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Fertilizantes microgranulados de industria argentina para soja y maíz

La creciente demanda muestra la gran aceptación de la tecnología por parte de los productores. Frente a eso, Recuperar proyecta la ampliación de su planta de producción

Andrés Grasso (*)

Los fertilizantes microgranulados para los cultivos de granos llegaron para quedarse: este año el mercado argentino superará las 40.000 toneladas.

En lo que va de la campaña 2022 ingresaron unas 15.000 toneladas de España y Francia. Si consideramos dosis promedio de uso de 25 a 30 kilos por hectárea ya estamos fertilizando alrededor de 1,5 millones de hectáreas. Esto refleja la aceptación de esta tecnología por parte de los productores en base a los resultados logrados (rendimiento y calidad) y las mejoras en la eficiencia de uso de los nutrientes.

El incremento de las importaciones en las últimas 4 campañas (2019 a 2022) superó el 50% en volumen: paso de 10 mil toneladas a más de 15 mil en la actualidad. En base a este crecimiento en Recuperar estamos proyectando una ampliación de nuestra planta que nos permitirá separar la producción de correctores de suelo y su almacenamiento, del sector de mezclas química, para acompañar el abastecimiento de un mercado en constante crecimiento.

En este sentido, nuestra ubicación en el centro del país nos otorga una ventaja logística no sólo hacia la región pampeana, sino también a mercados como Paraguay en donde, por ejemplo, tenemos la capacidad de llegar a la zona de Ciudad del Este a valores más competitivos que con las barcazas por el río Paraná y con menos demoras.

Disponemos de varias formulaciones en microgranulados específicas según el cultivo y el ambiente de producción. Contamos con un desarrollo único en el mercado de fertilizantes que es el Microfusion donde fusionamos un sólo fertilizante, nitrógeno de liberación lenta, sulfatos, y fósforo y zinc quelatados, para lograr un arrancador específico para las necesidades de maíz, trigo o cebada.

El rango de dosis recomendadas de uso según ambientes es de 60 a 80 kilos por hectárea, este manejo es equivalente a las dosis de suficiencia tradicionales de 80 a 100 kilos por hectárea de MAP y 80 a 100 de Urea, y a diferencia de otros microgranulados no presenta inconvenientes en la dosificación ya que todas las sembradoras se pueden regular fácilmente en este rango de dosis.

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Las ventajas logísticas y la eficiencia sobre el uso de los recursos cuando trabajamos con la tecnología de microgranulados no impacta solo sobre el proceso de la siembra y la fertilización de cultivos. Si ponemos el foco sobre el sector de abastecimiento y logística de insumos vemos que el impacto es también muy significativo. Analicemos el caso de la fertilización de un campo de 500 hectáreas de maíz, el ahorro es de 70% de necesidades de almacenaje, donde pasamos de 100 mil toneladas de urea y map a 37 mil toneladas de Microfusion. En términos de logística la eficiencia es también muy importante: pasamos de necesitar más de 3.000 camiones a 1.200, es decir que bajamos el consumo de combustible en un 60%.

Otro desarrollo propio es Microcanphos Soja. Disponemos de 2 formulaciones: una para mercados como Paraguay, Bolivia y Brasil, con nitrógeno y potasio, y otra para el mercado doméstico. MicroCanphos Soja representa ventajas vinculadas a su formulación que aseguran el balance de P, S para maximizar el metabolismo del cultivo, favorecer la FBN y maximizar los rendimientos. Pero, además, MicroCanphos Soja aporta bases esenciales para la soja como lo son el magnesio y el calcio. Los resultados en campos de productores del sur de Santa Fe y Córdoba en las campañas 2017, 2018 y 2019 muestran respuestas al uso de MicroCanphosSoja en la línea junto a la semilla contra los testigos sin fertilización en promedio de 15% en ambientes con bajos niveles de P extractable (<10 ppm). Sin embargo, las mejoras respecto de los arrancadores tradicionales en promedio oscilan entre el 5 y el 10% en las mismas condiciones de sito.

MicroCanphosSoja generó una mejora sustancial en el proceso de fertilización, facilitando la disponibilidad de nutrientes, fundamental para una correcta emergencia y posterior desarrollo del cultivo. Esta herramienta ofrece una posibilidad valiosa cuando apuntamos a mejorar la eficiencia de uso de los fertilizantes y maximizar la rentabilidad económica.

Todo este desarrollo que implica una mejora en la eficiencia de toda la cadena de producción de granos es producto de una empresa nacional con capitales argentinos y que nos pone a la vanguardia de la tecnología de la nutrición de cultivos alineados con el objetivos de reducir el impacto ambiental derivado de la producción de alimentos, mejorando sustancialmente la eficiencia de uso del N, P, y S, para una agricultura ecosustentable.

(*) Desarrollo Técnico y Comercial. Recuperar SRL