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"Río Cuarto fue cuna de los vuelos Junkers en Córdoba"

Lo aseguró la historiadora Carina Villafañe Batica, a casi 100 años del inicio de la misión que permitió conectar distintas ciudades en la Argentina. A la vez, se refirió al pedido para que no trasladen el avión que está en la base

A casi 100 años de su puesta en marcha en Argentina, la historiadora Carina Villafañe Batica repasó la historia de la Misión Junkers y su paso por Río Cuarto. En ese marco, la integrante de la Bayerische Flugzeug Historiker, quien participa de la restauración del Junkers JU 52 del año 1934 que se está llevando adelante en el Área de Material, dijo a Puntal que la ciudad “fue cuna de los vuelos” en la provincia de Córdoba.

“Luego del Tratado de Versalles, Alemania no podía fabricar aviones. Por ello, el profesor Hugo Junkers impulsó la visita a Colombia y es allí donde nace la Misión Junkers, en 1919. En Argentina, los aviones llegaron en 1924, con Roberto Mertig como representante de la firma Junkers en el país. En aquel tiempo se trajeron los F 13, F 13 L, A 50, K 16 y el G 24. Tras la rúbrica de un acuerdo entre el gobierno de Córdoba y la empresa Junkers, se dio origen a la firma Aero Lloyd Córdoba. Asimismo, el 1o de mayo de 1925, el gobierno de Córdoba acordó un vuelo semanal que unía a la capital provincial con Río Cuarto utilizando los F 13. Es decir, Río Cuarto fue cuna de los vuelos en Córdoba, ya que permitió sentar un corredor que transformó toda la región y que fue una de las bases de la primera línea aérea, Aero Lloyd Córdoba, conformada por capitales alemanes y argentinos. En aquel tiempo, había pistas de aterrizaje en Río Cuarto y también en Vicuña Mackenna y Laboulaye, como secundarias.

-¿Hasta qué año funcionó?

-Se terminó en 1929, debido a que la Dirección de Telégrafos no renovó el contrato. Además, se avecinaba la Segunda Guerra Mundial, por lo que el mundo estaba bastante convulsionado.

-¿Quiénes fueron los primeros pilotos de aquellos vuelos históricos?

-Los pilotos alemanes fueron los primeros en transportar pasajeros y correo postal. Después, el señor Mertig transformó la empresa y pasó a tener la sigla Orbis. Su hijo, Federico Mertig, director de la empresa de calefones Orbis, fue una de las personas que más apoyo financiero le brindaron al JU 52. Él falleció recientemente y dejó su valioso archivo como legado de la Misión Junkers en la República Argentina.

-Las vueltas de la vida han hecho que uno de esos aviones, uno de los pocos que quedan en pie, esté siendo restaurado desde hace 10 años en el Área de Material Río Cuarto, ¿cuál es el estado de esos trabajos?

-El JU 52 tuvo un gran trabajo de los ingenieros y mecánicos. Se estaba por iniciar la colocación de las nuevas chapas, que llegaron desde el Museo de Dessau, ubicado en Alemania, pero repentinamente, y sin ningún tipo de consulta previa, apareció esta idea de trasladar el avión a Morón (Buenos Aires), por lo que ahora se está a la espera de una reunión con las autoridades del Ministerio de Defensa y de la Fuerza Aérea Argentina para ver cómo se continúa. Las instituciones alemanas que están financiando las tareas no están de acuerdo con mover la aeronave hasta que no estén finalizados los trabajos en Río Cuarto. Sacar el Junkers en el estado en el que está es peligroso y va contra la restauración.

-¿Se espera la llegada de gente de Alemania por este tema?

-Olaf Bichel, secretario del Bayerische Flugzeug Historiker, historiador e inversor del proyecto, llegará próximamente a la Argentina. Él ha enviado una nota en la que indicó que el traslado de Río Cuarto a Morón costaría unos 10 millones de pesos y que sería conveniente usar ese dinero para continuar con la restauración del avión.

Inicios

La restauración del Junkers JU 52 de 1934 fue encargada a los técnicos del Área de Material Río Cuarto, debido a su capacidad y eficiencia.

Las primeras tareas se iniciaron hace unos 10 años y, con el aporte de las instituciones alemanas, inicialmente, el proyecto preveía que el avión se dejara “a nuevo” en la base con asiento en Las Higueras y que, recién allí, se lo trasladara al Museo de Morón para su exhibición permanente.

Mientras se resuelve el planteo realizado para evitar que el JU 52 sea llevado de manera anticipada, se han hecho gestiones ante las municipalidades de Río Cuarto y Las Higueras para que la Misión Junkers sea declarada de interés histórico por su aporte en la región.

Nicolás Cheetham. Redacción Puntal