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6 consejos para una buena salud intestinal

"Somos lo que comemos" todos hemos escuchado esto alguna vez. Sin embargo ¿somos realmente conscientes de ello? ¿Cuidamos lo que comemos para cuidar nuestra salud?

Nuestro intestino constituye una de las principales vías de conexión con el mundo que nos rodea. Gracias a él obtenemos los nutrientes, energía y demás componentes que cada parte de nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Por otra parte, se encarga de defendernos e impedir la entrada de distintos agentes que puedan alterar nuestra salud.

Dentro de él encontramos una gran cantidad de microorganismos, normalmente conocidos como “microbiota intestinal”, un universo microscópico que colabora no solo con la salud intestinal, sino también general de todo nuestro organismo. Esta microbiota crece y se nutre gracias a lo que incorporamos con los alimentos, por lo que cuidar nuestra alimentación es crucial.

Ahora, veamos algunos puntos clave para tener en cuenta en el día a día para cuidar nuestra salud intestinal:

1. Disminuí los productos refinados y ultraprocesados: en general aportan altas cantidades de azúcares, ingredientes artificiales y escasa cantidad de fibra, por lo cual perjudican el desarrollo de una microbiota beneficiosa, generan distensión abdominal y entorpecen el tránsito intestinal. Dentro de ellos podemos nombrar: galletitas, golosinas y dulces, cereales para el desayuno, gaseosas y jugos, nuggets, productos de copetín, barras de cereales, azúcar, aderezos, entre tantos otros.

2. Aumentá el consumo de frutas y verduras: gracias a su alto contenido en fibra dietética ayudan a prevenir o tratar la constipación, mantener las paredes intestinales fuertes y promover el desarrollo de una microbiota beneficiosa. Por otra parte, el aporte de antioxidantes ayuda a combatir el daño que provocan los radicales libres de oxígeno y a disminuir la inflamación. Es importante incorporar gran variedad de ellas todos los días para poder aprovechar la amplia gama de nutrientes y antioxidantes que nos ofrecen.

3. Incorporá alimentos prebióticos: vegetales como achicoria, espárragos, puerro, ajo, cebolla y alcaucil, cereales como la cebada y trigo integral o las legumbres son particularmente ricos en prebióticos, una sustancia que favorece el crecimiento de la microbiota que ha demostrado tener beneficios en nuestra salud

4. Incorporá probióticos: el yogur y kéfir, son especialmente ricos en aquellos microorganismos que han demostrado ser fundamentales para una buena salud. Algo importante es elegir un yogur natural (o hacerlo en casa), ya que normalmente los que adquirimos en el súper tienen altas cantidades de azúcares y aditivos.

5. Menos antibióticos: el uso innecesario de antibióticos elimina las bacterias no deseadas y las beneficiosas también, por ello deberíamos recurrir a ellos solo en situaciones realmente necesarias.

6. Bebé suficiente cantidad de líquido: incorporar la cantidad de líquido necesaria a diario es fundamental para favorecer en tránsito intestinal, así como facilitar un correcto funcionamiento de todas nuestras células y órganos. No debemos esperar a tener sed para beber y debemos elegir fundamentalmente agua y alejarnos de jugos, gaseosas y bebidas alcohólicas.

Por Lic. en Nutrición Bárbara Collosa. MP 4081.