La cosecha de girasol finalizó a nivel nacional con un crecimiento del 15% respecto a la campaña 2021/22, al alcanzar una producción total de 3,9 millones de toneladas, con lo que la oleaginosa se convirtió en el único cultivo extensivo que marcó un incremento en el volumen obtenido, a diferencia de la soja y el maíz que sufrieron fuertes recortes por la sequía.
“Luego de un progreso intersemanal de cosecha de 1,5 puntos porcentuales, que permitió la recolección de los lotes remanentes del sur del área agrícola nacional, se da por concluida la cosecha de girasol”, indicó ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) en su Panorama Agrícola Semanal (PAS).
Así, luego de cosechar más de 1,9 millones de hectáreas durante la presente campaña, lo que implicó una expansión del área de 200.000 hectáreas, el rendimiento promedio nacional alcanzó los 19,9 quintales por hectárea.
Durante la actual campaña la cosecha se extendió dos semanas más de lo previsto, debido a la gran superficie de planteos de segunda.
“Cabe destacar que, pese al régimen de lluvias de año “La Niña”, en las zonas del sur y oeste del área agrícola se alcanzaron rindes significativamente superiores a los del ciclo previo y en algunas zonas superiores al de las ultimas 5 campañas”, detalló en su informe la entidad bursátil.
Por el contrario, sobre el núcleo norte girasolero los rindes finalizaron por debajo del promedio histórico.
Vale recordar que una de las características del girasol es su mayor resistencia a la sequía y de allí parte de la explicación de los resultados en un contexto climático tan adverso.
Lo demás, para abajo
Por su parte, la cosecha de soja tuvo un avance intersemanal de 8,2% puntos, con lo que se alcanzó el 36,4% de la superficie apta sembrada, con un rendimiento medio nacional de 15,8 quintales por hectárea, una marca muy baja para la oleaginosa que explica el magro resultado final proyectado.
En este marco, la Bolsa porteña mantuvo la estimación de producción en 22,5 millones de toneladas de soja, equivalente a una caída de casi 50% respecto al volumen obtenido durante la campaña anterior, a causa de la sequía.
Los mayores progresos intersemanales fueron registrados sobre el norte y sur de Córdoba, núcleo sur y norte de La Pampa-oeste de Buenos Aires.
Por otro lado, la cosecha de maíz con destino a grano comercial avanzó sobre los lotes tempranos y tardíos, con rindes obtenidos por debajo de las expectativas iniciales en las provincias de Córdoba y Santa Fe.
A la fecha el progreso nacional se ubicó en 19,7 % del área apta, con un rinde medio nacional de 45 quintales por hectárea.
Frente a este panorama, la BCBA mantuvo su proyección de producción para la campaña 2022/23 en 36 millones de toneladas, aunque de continuar la tendencia decreciente en los rindes a medida que avanzan los trabajos de recolección, la entidad no descartó nuevos recortes que se podrían concretar en los próximos informes.