidio", quedó a cargo de la UFI Número 3 de Necochea, cuyo personal continúa trabajando para reconstruir los hechos. En tanto, la UFI Número 6 de Tres Arroyos inició la investigación por la muerte de Villarreal.