Jeremías Becerra salvó su vida de milagro, al ser atacado con una cuchilla de carnicero por su vecino en medio de una batahola entre los miembros de dos familias ubicada en calle General Molina.
Todo se inició cuando los Becerra fueron a pedir explicaciones sobre la rotura del vidrio de una claraboya y comenzaron a arrojar piedras y otros elementos.
El joven de 23 de años fue sorprendido con un corte con arma blanca en la zona lumbar, por lo que debió ser asistido por el servicio de emergencias y trasladado hasta el Hospital San Antonio de Padua donde le realizaron las curaciones con seis puntos de sutura.
La madre del Jeremías comentó que los médicos que lo asistieron indicaron que se salvó de milagro, ya que si las herida era más profunda podría haber afectado algún órgano vital.
La familia Becerra indicó que ya han realizando más de una decena de denuncias sin respuestas por parte de la Justicia.
“No se puede seguir así, queremos vivir con normalidad”, indicó el joven, que trabaja al frente de su casa como herrero.
Denunció que además de los insultos y gritos, el hostigamiento llega a niveles de agresividad de magnitud. “Nos arrojaron piedras, botellas de plástico con agua cuando estábamos en el patio, nos tiraron gatos y ratas muertas, hasta una estopa encendida que pegó contra una ventana. Si el vidrio hubiera estado abierto, se incendiaba la habitación”.
El capítulo más dramático se registró el lunes cuando los padres de las familias enfrentadas comenzaron a discutir, con la intervención deJeremías y los dos hijos de la otra parte, que terminó cuando el joven de 23 años fue apuñalado.
Uno de sus vecinos también fue asistido en el Hospital, y que en el lugar también fue amenazado.
Los Becerra cuestionaron el accionar policial, al indicar que los trataron como un simple conflicto entre dos familias, cuando Jeremías fue atacado con un cuchillo y salvó su vida. “Fue un intento de homicidio y nadie hizo nada”, reclamaron.