Estos valores de nivel de actividad se traducen en indicadores de empleo a la baja y en uso de la capacidad instalada, en el mismo sentido. Pero además, hay otra variable que refleja el difícil momento: mientras en agosto del año pasado había sólo un sector metalúrgico que crecía y era el de “Carrocería y remolques”, en los meses siguientes se fueron sumando otros como “Maquinaria Agrícola”, y más tarde también “Equipos y aparatos eléctricos”, “Bienes de Capital” y “Otros productos de metal”. Para enero de este año eran 5 los rubros que lograban crecer interanualmente y en febrero ya eran 6. Sólo “Autopartes” y “Fundición” seguían en rojo; especialmente este último. Fue el pico de la recuperación, que duró hasta abril. Luego empezaron a cambiar los verdes por rojos hasta que finalmente el mes pasado sólo una actividad, que fue la de “Carrocería y remolques” terminó con saldo a favor al comparar contra agosto del año pasado. Todas las demás tuvieron menos actividad, incluida la maquinaria agrícola.
En números, la utilización de la capacidad instalada (UCI) registró una caída de 3,2 puntos porcentuales con respecto al mismo mes del año previo. De esta manera, se encuentra en uno de los valores más bajos en términos históricos. En cuanto al nivel de empleo, se observa una caída en términos interanuales de -2,9%. Con respecto al mes pasado, la cantidad de empleados disminuyó -0,5%.
Por sectores
Los sectores de Maquinaria Agrícola (-1,9%) y Carrocerías y Remolques (6,8%), que venían liderando el crecimiento desde comienzos de año, evidenciaron una desaceleración significativa. En el caso de la maquinaria agrícola, el desempeño pasó por primera vez a terreno negativo en 2025, interrumpiendo la tendencia de recuperación. Carrocerías y Remolques, si bien se mantuvo en alza, lo hizo a un ritmo mucho más moderado que en meses anteriores. En contraposición, los sectores de Autopartes (-12,6%), Fundición (-14,4%) y Bienes de Capital (-8,1%) profundizaron sus caídas, consolidando un escenario complejo y sin señales claras de recuperación. Estos rubros continúan siendo los principales focos de debilidad dentro del entramado metalúrgico. El resto de segmentos también mostraron retrocesos: Otros Productos de Metal (-7,1%), Equipos y Aparatos Eléctricos (-3,4%) y Equipamiento Médico (-1,6%) interrumpieron la leve tendencia positiva que habían registrado en los meses previos. En síntesis, la dinámica sectorial de agosto reflejó un cambio de tendencia respecto a la primera mitad del año: los motores de crecimiento como Maquinaria Agrícola y Carrocerías y Remolques comenzaron a perder impulso, mientras que los sectores más rezagados acentuaron sus dificultades, configurando un panorama de contracción generalizada.
Por cadena de valor
En agosto, las empresas vinculadas a la cadena agropecuaria (-4,9%) y a Alimentos y Bebidas (-5,7%) mostraron caídas interanuales, tras varios meses de desempeño positivo, reflejando una pérdida de impulso en los principales motores del entramado productivo. En contraste, las empresas de energía eléctrica (-3,3%), minería (-7,9%) y petróleo y gas (- 8,8%) continuaron en terreno negativo, afectadas por la menor inversión y la baja dinámica en las cadenas extractivas y energéticas. A su vez, las firmas orientadas al consumo final (-8,9%), las proveedoras del sector automotriz (-8,7%) y de la construcción (-8,8%) profundizaron su desempeño negativo, consolidándose entre los rubros más afectados en el último año.