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Límites a los "trapitos": con la nueva ordenanza, en 4 meses hubo 2.025 intervenciones

Desde que empezó a aplicarse la normativa para regular la actividad de los cuidacoches, hubo 16 casos por día que requirieron la participación de la Guardia Local o de la Policía. En algunas ocasiones, se trató de infracciones menores o llamados de atención; en otras hubo robos, ataques o roturas. En total, 16 “trapitos” fueron enviados a sus localidades

Desde julio, cuando empezó a aplicarse la nueva ordenanza que regula la actividad de los cuidacoches y limpiavidrios, la Municipalidad tuvo que intervenir en 2.025 ocasiones por distintos tipos de situaciones:desde llamados de atención, advertencias, denuncias por cobros indebidos hasta delitos más graves como hurtos, robos o daños a vehículos.

Los datos surgen del balance que realizó la Municipalidad con respecto a los resultados de la ordenanza 214/25, que generó un intenso debate en la ciudad y que comenzó a aplicarse en julio de este año.

La normativa impide cualquier tipo de cobro compulsivo, ya sea por el cuidado como por el lavado de autos. Sólo puede entregarse dinero si es de forma voluntaria.

Durante el primer mes, en julio, la Guardia Local concretó 406 intervenciones en la vía pública;el número pasó a 517 en agosto; se redujo a 399 en septiembre y registró un salto importante durante octubre, cuando se produjeron 703 intervenciones.

“Entre los meses de julio y octubre, la Guardia Local Preventiva registró un total de 2.025 intervenciones realizadas. El período analizado refleja un promedio diario de 16 intervenciones, lo que demuestra una presencia constante y sostenida de la Guardia en tareas de prevención y control”, señala el informe elaborado por la Secretaría de Prevención y Convivencia.

Las intervenciones comprenden casos de distinto tipo.Desde incumplimientos leves a la ordenanza, advertencias, hasta llamadas de vecinos por cobros indebidos, que es el aspecto fundamental que buscó erradicar la ordenanza aprobada por el Concejo.

Pero hubo situaciones todavía más complejas, que comprendieron directamente delitos y que motivaron la intervención no sólo de la Guardia Local sino también de la Policía.

“Entre el 1 de julio y el 1 de noviembre de 2025, la Guardia Local Preventiva brindó acompañamiento y apoyo operativo a la Policía de la Provincia en una serie de intervenciones vinculadas a personas en situación de calle y cuidacoches (trapitos), colaborando en tareas de prevención, contención y restitución del orden público. Durante este período se registraron 22 hechos positivos, entre ellos aprehensiones por hurto, robo, daño, desobediencia, resistencia a la autoridad y aplicación de artículos del Código de Convivencia Ciudadana. Asimismo se realizaron intervenciones por molestias en domicilio particulares, órdenes de captura y activaciones de protocolo de salud mental, contribuyendo a la asistencia y derivación de los involucrados a los organismos competentes”, dice el informe de la Municipalidad.

La primera acción determinada en la nueva ordenanza era la realización de un censo de cuidacoches para determinar la magnitud de la situación a intervenir. De ese relevamiento surgió que en la ciudad hay 130 trapitos; de ese total, 121 son hombres (93 por ciento) y 9 mujeres (7 por ciento).

Pero, además de ese censo, la ordenanza estipulaba una medida polémica que es la necesidad de “revincular” a quienes tienen domicilio en otra ciudad y hacen de trapitos en Río Cuarto.

El informe municipal señala que en los cuatro meses de aplicación de la normativa se “revinculó” a 16 personas, el 12 por ciento del total, que fueron identificadas como cuidacoches o en situación de calle. “Se logró su retorno a sus localidades de origen.Esta acción fue posible gracias al trabajo articulado entre la Guardia Local Preventiva y el área de Desarrollo Social, quienes colaboraron en el acompañamiento y facilitación del proceso de regreso a sus hogares natales”, se lee en el reporte de la Municipalidad.

El proyecto de ordenanza fue presentado en junio de este año y fue una de las iniciativas centrales del gobierno de Guillermo De Rivas para cumplir su compromiso de ordenar el espacio público.

La normativa se planteó como una herramienta para “ordenar las actividades de cuidado, vigilancia, lavado y limpieza de vidrios de vehículos en las calles, de manera tal que todo el mundo pueda transitar libremente y estacionar con tranquilidad, sin sentirse coaccionado a acceder a dichas prestaciones por parte de las personas que ofrecen este tipo de servicios”.

El gobierno planteó entonces que el objetivo principal apuntaba a intervenir en todo lo relacionado con los trapitos, cuidacoches y limpiavidrios, “limitando su accionar y erradicando el cobro compulsivo por el uso del espacio que es de todos”.

Ahora, el gobierno dio a conocer el balance de una iniciativa que fue una de sus grandes apuestas.