Si bien en marzo se preveía que la producción total de granos alcance 137,6 millones de toneladas para el nuevo ciclo y se erija como la campaña de segunda mayor producción, con este recorte en la estimación maicera el volumen total cae a 131,1 millones, quedando así por debajo incluso de otros guarismos anteriores.
A este panorama de menor producción se le suma la caída en los precios internacionales de los principales productos de exportación del agro argentino, que desde principios de este año siguen un derrotero bajista y hacen mella en las proyecciones de exportación para el año que corre.
En números
De hecho, considerando sólo los cinco principales complejos del agro (soja, maíz, trigo, girasol y cebada), la proyección de exportaciones para el 2024 perfora los US$ 30.000 millones y se ubica en US$ 29.300 millones. Si bien esto implica una recuperación de US$ 5.700 millones, el valor de lo exportado por estos productos quedaría US$ 1.700 millones por debajo del promedio del último lustro.
Es necesario considerar que en la estimación de despachos al exterior del año calendario 2024 impactan dos campañas por cada cultivo. En el caso los cultivos de invierno, impacta la producción del ciclo 2023/2024 y la 2024/2025. En el caso de los cultivos de verano impactan en las exportaciones 2024, los resultados productivos de los ciclos 2022/2023 y 2023/2024. Se trata de estimaciones de exportaciones por año calendario (enero a diciembre de cada año)
Si se toman las exportaciones por campaña comercial y además se suman otros productos del agro (otros granos y derivados), la estimación para la campaña 2023/24 alcanza US$ 30.700 millones, una caída de US$ 800 millones respecto de la estimación anterior.
Si bien este guarismo significaría una recuperación de US$ 5.700 millones entre campañas, quedaría igualmente por debajo de los valores obtenidos en los ciclos previos 2020/21 y 2021/22, producto del derrumbe de precios internacionales.