Aunque tarde para tener un impacto positivo de relevancia en la producción de granos gruesos, las lluvias finalmente llegaron a buena parte de la provincia de Córdoba con especial intensidad en el sur, donde los registros en lo que va de marzo se acercan ya a los 300 milímetros.
Lluvias: marzo dio vuelta la ecuación y la página de la sequía
Río Cuarto, uno de los puntos más beneficiados: 274,8 milímetros
Y uno de los puntos centrales de las lluvias fue Río Cuarto que recibió precipitaciones en todas las semanas que van del mes. Hubo registros el 6, el 13 y entre este lunes y ayer. En estas dos últimas fechas las marcas fueron realmente relevantes porque alcanzaron sumadas los 245 milímetros. Para tener una referencia, en los últimos 12 meses el de mayores registros había sido enero con 143 milímetros.
Es decir que marzo tiene posibilidades de duplicar el máximo registro alcanzado en el último año y si lo logra, el acumulado de este mes representará la mitad de lo que llovió en el último año, signado por una Niña severa.
Comparado con el tercer mes del año pasado, cuando se registraron lluvias por 66 milímetros, las marcas de este mes las cuadruplicaron.
Un punto de referencia más para considerar la abundante agua caída en estas últimas tres semanas es el valor histórico que tiene Río Cuarto para marzo y que está levemente por debajo de los 100 milímetros. De acuerdo a los datos de la Bolsa de Cereales de Córdoba, en el departamento el promedio de las últimas 10 campañas marcó 97 milímetros para este mes.
Ahora, ¿llega tarde la lluvia? Los especialistas aseguran que para el caso de la soja la suerte está echada, mientras que puede ser beneficioso aún para los maíces sembrados de manera más tardía y que todavía están en etapas de desarrollo. Hacia adelante, claramente son lluvias muy importantes para la siembra de pasturas, ya que marzo es el mes destinado a esa actividad en particular. Y también, son relevantes para la campaña fina y el trigo, que viene de un ciclo muy negativo en Córdoba por la falta de humedad en el suelo y que ahora vuelve a posicionarse, al menos por las condiciones de humedad, como una alternativa válida para este invierno.
“Estos registros están cargando los perfiles y ya no vienen las temperaturas extremas, por lo que se entiende que todo lo que el suelo almacene puede ser aprovechable para la siembra de fina. Estas lluvias son siempre alentadoras para empezar la campaña triguera de la mejor forma”, explicaron desde la Bolsa de Bahía Blanca, en el marco de una zona que logró sortear las dificultades más severas de la sequía y sumó milímetros más o menos dentro de las marcas históricas en los últimos meses.
Lo cierto es que en Córdoba, la mayoría de los departamentos terminó con severos déficits la etapa de La Niña. En el último año, a excepción de Calamuchita, el resto de las jurisdicciones cordobesas recibieron menos lluvias que sus promedios históricos.
El más notorio de los faltantes de precipitaciones se registró en Marcos Juárez, justamente el departamento de más potencial productivo de Córdoba. Allí faltaron casi 350 milímetros entre marzo del año pasado y febrero de este año (528 frente a los 872 de promedio histórico). En ese mismo período, el que siguió en volúmen de déficit fue San Martín, con 239 milímetros menos debido a que recibió 560 de los 799 históricos. El tercero fue Unión, con 238 milímetros menos recibidos en 12 meses (registró 593 de los 831 previstos). Casualmente los tres departamentos conforman un bloque desde el Este de la provincia hacia el centro. La zona pegada a Santa Fe forma parte de las tierras más ricas de Córdoba, que es donde más impactó La Niña. De allí que el cuarto departamento con más déficit haya sido San Justo, donde faltaron 218 milímetros. Se sabe que las peores condiciones climáticas se dieron en Santa Fe, Entre Ríos, Norte de Buenos Aires y el Este cordobés.
Más hacia el centro-oeste de la provincia los faltantes de agua fueron menores, aunque no por eso menos significativos. En Tercero Arriba el déficit fue de 132 milímetros y en Juárez Celman y Río Cuarto faltaron 193. La excepción a la regla fue Calamuchita, que en el balance anual terminó con 17 milímetros más que los valores históricos.
El quiebre de marzo
Pero hacia fines de febrero y comienzos de marzo llegó finalmente la despedida de La Niña que dominó las condiciones climáticas durante los últimos 3 años y que trajo períodos de fuerte sequía, especialmente en la zona núcleo del país, donde cada período fue agravando las condiciones anteriores hasta que finalmente la última fina entró en la Argentina ya sin reservas de agua en el suelo y con pocas perspectivas de lluvia hacia adelante. El segundo semestre del año pasado fue marcadamente seco y eso terminó impactando en las hectáreas sembradas con trigo, que fueron mucho menos que en las campañas anteriores y luego en las cosechadas, porque muchas quedaron en el camino. Los rindes, por último, fueron muy magros y en Córdoba apenas permitieron recolectar un millón de toneladas contra las 4 millones del año anterior.
Pero en las últimas semanas se fue confirmando el fin de La Niña y con eso se abrió paso a un período neutro que muchos meteorólogos creen que podría ser breve y luego llegaría El Niño.
Dentro de esa transición, marzo trajo para Córdoba otro tipo de registros pluviométricos, en particular para el centro oeste y el sur provincial.
De hecho las últimas imágenes sobre Agua Útil en el Perfil que acompañan esta nota muestran con abundantes recursos al sudoeste provincial. Los expertos suelen señalar que mientras La Niña provoca severas sequías en zona núcleo, en la columna oeste de Córdoba aporta algo más de precipitaciones.
Sobre la continuidad del trimestre marzo-abril-mayo, el Servicio Meteorológico adelantó que es más probable que se registren lluvias normales o inferiores a lo normales en el norte del Litoral, Cuyo y el centro y norte de Patagonia, mientras que, en el extremo norte argentino se espera que se mantengan dentro del rango normal. En las provincias del NOA, en cambio, hay una mayor probabilidad de registrar lluvias por encima de lo normal. Para el caso de Córdoba, Santa Fe, San Luis, Entre Ríos, Buenos Aires y La Pampa no hay una calificación definida de pronóstico y las probabilidades se distribuyen en partes iguales, explicaron.