Por Elina Caballero (*) para Salud & Ciencia
El libro con el que estudié arranca así: “La desprogramación neuroemocional de las enfermedades se ubica dentro de un todo que comprende aquello que concierne a la Mecánica Emocional Evolutiva, en la que todo ser responde a leyes precisas de evolución espiritual, psíquica, cerebral y corporal. Engloba la relación de las emociones con los tres últimos elementos (…). Psique, cerebro biológico y cuerpo funcionarán exactamente igual, independientemente de las convicciones filosóficas, religiosas o espirituales”.
Porque eso somos, y así nos vemos desde la Bio, como seres complejos, interconectados con todo, lo que nos pasa por dentro (emociones, comida, microrganismos como virus y bacterias, etc) y lo que nos rodea (familia, trabajo, la gente que circula por la misma carretera que nosotros, etc). Nuestro cerebro es la “computadora” que analiza todo y luego envía las ordenes a ejecutar, ordenes precisas; la ejecución de esa orden es lo que nuestro consultante nos va a relatar que le pasa (un tumor, una infección, un accidente, un despido, etc), y lo que hacemos en la sesión es todo el recorrido hacia atrás en la línea temporal para descubrir qué fue lo que lo desencadenó, cuál fue la información que el cerebro interpretó para dar esa solución.
Porque tal como lo lees, para la Bio, todo lo que te ocurre hoy de doloroso no es más que la solución que encontró nuestro cerebro biológico a ese problema que vivenció el cuerpo. Acá no valen la visión normal que tenemos sobre ciertos eventos, como que un tumor maligno es algo malo de padecer, o que un despido es algo que está mal, porque nuestro cerebro biológico, que piensa en términos primitivos de supervivencia, va a buscar siempre que prime la supervivencia de la especie por sobre la individual.
Veamos algunos ejemplos:
-Si una mujer vio comprometida su vida por haber parido, su nieta manifestará una infertilidad. Para el cerebro biológico es peligroso parir, lo anulará en esta mujer para asegurar su sobrevivencia.
-Un señor con cáncer de riñón, al tiempo le diagnostican metástasis en pulmón. No es metástasis para la Bio, el diagnóstico sobre el tumo renal le desencadenó miedo a morir, y su cerebro solucionó eso creando, en su mismo cuerpo, más pulmón.
-Una mujer nace con vueltas del cordón umbilical en el cuello, y la partera le salva la vida. El resto de su vida, cuando esté ahogada simbólicamente, siempre le ayudará una mujer a salir adelante. Reproducirá ese momento de sobrevivencia toda su vida.
Y vuelvo a la aclaración de que no me creas… atrévete a vivirlo. Acá no hay magia, acá hay comprensión, entendimiento y la búsqueda de una nueva solución para que nuestro cerebro biológico ya no codifique de la manera en que lo hace en este momento, que no es práctico para nuestro cerebro consciente y nuestra vida en el instante en que aparece esa solución biológica.
Yo padecí una neumonía mientras cursaba los estudios de esta hermosa terapia. Fui al médico alópata, quién se encargó de darme el diagnóstico y me recetó una bomba de antibióticos. De la mano de mi terapeuta, leímos el código biológico de mi enfermedad e hice el tratamiento correspondiente, terminando a los 21 días exactos mi neumonía sin haber tomado un solo antibiótico (ojo, lo hice acompañada de la terapia, no fue no tomar medicamentos solamente, no lo hagas nunca solo).
Esta semana descubrimos con una amiga que ya van dos accidentes que tiene con su auto en la misma fecha, que coincide también con el aniversario de concepción de su abuela materna… casualidad?? Por supuesto que no.
Una vez que tenemos la información necesaria, sabiendo que lo que nos ocurre es una solución inconsciente pero no conveniente para el momento actual, vamos a darle de manera consciente otra solución, válida tanto para el cerebro biológico como para esa persona, para desprogramar esa solución biológica, y así salir de la enfermedad o la ciclicidad que manifestamos. A veces la solución provocará un cambio radical en la vida, a veces solo invitará a aceptar eso que negamos. Pero solo una cosa es segura, y es el encuentro con la paz.
Tengo un herpes labial, que aparece siempre cada vez que se pasa por mi mente la misma frase. No deja de aparecer porque aún no he podido darle otra solución a ese pensamiento. Pero es la prueba fiel de la codificación que ha hecho mi cerebro biológico.
Borrar algo mágicamente de nuestro cuerpo es solo una promesa de la medicina alopática (la tradicional, la que se consigue en farmacias). Las terapias holísticas nos ayudan a comprendernos como un todo, mente-cuerpo-espíritu, interactuando con lo que nos rodea para el mayor bien de todos; un síntoma se abraza y se interpreta, a la persona se la acompaña; no rechazamos si desea llevar a cabo un tratamiento alopático, comprendemos y acompañamos; buscamos la solución en la liberación de la emoción que desencadenó el síntoma o en el acompañamiento hacia la muerte; porque incluso cambiamos nuestra percepción de la muerte; cambiamos nuestra percepción de lo que nos alimenta, pues ya no se trata solo de lo que entra por nuestra boca, empezamos a ver que para el cerebro biológico alimento es todo lo que ingresa por los sentidos (nos alimentamos de afecto, de vivencias, de emociones, etc).
Es toda una nueva visión a la que nos invita la Biodescodificación.