El dato que estremece es que, por las lesiones, se pudo constatar cuántas veces aproximadas habrían sido apuñaladas las víctimas antes de morir. Ian e Ivo Seltzer, de 15 y 12 años, tenían heridas que denotaban que habían sido acuchillados entre 10 y 12 veces cada uno. Habrían intentado resistirse y escapar del ataque perpetrado por su madre, Laura Leguizamón.
En tanto, Adrián Seltzer, de 53 años y padre de familia, tenía tres puñaladas en su pecho. Lo encontraron en su dormitorio y sin signos de haberse movido de la cama. Estaba dormido al momento del ataque. Investigan si había tomado un tranquilizante.
La mujer, en cambio, se acuchilló a sí misma. La data de muerte y el rigor cadavérico confirmó que fue la última en morir. Además de lesión mortal en el pecho, también tenía heridas autoinferidas en las muñecas.
“En el cuello tenía una uña clavada, además de pelos en las manos o pelusas mezcladas con pelos”, describieron el estado del cuerpo de la mujer que fue hallado en el baño, sobre el bidet.
En el pasillo, el nene de 12 años. Al ingresar al departamento, la empleada doméstica encontró el cuerpo del menor de la familia, que también intentó escapar del ataque. Luego, la trabajdora avisó a la Policía y así se hallaron los otros tres cadáveres.
En el comedor, el adolescente de 15 años. El mayor de los chicos. Ian, fue atacado primero en el cuarto, corrió herido. “Lo remató en el comedor”, señalaron las fuentes. Presentaba heridas de arma blanca en el pecho y en la espalda.
La mujer estaba situada sobre el bidet, aunque se habría acuchillado en la cama al lado de su pareja y luego arrastrado hasta allí. Tenía heridas en las muñecas y lesiones mortales en el pecho compatibles con el perfil de una persona que se suicida por arma blanca.
“Todo mal, fue mucho. Los amo. Todo mal. Muy perverso”, habría llegado a escribir Laura antes de quitarse la vida.
Medicamentos
En la escena del macabro caso, los agentes de la Policía Científica encontraron dos medicamentos psiquiátricos que Leguizamón ingería para tratar la depresión y la esquizofrenia, entre otros elementos de importancia.
Los uniformados hallaron fármacos para la salud mental, una notebook, celulares, cuchillos, una hoja A4 con sangre y rastros hemáticos por todos lados.
“Todo mal, fue mucho. Los amo. Todo mal. Muy perverso”, escribió la mujer.
Uno de los fármacos es sertralina Rospaw 50 mg. Se trata de un antidepresivo utilizado para combatir el trastorno mental común, incluso para pacientes que presentan signos de ansiedad y para evitar la recaída en distintos episodios más severos.
Su principal función es inhibir de manera selectiva la recaptación de serotonina, uno de los principales transmisores del sistema nervioso central.
Otro de los medicamentos en la vivienda es la olazanpina Midax 10 mg, un antipsicótico recomendado por los psiquiatras para abordar la esquizofrenia, la depresión y la bipolaridad.
“Fue mi hermana”
La reacción de la hermana de Laura Leguizamón fue clave para que la investigación se enfocara sobre ella en las primeras horas posteriores a conocerse el hecho.
"Fue mi hermana", aseguró la mujer ante la policía en la vivienda de la calle Aguirre donde este miércoles encontraron a la familia muerta.
La hermana fue quien aportó detalles sobre el historial clínico de Leguizamón, lo que podría ser determinante para entender la masacre.
Entre las pertenencias de la agresora, los investigadores hallaron una carta escrita con frases incoherentes donde menciona al padre y a la madre y dice: "Estábamos en la calle".
La mujer fue una de las primeras en confirmar la identidad de la supuesta autora del brutal ataque, y también reveló que Laura estaba bajo tratamiento psiquiátrico.