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"Hay sectores que con más retenciones no exportarán y la recaudación será cero"

El diputado radical de Jesús María, Luis Picat, analizó las iniciativas del Ejecutivo vinculadas al campo y cuestionó los capítulos de retenciones y de biocombustibles

El diputado radical de Jesús María, Luis Picat, es productor agropecuario y es parte del sector de la carne a través de la industria frigorífica y la producción porcina. Fue presidente de la Sociedad Rural de su localidad y luego intendente, para terminar encabezando la lista de diputados de Patricia Bullrich e ingresando al Congreso.

Desde allí, analizó los primeros compromisos legislativos que puso sobre la mesa el Gobierno de Javier Milei: el DNU y el megaproyecto de ley. En ambos hay temas vinculados al campo y la agroindustria y sobre eso conversó con Tranquera Abierta.

“Hay muchos puntos del DNU que son positivos, como la desregulación de mercados, apertura de mercados, simplificación de cuestiones administrativas, liberación de exportaciones e importaciones, warrants para la financiación del mercado agropecuario, o la posibilidad de contratación temporal, entre otros puntos”, indicó Picat.

Pero luego advirtió: “En la Ley Ómnibus, comenzando por los biocombustibles, hay puntos que no compartimos. Hay seis provincias mayormente que producen biocombustible y son Córdoba, Santa Fe, San Luis, Tucumán, Salta y Jujuy, a base de maíz, caña de azúcar y soja”, recordó el diputado.

¿Qué puntos problemáticos ve en los biocombustibles?

El principal problema que vemos en lo que mandó el Ejecutivo tiene que ver con el corte en las naftas y el gasoil. Recordemos que el corte mínimo en naftas es de 12% con etanol y del 7,5% de biodiésel en el gasoil. La normativa plantea que esos porcentajes quedan liberados a que el corte pueda ser menor. Creo que estamos retrocediendo en lo que logramos hasta acá, especialmente en lo que respecta a la emisión de dióxido de carbono y los pasos a favor de energías renovables. Pensemos que Brasil y Paraguay están con más del doble del corte argentino actual.

Iría a contramano de esos modelos...

Por eso insistimos en que debería ser de piso lo actual y buscar crecer con libre competencia o incluso trayendo de otro país, pero no bajando lo actual. Además en naftas tenemos las destilerías a full, no hay nuevas y van a necesitar el etanol para cubrir la demanda.

¿Y en retenciones?

En materia de retenciones hay una distorsión muy grande por la intervención del Estado en muchos de los productos de la economía regional. Algunos fueron salvados, pero el desconocimiento de la complejidad de esas economías por parte del Estado motivó que en muchos casos queden alcanzadas por la suba o directamente la implementación de retenciones que no tenían.

En Córdoba hay casos concretos de esos...

Pensemos en la alfalfa, el texturado de soja, el maní o la maquinaria agrícola. Cobrarles retenciones no le cambia nada al Estado en sus ingresos y a esas cadenas productivas las afecta muchísimo. Tomemos sino el sector porcino, que hace rato que no exporta por la intervención que tuvo el gobierno anterior, con un atraso muy fuerte del tipo de cambio y que lo dejó fuera de competencia. Y ahora con el nuevo tipo de cambio podría pensar en exportar. Alfalfa, muy importante para Calchín, por ejemplo, aportaría un millón de dólares, nada para el Estado. Pero es lo suficiente para sacar de competencia a la producción de megafardos, y así no se exportaría. Al final, no se recauda y se perjudica a una economía regional, y especialmente a las fuentes laborales y a sus comunidades.

¿Cree que hay posibilidad de cambiar esas cosas?

Hay oportunidades de mejoras, de poner un tiempo a las retenciones y no como se plantea a cuatro años, pudiendo modificarlas en ese período hasta un máximo de 15%. Hay que ponerle un coto, un tiempo, como puede ser este año por una cuestión del diferencial del tipo de cambio y la situación económica a determinados sectores agropecuarios como puede ser la soja, el maíz, el trigo, pero con economías regionales en cero o en sus porcentajes anteriores. A eso, sumarle un sendero de descenso para los próximos años.

¿Cómo ve la discusión en el Congreso?

En la UCR vengo transmitiendo estas inquietudes y nuestro presidente de bloque, que es Rodrigo de Loredo, ya se expresó en contra de las retenciones a economías regionales. Esperemos que los otros bloques tengan la misma mirada.

Habló de desconocimiento, ¿es eso o urgencia fiscal?

Creo que es desconocimiento porque la urgencia fiscal se podría saldar por otro lado, como el de los fideicomisos que se llevan más de 2 puntos del PIB y que son un agujero negro del Estado. Pero no es lo único, hay muchos otros lugares para mejorar la eficiencia del gasto sin subir retenciones, algo que va contra la lógica liberal del Gobierno.

¿Pero va a servir para recaudar muchos dólares adicionales?

No creo que se lleven muchos dólares porque como mencioné con la alfalfa o el caso de los texturados, son economías que van a dejar de exportar o de producir, y entonces el Gobierno no se va a llevar nada. En el caso de la industria porcina están desincentivando inversiones, por lo cual tampoco habrá más recaudación. Va a ser pérdida para todos.

En los porcinos, ¿lo que ganó el sector con la devaluación en términos de competitividad, lo pierde con las retenciones?

Exactamente. Pensemos que el sector había tenido exportaciones por 40 mil toneladas y en 2023 no llegará a 15 mil toneladas, pese a los esfuerzos por alcanzar mercados como China, Singapur, Angola, entre otros. Irá todo al consumo interno y no habrá exportaciones.