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Importaciones, créditos y sequía, el combo que jaquea a la maquinaria

Hay dificultades para ingresar repuestos y materias primas

La maquinaria agrícola cerró 2021 con un envión que confirmó el crecimiento que el sector venía reflejando en los años anteriores y así comenzó 2022, con perspectivas de más expansión y dificultades como las de conseguir mano de obra para poder abastecer la demanda del sector agropecuario. Era la envidia de la mayoría de las ramas industriales del país.

Pero el viento de cola comenzó a girar y a mitad de año la maquinaria dejó de ser impermeable a las generales de la economía. La renuncia de Martín Guzmán, el breve paso de Silvina Batakis, la escalada inflacionaria, la amenaza del dólar, la desaparición del financiamiento y las trabas a las importaciones terminaron por dañar el crecimiento, que se transformó en meseta. Hoy, domina la incertidumbre.

Luciana Mengo, presidenta de Afamac, la cámara empresaria de la maquinaria agrícola cordobesa, le recordó a Tranquera Abierta que “2022 comenzó muy prometedor, con ferias explotadas, con Agroactiva y Expoagro con mucha demanda, muy buenas ventas, con un productor que no tenía dónde calzar su rentabilidad y la destinó mayormente a la maquinaria agrícola. También había algunas líneas de crédito, pero de repente en el segundo semestre todo ese ascenso se hizo meseta porque empezó a caer la demanda de presupuestos y los que se hicieron a partir de ese momento presentan muchas dificultades para cerrar ventas”, sintetizó.

La directiva riotercerense remarcó que “hoy, si uno caminara por un parque industrial de maquinaria agrícola sentiría mucho ruido y vería mucho trabajo porque los procesos productivos son largos. Lo que no hay es renovación de ventas, y eso nos tiene aterrorizados. Además, el clima no acompaña, el escenario económico es muy complejo, tenemos dificultades para terminar de fabricar para poder cobrar porque nos demoran las importaciones, y el cliente necesita lo que compró y no lo tiene. Es un suicidio pyme lo que hay con el tema de importaciones. Por eso insisto, hasta mayo o junio del año pasado éramos la envidia de cualquier sector. Teníamos un cliente atado a un commodity, un commodity a precio dólar, líneas de crédito, fábricas con mucha tecnología. Hoy, mucho de eso desapareció”, explicó Mengo.

Y agregó: “Estamos como en una barranca sin baranda, caminando con mucha precaución. Hay que ser hiperprolijo, y estar muy finito. Los costos suben, las tecnologías tienen licencias y hay que mantenerlas. Es complejo”.

¿Cómo los afecta el paro en el Puerto de Rosario?, algo que no está tan en la agenda...

El paro lleva más de un mes por un conflicto gremial y no se acata la conciliación obligatoria. El Ministerio de Trabajo tiene miles de reclamos de todo el sector industrial, no sólo de Afamac, sino de la UIA y de Adimra. Se le está pidiendo al Ministerio que tome cartas en el asunto y lo resuelva. Sumemos que están demoradísimas las aprobaciones de los documentos que habilitan la importación (SIRA). Porque no es sólo completar todo el papelerío para poder comprar y pagar, sino que una vez que llega a puerto también encontramos el conflicto gremial que frena el ingreso. Es agotador.

¿Cómo es el día a día con ese contexto?

Es como que nos corren el arco todo el tiempo, ya que tenemos un contexto tan futbolero. Meten a los jugadores en la cancha pero con una pelota de rugby a los que le corren el arco cuando van a patear. Es muy difícil. Comenzamos jugando con las reglas del fútbol, pero te dan una pelota de rugby y después te corren el arco. Uno intenta superar esos obstáculos, habla con el cliente que está esperando y trata de explicarle, pero no es su problema. Nadie tiene tanto stock para hacer frente a esa situación de falta de abastecimiento. En vez de estar pensando en qué cosas nuevas se pueden hacer, fantasear con imposibles que nos hagan crecer, estamos todo el tiempo llenando planillas y ocupándonos con temas burocráticos. Planillas para impuestos, para importar, corregir porque hubo algún error, para un programa de un beneficio, para algún servicio. Y al final del día sólo fueron papeles y nada nuevo para la empresa. Se solucionan problemas, pero nada nuevo. Durante muchos días somos llenadores de formularios y eso es una realidad de las pymes, porque por ahí el que no está en ese ámbito no logra entenderlo. No somos 10 pisos de administración con áreas, gerentes, directores, jefes de áreas, encargados. Muchas pymes son bien chatas y el dueño hace todo, desde la generación de confianza y venta del cliente, compras, entregas, servicios posventa, y en el medio hay que pagar sueldos, cubrir bancos, y demás.

¿Cómo creen que seguirán?

Creemos que vamos a seguir bien, pero no trabajamos con tranquilidad hoy. No nos gusta desinflarnos cuando veníamos con un envión tanpositivo, de expansión, y de pronto hay que clavar los frenos.