Un informe realizado por Cuántico, empresa de análisis del sector VC en la región, destacó que Argentina representa el 30% de las startups de tecnologías profundas en América Latina, pero solo recibe el 5% de las inversiones en este ámbito. Esta brecha plantea una oportunidad para los inversores que deseen capitalizar el desarrollo de estas innovaciones avanzadas.
Además, en los últimos cuatro años, la cantidad de startups argentinas que consiguieron un financiamiento superior a 1 millón de dólares se multiplicó por 2,6. Este crecimiento refleja un avance en la madurez del ecosistema, que sigue atrayendo la atención de capitales interesados en proyectos prometedores.
En términos de inversión relativa al Producto Interno Bruto (PIB), el capital de riesgo en Argentina representó el 0,12% en 2022, un porcentaje cercano al 0,19% de México. Esto demuestra que aún existe margen para el crecimiento en este sector dentro del país.
Desafíos en el sector Deep Tech
Uno de los principales obstáculos para las startups argentinas de tecnologías profundas es superar el denominado “valle de la muerte”, un período crítico y costoso en el desarrollo de productos innovadores. Este desafío exige no solo financiamiento adicional, sino también un entorno colaborativo entre los sectores privado, público y académico.
Startups argentinas destacadas
Entre las empresas emergentes argentinas que prometen liderar en 2025 se encuentran:
- Ualá: Plataforma de banca digital, con una inversión Serie E de 300 millones de dólares.
- Pomelo: Soluciones de procesamiento financiero, Serie B con 40 millones.
- Kilimo: Gestión hídrica en agricultura mediante Big Data, Serie A de 7,5 millones.
- Roxom: Exchange global de Bitcoin y acciones, pre-semilla con 4,3 millones.
- Tapi: Soluciones simples y regionales de pago para empresas. Serie A con 22 millones.
- Capa Alineada: Tecnología de verificación universal para Ethereum basada en Eigenlayer. Serie A con 20 millones.
Perspectivas futuras
El desarrollo de tecnologías profundas y fintechs podría ser clave para recuperar la posición de liderazgo que Argentina ocupó en el pasado en el ecosistema de VC regional. El fortalecimiento de las conexiones entre emprendedores, universidades e inversores será esencial para impulsar la innovación y consolidar al país como un referente en América Latina.