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La economía real y el negocio de pelearse con España

Más allá del desatino diplomático que supone una escalada de tensión sobre aspectos irrelevantes para la vida de los países, hay un riesgo de impacto severo en un mercado importante para el país, cuando las exportaciones deberían ser parte de la solución a las muchas angustias económicas argentinas

La visita del presidente Javier Milei a España, que lo mantuvo cuatro días fuera del país para participar de un evento político organizado por Vox, pero que careció de justificativos institucionales atendibles, derivó en una escalada de tensión entre ambos países que aún está lejos de permitir conocer el final.

Anoche, el ministro del Interior, Guillermo Francos, que suele tener como tarea la de extender paños fríos sobre las llamas desatadas por el Presidente, dijo ayer que el gobierno argentino no debe pedir disculpas a su par español y que se trata de diferencias ideológicas entre ambos mandatarios.

Ayer, en su discurso en la cumbre de Vox, Milei insistió en que la esposa del presidente Pedro Sánchez es corrupta en una acusación que no tendría más utilidad que la de ganarse el aplauso de la tribuna de Vox. ¿Pero el Presidente argentino debe escalar la tensión diplomática con un país por sus diferencias ideológicas con el mandatario, en este caso español, y durante una visita a ese país? ¿El aplauso de Vox justifica el riesgo de las consecuencias?

Ayer, el ministro de Relaciones Rxteriores de España calificó de “impresentable que un presidente en ejercicio en visita a España, insulte a España y al presidente del gobierno de España”, dijo José Manuel Albares.

Está claro que, como dijo Francos, ambos mandatarios no se tienen nada de aprecio. Pero eso es irrelevante en la relación entre ambos países, que es sideralmente más importante.

Al considerar las relaciones bilaterales no se pueden dejar de lado los intercambios comerciales. Ese es un punto central hoy para la Argentina, que tiene en sus exportaciones buena parte del boleto para salir de la crisis económica monumental que atraviesa. El propio Gobierno apuesta a esa vía para terminar con el recurrente estrangulamiento externo.

Hoy el Presidente es mucho más que Milei. Sin embargo, por momentos, Milei insiste en ser sólo Milei.

Pero además, la Casa Rosada insiste en la necesidad complementaria de atraer inversiones internacionales y para eso lanzó el polémico RIGI. En ambos planos, España es central.

Por eso resulta claramente contraproducente tensionar ese vínculo sin sentido, sólo para sentirse arropado por una tribuna lejana y de limitada relevancia. Hoy el Presidente es mucho más que Milei. Sin embargo, por momentos, Milei insiste en ser sólo Milei.

En los números, España es uno de los principales socios comerciales tradicionales de Argentina. De hecho, en los últimos años se ubicó en segundo lugar respecto a las exportaciones argentinas hacia el mercado de Europa y se encuentra en el top 10 de las exportaciones argentinas al mundo. En 2022 se enviaron productos a España por 1.720 millones de dólares.

Entre los principales productos de exportación hacia “la madre patria” aparecen pellets de soja (48%), seguido por productos de la pesca como langostinos (24%), también aceites de soja, filet de merluza, aceite de oliva, calamares, entre otros.

Justamente, los productos marítimos tuvieron en el arranque de este año un salto importante liderado por España, que se ubica como destino en primer lugar por delante de China y Brasil en ese segmento.

En el otro aspecto clave, el de las inversiones, España es desde siempre un país clave para Argentina. De hecho, un trabajo de fines de 2023 realizado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) de España explicó que las empresas españolas tienen más de 18.000 millones de euros en inversiones en el país, actualizado a junio 2023. Esto ubica a la Argentina como el 9º destino más potente para las inversiones españolas. Los principales sectores en los que hay capitales de la península son la extracción de petróleo (39%) y gas natural (13%); servicios financieros (12%); fabricación de productos de hierro y acero (9%) y telecomunicaciones (9%).

España no sólo es importante para las exportaciones argentinas, también lo es como un destacado inversor.

Allí están presentes grandes empresas españolas como Telefónica, Santander, BBVA, DIA –que tiene más de 900 supermercados allí–, Mapfre, Prosegur y Naturgy. Se pueden sumar la pesquera Iberconsa, Cementos Avellaneda o la Autopista del Sol.

De esta manera, por exportaciones y por inversiones, España no es cualquier país para la Argentina. Hay mucho en juego en un contexto en el que a la Argentina no le sobra nada.

La economía real sigue mostrando datos preocupantes. Ayer, lo aportó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), que dio a conocer el dato de abril sobre la actividad de las industrias pyme: un 18,3% de caída. De esa manera, se agravó el deterioro ya que venía de un 9,9% y un 11,9% de retroceso en los meses previos. En el acumulado de 2024, la caída es del 19%.

El presidente de Adimra -la poderosa cámara de metalúrgicos a nivel nacional-, Elio Del Re, se preguntó en los últimos días cuánto podría resistir el sector sin despedir trabajadores si la caída no se detiene.

En ese marco difícil de crisis, la tensión con España no suma más que como elemento de distracción de la realidad nacional, en un contexto en el que el Gobierno no logra cerrar su primera ley en el Congreso que se supone central para sus políticas y para empezar a revertir el desplome económico.

Gonzalo Dal Bianco. Redacción Puntal