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Cosmética natural: aceites vegetales

La cosmética natural sigue siendo pionera en el desarrollo de productos sostenibles con el medioambiente y por ser libres de químicos en sus fórmulas, siendo los aceites vegetales los favoritos en el rubro, ofrecen muchos beneficios en el cuidado de la piel

La cosmética natural son productos cosméticos orgánicos, sostenibles y respetuosos con tu piel y con el medioambiente. Se trata de productos cosméticos que incluyen principios activos provenientes de plantas, flores, semillas y minerales que respetan tanto el medio ambiente como la piel de quien se lo aplique. Estos cosméticos, se diferencian de la cosmética tradicional porque no usan ingredientes químicos y sintéticos que pueden alterar la piel y no son sostenibles con el medio ambiente.

Los principios de cosmética natural son extraídos teniendo en cuenta los ciclos de la naturaleza y las estaciones del año para generar el menor impacto posible. Dentro de este rubro, los aceites vegetales, son elementos que han cobrado mayor importancia en estos últimos años cuando hablamos de cuidado de la piel. Los aceites para la piel y el cabello se han utilizado durante siglos como una forma natural de cuidar nuestro cuerpo. Generación tras generación se han hecho eco de sus diversas cualidades hidratantes, protectoras y antibacterianas. Hoy te contamos como incorporarlos a tu rutina de belleza y que aceite es mejor usar según tu tipo de piel.

Aceites vegetales

Los aceites vegetales son líquidos más o menos espesos, extraídos de flores, plantas y semillas oleaginosas por presión en frío. En su mayor parte están constituidos por ácidos grasos saturados e insaturados. Además, poseen ácidos grasos esenciales como el omega 3 y 6, a la vez que también aporta vitaminas A y E, así como otros componentes. Tiene una textura oleosa y untuosa, siendo sus principales funciones la de nutrir y regular la grasa de la piel.

Aceites vegetales según tu tipo de piel

Los aceites vegetales, hidratan a mayor profundidad la piel, que las cremas. Son la alternativa más natural, ya que su fórmula es a base de mezclas de ingredientes naturales. Hidratan de manera profunda y pueden solventar otros problemas o cuidados más específicos en la dermis. Para elegir el aceite vegetal ideal, es fundamental identificar primero nuestro tipo de piel.

PIELES SECAS

- Aceite de almendras. Este aceite es conocido por sus efectos calmantes y suavizantes sobre la piel seca y sensible. Es emoliente, nutre y repara la epidermis además de protegerla de la sequedad cutánea.

- Aceite de palta. Obtenido de la pulpa de la palta, este aceite nutre, suaviza y repara la piel delicada. Utilizado como cuidado preventivo, protege contra las agresiones externas como el viento y el frío, incluso tiene propiedades antienvejecimiento.

- Aceite de borraja. Este aceite ayuda a calmar la piel sensible y propensa a las molestias. Mantiene la película hidrolipídica de la piel, devuelve elasticidad y tonicidad a la epidermis además de repararla.

PIELES SENSIBLES

- Aceite de caléndula. Este aceite está recomendado para pieles sensibles, irritadas e incluso enrojecidas por el sol. Sus propiedades calmantes y revitalizantes ayudan a combatir la inflamación de la piel y las molestias epidérmicas. Profundamente nutrida, la piel recupera flexibilidad y suavidad al tacto.

PIELES GRASAS

- Aceite de jojoba. Este aceite es reconocido por sus propiedades reguladoras y su tacto penetrante y nutritivo, que no deja una película grasa en la superficie de la piel. Es aliado ideal para las pieles grasas ya que reduce el exceso de sebo y otros problemas antiestéticos. Suavizante, también previene los signos de la edad y previene la deshidratación de la piel.

PIELES MIXTAS

- Aceite de dátiles. Este aceite nutritivo y suavizante permite una buena hidratación de la piel sin engrasarla nunca en exceso. Rico en antioxidantes, también ayuda a luchar contra los radicales libres.

PIELES MADURAS

- Aceite de argán. Rico en vitamina E, este aceite es conocido por sus propiedades nutritivas y regeneradoras. Su alta concentración en antioxidantes le confieren altas propiedades antienvejecimiento. Ayuda a combatir las arrugas y las líneas finas, así como las manchas y la flacidez de la piel. Además, neutraliza los radicales libres y protege de las agresiones externas.

- Aceite de rosa mosqueta. La riqueza de este aceite en vitamina E y betacarotenos le confieren propiedades suavizantes, antioxidantes y antienvejecimiento. Frena la aparición prematura de arrugas, manchas y otros signos de envejecimiento cutáneo. Su contenido en ácidos grasos esenciales le confiere propiedades reparadoras, regeneradoras y reestructurantes.

PIELES ATÓPICAS

- Aceite de camelina sativa. Rico en omega-3 y vitamina E, este aceite es ideal para tratar y calmar las pieles sensibles con tendencia atópica. Gracias a su acción, la piel recupera su elasticidad y el cutis se revitaliza.

Si bien podemos identificar qué tipo de piel tenemos y con ello elegir cuáles son los aceites adecuados que mejor nos sentará, será tu dermatólogo o esteticista quien te diga cuál tipo de aceite usar, de qué manera y las cantidades más adecuadas.

¿Cómo aplicarlos?

Los aceites se aplican en una piel limpia y se deben masajear por varios minutos, siempre de forma circular y de abajo hacia arriba hasta que la piel lo absorba completamente. Puede ser por la mañana, antes de irse a dormir o incluso recién salida de la ducha, con la piel ligeramente húmeda, esto hará que su absorción sea mejor.

Por Julieta Varroni