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En la previa de las elecciones, vuelven a la carga por la Ley de Biocombustibles

El proyecto busca aumentar la participación del etanol y el biodiésel en los surtidores para reemplazar las importaciones que actualmente realiza el país y evitar el gasto de divisas que eso implica para la Argentina

El proyecto de la nueva ley de biocombustibles que vienen impulsando desde la pandemia las provincias que conforman la liga bioenergética, que integran Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Salta, Jujuy, entre otras, intenta colarse ahora en la agenda parlamentaria con escaso margen temporal debido a las próximas eleciones legislativas y luego el recambio de diputados y senadores que dará la conformación de las nuevas cámaras.

Aquel proyecto, con algunos ajustes realizados a lo largo de los últimos años e intentos de avance, volvió a ponerse sobre la mesa ahora en el Senado. Ayer, fue la senadora cordobesa, Alejandra Vigo, la que hizo punta y lo presentó junto a un grupo de colegas de la Cámara Alta y dos gobernadores: Martín Llaryora y Carlos Sadir de Jujuy.

La propuesta cuenta con el respaldo de las principales provincias productoras de etanol y biodiésel y de sus empresas. Y dado el clima de época, el principal argumento que remarca el escrito en su presentación es que “el Proyecto de la Liga no implica costo fiscal, genera ahorros en divisas, promueve competencia, empleo e inversiones, ofrece mayor soberanía energética, y constituye una verdadera política de Estado para una industrialización federal y la competitividad de actividades de relevancia socioeconómica”, enumera.

Luego destaca que busca potenciar la producción nacional, generar empleo y garantizar energía más limpia y sustentable.

“Necesitamos que el proyecto obtenga dictamen en la Comisión de Minería, Energía y Combustibles para poder ser debatida en el recinto. Esta es una oportunidad concreta para fortalecer las economías regionales, cuidar el ambiente y darle previsibilidad a un sector estratégico para el país”, indicó Sadir.

A su turno, la senadora Vigo remarcó que el proyecto presentado “impulsa la producción nacional, el federalismo energético y el cuidado ambiental, sin costo fiscal y con ahorro de divisas para el país. La propuesta promueve una industrialización federal y sustentable”.

Por su parte, el gobernador Llaryora remarcó: “Desde nuestra provincia apoyamos con firmeza esta iniciativa parlamentaria que propone elevar los cortes de biocombustibles en los combustibles tradicionales, con el objetivo de agregar valor a la producción primaria y promover la generación de empleo en las provincias”.

Y agregó: “Elevar los cortes significa transformar la materia prima en trabajo y desarrollo para nuestras economías regionales. Argentina necesita una ley más federal, productiva y sostenible, que impulse la industria y fortalezca el interior del país”, indicó Llaryora tras el encuentro.

El viernes, los dos representantes de las empresas productoras de bioetanol, Jorge Feijoo, del Centro Azucarero Argentino, que reúne a los ingenios de Tucumán, Salta y Jujuy, y que elaboran alcohol a partir de caña de azúcar; y Patrick Adam, de la Cámara de Bioetanol de Maíz, presentaron un escrito de respaldo al proyecto de la Liga Bioenergética que ayer hizo propio Vigo. En ese escrito, enviado a los 72 representantes de la Cámara Alta, se remarca la necesidad de incrementar el corte que hoy tienen la nafta y el diésel con combustibles renovables. “Queremos expresar nuestro pleno apoyo al proyecto y solicitarle su voto para permitir su aprobación por el Senado de la Nación”, comenzaron los representantes de las productoras de etanol del norte y centro del país.

“La ley 27.640 de Biocombustibles necesita una urgente modificación, y el proyecto del expediente S-1495/24 es el producto de un amplio acuerdo entre las nueve provincias de la Liga Bioenergética de Provincias y las cámaras de empresas productoras de bioetanol de caña de azúcar y maíz que suscriben la presente”, indicaron Adam y Feijoo.

Y agregan un detalle no menor: “La propuesta impulsa crecimiento sin perjudicar a las empresas petroleras —solo sustituye nafta importada— ni a las provincias productoras de hidrocarburos, ya que las regalías se cobran sobre el crudo y el gas extraído, no sobre los combustibles que se mezclan o importan. Mantiene asimismo un uso equilibrado de materias primas”, indica en un apartado la nota enviada a los senadores nacionales.

La intención es avanzar en el tratamiento del proyecto que revierta los efectos logrados por la última reforma que implicó un retroceso importante para el sector de los biocombustibles.