Para eso, el Municipio, a través del CorLab de la Secretaría de Ciudad Inteligente y Transformación Digital y en colaboración con BID Lab, ha seleccionado la propuesta ganadora del Desafío de Innovación Pública “Río Inteligente: Prevención de riesgos en el Río Suquía” que fue la presentada por la riocuartense Pampa 4.
“El gobierno de la ciudad plantea un desafío y después lo pone a disposición de las empresas para que ofrezcan una solución. Los desafíos están financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que tiene una vertical para lo que se denomina Smart City o Ciudades Inteligentes. Nos presentamos junto a varias empresas de Córdoba, y después hubo un proceso que ellos tienen establecido, donde se explica la propuesta en diferentes instancias, con distintos formatos, y todo eso va funcionando como filtro”, contó César Conrado Berbé, CEO & Founder Pampa 4.
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¿Cuál era el desafío?
En este caso era anticipar las crecientes del río Suquía. ¿Por qué? Porque ellos tienen la costanera con riesgo de inundación cuando hay crecidas. Y cuando se les inunda es un riesgo para los autos que van circulando, autos que se meten sin darse cuenta y que quedan atrapados, porque ingresa mucha agua en esas zonas. Y eso es peligroso. Entonces, el desafío es identificar a la creciente y activar sistemas de advertencia primero y luego bloquear el tráfico.
¿Esto funciona como complemento de recursos existentes?
Ellos tienen un centro de monitoreo del tránsito en Córdoba, donde van viendo los semáforos y el estado del tráfico, por ejemplo. Y el desafío también requiere de que en ese centro de monitoreo haya una plataforma que les vaya mostrando el estado de los ríos, y que ante una creciente o alguna cuestión que ellos detecten, puedan activar el sistema de advertencia y después cerrar el tráfico. Y por otro lado, que independientemente de lo que las personas humanas están controlando, el sistema sea autónomo y funcione automáticamente. O sea, se detectó la creciente, bueno, empieza a activar los ruidos, las imágenes a través de carteles y después baja las barreras, y se traba el tráfico.
¿Autónomo quiere decir que funcione solo pero que además lo pueda hacer ante, por ejemplo, un corte de energía?
Claro. Que pueda trabajar solo, sin intervención de humanos y que tenga la posibilidad de trabajar independientemente de la tormenta. O sea, que pueda funcionar siempre.
¿Y entonces?
Bueno, fuimos pasando este proceso, porque te presentas, hay un montón de empresas, eligen los proyectos que son más viables, y después ya hay reuniones individuales con un comité, donde ya quedamos pocas empresas, y en ese punto éramos tres. En nuestro caso quedamos segundos. Y después quedaba presentar el proyecto final, con todas las viabilidades en el marco de un presupuesto determinado. Hay que entrar en ese marco. La empresa que quedó como número uno es una empresa enorme de Córdoba, y se dedica a esto desde hace mucho tiempo. Pero se ve que finalmente por la tecnología que usamos nosotros de telecomunicación, le cerró muchísimo a la Municipalidad, y como que, hablando en futbolero, dimos vuelta el partido sobre la hora.
¿Cómo es el trabajo que van a hacer?
Vamos a poner sensores sobre el río, que van a ir midiendo la cantidad de agua que trae. Vamos a tener un pequeño centro de procesamiento, una pequeña computadora en el lugar, para que tome la decisión independientemente de si hay telecomunicación o no con la central de monitoreo. Entonces, esos sensores se van a comunicar con la computadora y esta va a tomar una decisión en base a lo que ocurra en ese momento, y a partir de eso, si es necesario, empieza a activar las alarmas.
¿Cómo son esas alarmas?
La primera es una alarma auditiva y con una sirena que se ve en el lugar, después se prenden los carteles que dicen que desvíen el tráfico y que se viene la creciente. Y la tercera etapa es cerrar el tráfico hacia la costanera. Los sensores toman información directamente del río, la comunican a través de una tecnología que se llama LoRaWAN, que transmite pequeñas cantidades de datos a grandes distancias y con un costo operativo muy bajo, y un costo en energía muy bajo. Por ejemplo, un sensor, si no tuviera energía en el lugar, colocándole unas pilas puede funcionar 10 años transmitiendo continuamente.
¿Y a qué distancia pueden transmitir esos datos?
En trabajos que hicimos para el agro hemos logrado distancias de 20-30 kilómetros. Y después, a través de este sistema LoRaWAN, envía información a la central que está en el centro de Córdoba.
Ahí ya intervienen personas en el proceso…
Ahí van a estar viendo la situación en que está el río y pueden tomar decisiones también. Toda la información que nosotros brindamos la mostramos en una plataforma de software en la central, y la gente que está ahí va a poder resolver o activar manualmente barreras por ejemplo. Si más allá de que el sistema no lo ordene, saben por algún motivo o información extra que es conveniente cerrar el tránsito, lo pueden hacer también. Y lo hacen dentro del mismo sistema en forma inversa: desde la plataforma le envían información a través de Lora ONE a nuestra computadora que está en el lugar, para que cierre las barreras. La comunicación es en los dos sentidos.
¿Cuántos dispositivos incluye esto?
Los sensores son varios a lo largo del río, aguas arriba, que son los que toman información. Y después, los puentes hacia abajo también van a estar con la posibilidad de recibir información de los otros puentes. O sea, si el primer puente ya se cerró, es indudable que el que viene después se cierra también. Entonces, vamos a tomar esa información para que el sistema reaccione antes de que sea más complicado.
¿Cómo y cuándo se implementa todo esto?
Nos dan cinco meses para que comience a funcionar. De hecho, la formulación fue muy poco tiempo para poder lograr la idea y presentar todos los formularios que te exigen a través del Banco Interamericano. Y hay un montón de cuestiones a cumplir. Nos dieron 15 días para formular el proyecto. Ahí fue fundamental la ayuda de Marco Targhetta, del Clúster Tecnológico, que a través de su capacidad y su conocimiento avanzó con todo lo que pedían mientras nosotros nos concentramos el proyecto. Porque la formulación siempre tiene muchas cuestiones; porque incluso hace falta información de la empresa. Entonces nos dividimos tareas: Juan, que es nuestro ingeniero, trabajando con el equipo en el desarrollo; y yo respondiendo al Clúster sobre la información de la empresa y la documentación. Fue bastante vertiginoso. Recién esta semana mandamos por correo el contrato firmado. Cuando les llegue el contrato, tenemos 10 días para validar el proyecto y después tenemos que hacer presentaciones una vez por mes de la evolución y en marzo tiene que estar funcionando.
¿Habían participado en algo así antes o fue una experiencia nueva?
De estas características es la primera experiencia. La empresa tiene cuatro años. De esta manera y con esta precisión de formulación es la primera vez. Y lo interesante también es que para la ciudad de Córdoba es la primera vez que una empresa del interior gana un concurso. Ellos vienen trabajando tienen una secretaría de Smart City o de Ciudad Inteligente y vienen haciendo proyectos de este tipo continuamente y es la primera vez que de las empresas del interior que se presentan hay una que gana. Porque en Córdoba hay muchas empresas de tecnología y muy grandes, entonces normalmente se resuelve ahí. Es difícil.
El clúster tecnológico, una pieza clave
Marco Targhetta es el coordinador del Clúster Tecnológico Río Cuarto y se convirtió en una pieza clave para que Pampa 4 logre finalmente competir y ganar el desafío disparado por la Municipalidad de Córdoba y el BID. “Se fue trabajando mucho porque en cada instancia de evaluación había observaciones y estaba la posibilidad de ir mejorando la propuesta y hasta que se llegó al final y quedamos. Y la particularidad, fue que al recorrido no lo hizo solo la empresa, sino que tuvo el apoyo del clúster tecnológico. Y en particular, desde el clúster nos enfocamos en la formulación del proyecto y en todo el acompañamiento necesario, que sigue también ahora”, dijo Targhetta a I+I CBA.
Y luego agregó: “Lo interesante es que una empresa que se suma al clúster también puede tener ese tipo de acompañamiento y pensar que puede postular a ese tipo de desafíos. Pero además de la formulación y presentación de proyectos también estamos trabajando mucho en la internacionalización de las empresas y para eso estuvimos en misiones comerciales en Perú, en Paraguay. Se están haciendo varias cosas en las que se van enganchando varias empresas vinculadas al comercio exterior”.
¿Cuántas empresas participan del Clúster Tecnológico Río Cuarto?
Son alrededor de 40 empresas, todas de la economía del conocimiento. El clúster empezó hace muchos años con empresas más vinculadas al software; pero ahora hay de telecomunicaciones, de infraestructura en cuanto a conectividad, hasta ya se han sumado empresas vinculadas a la sostenibilidad, que reciclan residuos informáticos, de ciberseguridad, de monitoreos a distancia, hay muchas, digamos.
La propuesta de PAMPA 4 abordará: La instalación de dos sensores IoT con tecnología LoRaWAN para cubrir información respecto a la distancia del agua en relación a cuatro puntos estratégicos: (i) Puente Cantón (Costanera Norte); (ii) intersección costanera y la calle Ibarbalz (Costanera Norte); (iii) Puente Avellaneda (Costanera Sur); y (iv) Barrio San Vicente (cuarta salida de Costanera Sur). Un software alojado en la infraestructura tecnológica de la Municipalidad de Córdoba, que permitirá la apertura y cierre remoto de barreras y creación de alertas. La colocación de cuatro barreras de fibra de carbono para cubrir los cuatro puntos críticos identificados, que contarán además con alarmas sonoras para advertencia de apertura o cierre y sensores para detección de vandalismos o choques