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Lanzó su campaña en Córdoba entre cánticos, críticas y un acto polarizador

El Presidente inauguró la campaña nacional de La Libertad Avanza en el Parque Sarmiento, rodeado de militantes jóvenes y bajo un fuerte operativo de seguridad. Su discurso combinó euforia, ataques a opositores y promesas económicas que contrastan con la realidad de muchos argentinos

l presidente Javier Milei llegó al Parque Sarmiento de Córdoba pasadas las 20 horas de este viernes, tras participar del 125° aniversario de la Bolsa de Comercio. El Mirador del Coniferal, un sector elevado que ofrece vistas panorámicas de la capital cordobesa y se convirtió en el escenario elegido por Milei para lanzar formalmente la campaña nacional de La Libertad Avanza (LLA).

El operativo de seguridad fue amplio y visible: efectivos policiales custodiaban los accesos al parque, mientras un francotirador se posicionaba en la Rueda Eiffel. Los vecinos de Nueva Córdoba se asomaban desde balcones para observar el movimiento y el arribo de militantes y dirigentes. A medida que se acercaba la hora del acto, el Mirador del Coniferal se llenaba de banderas violetas, globos y militantes que intentaban acomodarse entre el calor y la pendiente del terreno, mientras el colorido del público contrastaba con el mega operativo de seguridad montado.

Entre los primeros en llegar se encontraban Gabriel Bornoroni, diputado nacional por Córdoba, y Gonzalo Roca, primer candidato a diputado nacional de LLA, quienes dialogaron con la prensa desde la escalinata del mirador. Ambos insistieron en la autocrítica como eje de campaña, asegurando que su espacio político trabaja “para que todo este esfuerzo de los últimos 20 meses valga la pena”. Milei también saludó previamente a militantes en las inmediaciones del hotel donde se alojó, en un breve contacto con simpatizantes que anticipó el clima de fervor moderado que se viviría más tarde.

Al ingresar al Mirador, Milei estuvo rodeado por un grupo de alrededor de 50 jóvenes militantes, que formaban un “escudo humano” muy cercano a su figura, manteniéndose a apenas medio metro de distancia mientras él avanzaba hacia el escenario. Todos vestían remeras violetas y acompañaban la entrada con cantos de La Renga, creando una especie de burbuja de euforia juvenil en medio de un operativo de seguridad que incluía francotiradores y cordones policiales. En el escenario lo esperaban, además de los militantes, su hermana Karina Milei, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el vocero presidencial Manuel Adorni y el diputado Gabriel Bornoroni, entre otros dirigentes. La música y las luces se encendieron anticipando el arribo, mientras los militantes más alejados se acomodaban sobre camiones y gradas improvisadas para ver de cerca al presidente.

El discurso de Milei tuvo un tono épico y combativo. Abrió fiel a su estilo rockstar, entonando cánticos de manera eufórica y avivando a los asistentes. Su discurso arrancó con críticas al periodista Jorge Rial, a quien acusó de difundir “operetas y mentiras”, y siguió con ataques frontales a Juan Schiaretti, cuestionando, nuevamente, su propuesta de aumentar el gasto público y advirtiendo que, según él, solo generaría deuda, impuestos más altos o hambre. Crítica que en el barrio se llama “mojada de oreja”, porque hay que osar venir a Córdoba a criticar “al Gringo” como si fuera un principiante. También arremetió contra Cristina Kirchner, a quien definió como “la corrupta de la tobillera”, insistiendo en que su espacio político no tiene lugar para “fracasados y corruptos”.

En términos económicos, Milei repitió lo que ya había dicho en el almuerzo de la Bolsa de Comercio. Prometió que “en seis meses dejamos de emitir dinero y a mitad del próximo año se terminará la inflación. Inflación, nunca más”, destacando la recuperación de salarios, jubilaciones y crecimiento del PBI, y reiterando que 12 millones de argentinos habían salido de la pobreza durante su gestión. Casi repitiendo como mantra los supuestos puntos fuertes de su gestión que ya nos tiene acostumbrados a escuchar en sus últimos discursos. Los aplausos no siempre fueron espontáneos y, más allá de la energía de los militantes jóvenes, el acto reflejó una teatralización del liderazgo que contrastaba con la distancia que se percibía en el público general.

El momento más simbólico llegó cuando Milei, cantando junto a los militantes “Desde Córdoba”, exclamó: “No aflojen, no flaqueen; esta vez vale la pena. La Argentina próspera es liberal. Estamos a mitad de camino y les pido que no aflojen porque esta vez el esfuerzo vale la pena”. Frase que al ser analizada desde la semántica termina abriendo un interrogante: ¿nada de lo que los argentinos hicieron antes valió la pena? Párrafo aparte merece, el momento en el que Milei mencionó a su perro Conan, al que calificó como "cordobés", generando sorpresa y risas entre los presentes. Pasaje que sin dudas se convirtió rápidamente en trending topic en las redes sociales y creativos memes.

En cuanto a la cantidad de asistentes, diversos medios estimaron que el número de personas presentes en el acto fue de alrededor de 5.000 a 7.000, aunque no se ha confirmado una cifra oficial.

Fiel a su estilo, Milei siguió promoviendo discursos desde el enojo y la confrontación, atacando adversarios y criticando a quienes considera responsables de los problemas del país, mientras parecía alejado de la realidad que viven millones de argentinos. La teatralidad del acto, los cánticos y la euforia juvenil contrastaban con la sensación de desconexión de un líder cuya narrativa insiste en la polarización y la dramatización por encima de soluciones reales.