La agricultura a nivel mundial consume aproximadamente el 70% del agua dulce disponible, una cifra que se incrementa significativamente en países en desarrollo, alcanzando entre un 80% y un 90%. Estos números resultan preocupantes en un contexto de crisis climática y emergencia hídrica que afecta a Argentina y gran parte de la región. En esta realidad, nace Kilimo, una startup con sede en Córdoba que utiliza la tecnología para optimizar la gestión del agua en la agricultura. ¿Cómo lo hacen? A través de su software de gestión de riego, ayudan a los agricultores a tomar decisiones precisas sobre cuándo y cuánto regar.
¿Cómo funciona este software? La plataforma está integrada por datos meteorológicos, satelitales y de campo para determinar el consumo diario de agua de un cultivo y mantener un registro del balance hídrico del suelo. De esta manera, el agricultor recibe notificaciones a través de la web o la aplicación, detallando la cantidad de milímetros u horas de riego recomendadas y la frecuencia con la que debe realizarlo. Con un enfoque simple, la startup elimina los costosos mantenimientos y la necesidad de instalaciones complicadas, difíciles de entender para el productor. Además, esta plataforma le permite a los agricultores monitorear sus cultivos desde cualquier lugar y en cualquier momento, a través de una visión en tiempo real del estado hídrico de sus tierras.
Una de las características que destaca a la empresa nacida en Córdoba, es la capacidad que tienen para adaptarse a las necesidades específicas de los productores. Actualmente, monitorea cultivos en seis países: Argentina, Chile, Perú, México, Uruguay y Estados Unidos. Cabe destacar que Kilimo fue premiada con el Desafío Global de Agua Dulce (Enterprise Global Freshwater Challenge) otorgado por el Foro Económico Mundial, donde compitió junto a más de 400 empresas. Además, la agtech, fue una de las dos únicas seleccionadas para presentar sus soluciones durante la reunión anual del Foro Económico Mundial 2023 en Davos.
En una entrevista exclusiva con Puntal, Jairo Trad, cofundador y CEO de Kilimo, habló sobre todos los desafíos que tuvieron que atravesar hasta los momentos clave que llevaron a Kilimo a destacarse en el panorama global.
¿Cómo nace Kilimo?
Nosotros veníamos de hacer una empresa de tecnología para el agro y decidimos cerrarla porque no era negocio. En ese momento, nace Kilimo. Entendíamos que había una oportunidad en el agro pero lo más importante era entender cuál era el problema. Algo que entendimos, es que hay que tomarse mucho tiempo para entender a los clientes. Luego de seis meses de investigación y hablando con los agricultores, llegamos a la conclusión de que había una gran oportunidad en la gestión de riego. Empezamos a materializar esa oportunidad.
¿Cómo funciona esta gestión de riego?
Nosotros ayudamos a los agricultores a decidir cuándo y cuánto regar. Utilizando solamente datos. Usamos un software, podemos decir cuánta agua utilizan los cultivos. Eso es lo que hace nuestra herramienta. La herramienta es adaptable y flexible de acuerdo a las necesidades del productor… Tenemos alrededor de 3.000 agricultores en Latinoamérica en diferentes situaciones. Tenemos productores de 1.500 hectáreas en la Pampa húmeda y un productor de 5 hectáreas en Guatemala. Trabajamos con una dinámica bien amplia. La herramienta es muy flexible.
¿Se puede decir que es personalizado el trato con el cliente?
Nosotros tenemos un mandato de escalabilidad. Tenemos que llegar lo más rápido posible, lo más lejos posible, con la mejor unidad. Somos una empresa que está creada para crecer lo más rápido posible y escalar. Aprendimos con el tiempo que los agricultores tienen una expectativa de personalización. Tenemos mucho trato cercano y personalizado con el cliente. Cada cliente de Kilimo tiene un agronomy access que se encarga del éxito de su proceso dentro de Kilimo. Nunca nos alejamos del cliente. Eso nos importa bastante. El presidente necesita hablar con alguien. Los contextos del agricultor son distintos.
¿Cómo es el funcionamiento de esta herramienta?
La herramienta utiliza una combinación de datos satelitales de climas. Algunos públicos y otros privados, utilizan muchas estaciones meteorológicas. Para estimar cuánta agua utiliza cualquier cultivo que esté a cielo abierto y en cualquier parte del mundo. Si ustedes tienen un patio grande, podemos dibujarlo y saber cuánta agua necesita. Con la combinación de satélites y datos de clima, podemos medir cuánta agua uso.
¿Cuál fue el punto de quiebre donde entendieron que estaban creciendo y escalando a gran velocidad?
Tuvimos muchos puntos de quiebre. El último fue uno de los más relevantes. Entendimos que, como el productor tiene esta expectativa de personalización y cercanía, es muy difícil hacer un negocio escalable para este productor. Para sostener ese negocio, hay que generar mucho más dinero por hectárea, es decir, que sea mucho más rentable. Después de pasar mucho tiempo entendiendo que era lo más valioso, descubrimos que con Kilimo podíamos hacer que los productores ahorran agua y que había empresas que querían comprar esos ahorros de agua. Eso es lo novedoso. Empezamos a vender ahorros de agua. Hoy la mayor parte de los ingresos no viene de los agricultores sino de la venta del impacto de nuestros agricultores. Ellos tienen un impacto, ahorran agua y nosotros les entregamos esa agua a las empresas que quieren invertir en el ahorro. El mundo del agua está muy poco desarrollado en el negocio y Kilimo es uno de los jugadores más grandes del momento. Tenemos empresas que nos han comprado ahorros de agua en más de 15 zonas de Latinoamérica. La empresa no para de crecer.
El ahorro de agua es clave para diversas empresas..
El ahorro de agua es más complejo pero hay empresas que tienen su planta, que fabrican cosas, por ejemplo, cerveza, y utilizan mucha agua en lugares donde el agua es escasa, como Santiago de Chile o Mendoza. Esa empresa dice, ‘si yo me quedo sin agua, que hago con mi planta’. No tiene que pasar eso, invierto en que mis vecinos tengan agua. Si la región está sana desde el punto de vista hídrico, voy a poder seguir trabajando. El último año ahorramos 50 mil millones de litros de agua. Hoy estamos trabajando con Coca Cola, Google y Microsoft.
¿En qué beneficia a Google y Microsoft esto?
Ellos tienen centros de datos que necesitan mucha agua para enfriarse. Por eso invierten en seguridad hídrica.
¿Hay otras empresas haciendo esto en el mundo?
Hay bastantes. Hay algunas en Argentina. Lo que no existe, es una que tenga el tamaño de Kilimo, que tenga esta territorialidad. Operamos en 7 países hoy.
¿Qué objetivos tienen para el futuro?
Los objetivos a corto plazo son seguir escalando en la región y a largo plazo salir de Latinoamérica y expandirnos en España y Estados Unidos. Luego de Europa, queremos ir a Asia.
Por Mariano Migliazzo