Los combustibles volvieron a subir con la llegada del mes de la primavera y con eso alcanzaron en Río Cuarto un valor de 1.146 pesos por litro de súper en las estaciones YPF y 1.376 pesos en el caso de la Premium de esa misma petrolera nacional. Eso implica que con respecto al día en que asumió el actual presidente Javier Milei, el incremento trepa al 149%, pero si se toma completo el mes de diciembre, el porcentaje alcanza el 200%. Vale recordar allí que el día previo al recambio de Gobierno las petroleras decidieron un fuerte ajuste en torno al 20% en los valores de las pizarras de las estaciones de servicio. En Río Cuarto eso llevó el valor de $383 a $460 en el caso de la súper. Es decir, hace 9 meses esa nafta costaba un tercio de lo que cuesta actualmente.
Con esa escalada, que en el caso de los combustibles estuvo asociada con mayor fuerza al proceso devaluatorio y también al inflacionario que dio un salto entre diciembre y enero, los combustibles quedaron cómodamente por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec. En el mismo período, el organismo de estadísticas mostró un incremento de la inflación en torno al 145%.
A eso debe sumarse además el comportamiento de los ingresos que en general fueron por debajo, a su vez, de la inflación. Allí, el sector privado registrado muestra la mayor aproximación a la evolución del IPC pero aún sigue por debajo en promedio; y luego le sigue el resto de las categorías de trabajadores, más postergados, en particular los del sector público que desde la llegada del nuevo gobierno vienen manteniendo una pérdida importante de su poder de adquisitivo. También jubilados, que con la fórmula actual no tuvieron compensación por la inflación de enero, una de la más altas de los últimos 9 meses y que alcanzó el 20,6%.
Este conjunto de variables es lo que terminó explicando también la caída en el consumo de combustibles, algo que no suele tener demasiada flexibilidad, pero que esta vez la reflejó por la fuerte crisis de ingresos. Hoy, con los nuevos valores, un tanque de nafta súper para un auto estándar ronda los 57 mil pesos. Pero más allá del costo particular de un vehículo de uso familiar, vale recordar que cada movimiento de las pizarras de combustibles impactan de lleno en el transporte, ya sea de mercadería como de pasajeros, impulsando a su vez otros precios (como el de las mercaderías transportadas). Y como en Argentina la enorme mayoría de los bienes y productos se trasladan en camiones, el costo es determinante.