Tres sujetos (un hombre de algo más de 60 años, otro de unos 40 años y una mujer de 30) golpearon la puerta de la vivienda de calle San Juan al mil y dijeron que venían “para tirarse las cartas”, mientras amenazaron con un arma de fuego al hombre y comenzaron a golpearlo para entrar a la casa.
Mientras Eduardo, de 62 años, abría la puerta para recibir a dos personas, que aparentemente tenían turno para las 18 del miércoles para una consulta con la mujer que hace más de cuarenta años realiza su trabajo de tarotista, un tercero le pegó un culatazo en la cabeza, lo tiraron al piso para reducirlo y le ataron las manos con un cable.
Uno de ellos se quedó con Eduardo mientras le exigía que le diera el oro, los otros dos delincuentes fueron hasta una habitación donde estaba Susana Fernández con una clienta y comenzaron a pedirle el oro. “Dame el oro, queremos el oro”, repitieron varias veces los asaltantes mientras la mujer golpeaba violentamente en el rostro a Susana.
“No tengo oro”, relató la damnificada a PUNTAL entre lágrimas, al señalar que es la primera vez que es víctima de un hecho de inseguridad.
Tras desistir de los golpes, la asaltante comenzó a revolver una habitación de la casa en busca de oro, mientras Susana insistió que “el oro estaba en una caja fuerte en el Banco Nación”.
Susana explicó que de un bolso le sacaron 300 mil pesos de la jubilación que había cobrado el martes, mientras que a la clienta que había ido a realizar una consulta espiritual le llevaron cerca de 200 mil pesos, también del cobro del haber jubilatorio.
En tanto, a Eduardo le sacaron tres relojes, uno de ellos enchapado en oro, un anillo de oro, una notebook y 1.800.000 pesos que tenía en ese momento para pagar algunas cuentas.
También se llevaron los teléfonos celulares de las tres personas que estaban en la vivienda del barrio Buena Vista.
En diálogo con PUNTAL, Susana y Eduardo relataron la hora de terror que sufrieron en la tarde del miércoles, al señalar que hubo un entregador que les dio “un dato falso” que tenía oro en la casa.
Desde la Policía aseguran que la investigación está encaminada, con pistas firmes para dar con los autores del violento asalto a la tarotista, su pareja y la clienta.
Remarcaron que después de la pandemia y ante la ola de inseguridad, decidieron guardar el oro en una caja de seguridad del banco.
Eduardo explicó que la mujer y el menor de los ladrones recibían órdenes del hombre mayor; todos actuaron con la cara descubierta.
Fue una hora de terror para la pareja de Susana y Eduardo y la amiga, no solamente por los golpes sino por el temor que representaba que un sujeto los estuviera apuntando constantemente con un arma de fuego.
Los delincuentes revisaron muebles, vaciaron cajas, revolvieron todo la casa sin encontrar el oro que buscaban.
Eduardo relató que le advirtieron a los delincuentes que “estaba por llegar la hija, el yerno y la nieta”, a lo que le respondieron “no me hagas enojar porque te la mato”.
“Antes de irse, agarraron una botella de whisky, del más caro que estaba en la mueble del living”, relató Eduardo, un excomerciante de la ciudad de Córdoba que hace más de una década que está radicado en la ciudad en busca de mayor seguridad.
Las víctimas sospechan que los delincuentes actuaron con algún dato previo, ya que una mujer se había presentado la semana pasado en la casa y como no estaba Susana le dieron su número de teléfono, al que se comunicaron para un turno el miércoles a la mañana y luego lo postergaron para la tarde.
Los vecinos del ese sector del Buena Vista están asombrados por el violento asalto registrado en la tardecita del miércoles, particularmente por la característica de la banda que cometió un nuevo hecho de inseguridad.