Paulina Lescano es una ingeniera agrónoma pampeana de gran trayectoria en los mercados de granos y es una de las voces que suelen escuchar los productores en distintos puntos del país.
En la previa de la campaña gruesa, su mirada sobre el panorama productivo en la Argentina y lo que puede ocurrir en los mercados mundiales siempre cobra relevancia. En diálogo con Tranquera Abierta, analiza el contexto actual y lo que viene desde lo climático y también sobre lo que puede ocurrir con las pizarras.
“El panorama de precios no es muy alentador, por un lado, porque tanto para maíz como para soja, en Argentina los márgenes en general no dan positivos, diría que prácticamente en ninguna zona; y por el otro, tampoco hay demasiadas perspectivas de posibilidades de subas de precios en el corto y mediano plazo. Entonces, desde el punto de vista de precios, quizás no es muy alentador el panorama.
Sí desde lo climático...
Desde el punto de vista climático, hay como zonas muy distintas. Hay una gran parte de la zona agrícola que está armonizando las expectativas de la 2025-26 con perfiles súper cargados, con muy buen nivel de agua, entonces eso hace pensar que van a tener un buen arranque; pero después hay otras zonas, las cuales han venido sufriendo inundaciones, principalmente en Provincia de Buenos Aires, y que con la tormenta de Santa Rosa esa situación se agravó y por ahí se extendió a algunas otras regiones. Pero, en términos generales son más las zonas que han sido beneficiadas con las lluvias que las que están lamentablemente bajo agua.
Sobre el primer punto, la ecuación no está dando en casi ningún lado para soja y maíz aun con la baja de retenciones...
Sí, aún con la baja de las retenciones, es un muy buen punto ese. Es que, como para tener una referencia, a pesar de la baja de los derechos de exportación, hoy para el maíz los derechos de exportación siguen representando 20 dólares por tonelada, que no recibe el productor; y en soja son 100 dólares por tonelada. Siguen siendo un montón de plata. Hasta que se redujeron eran 130 dólares para la soja. Así que sí, siguen dando números que no son positivos, y en muchos casos son negativos.
Por lo cual habría que seguir bajando retenciones para devolverle la rentabilidad...
Sí, en este marco, si no hay una baja de derechos de exportación, que parece muy difícil en el contexto económico que estamos teniendo, para devolverle rentabilidad al productor se podría esperar que haya alguna suba fuerte en el mercado internacional que empuje los precios locales. Pero hoy también es difícil pensar eso, porque en poco tiempo se va a largar la cosecha en Estados Unidos de maíz y soja, que en el caso de maíz va a ser enorme, y soja no va a ser tan grande como el año pasado, pero también empieza a moverse toda esa mercadería.
No está faltando mercadería en el mundo...
No, podemos decir que en las últimas campañas la producción en general ha sido buena y ha seguido creciendo, a pesar de problemas que hemos visto en distintas zonas, climáticos y demás. Pero con todo lo que es principalmente avances tecnológicos, de genética, de manejo, venimos de varias campañas en donde la producción en general de la mayoría de los cultivos viene aumentando. Y por el otro lado tenemos una demanda que por el momento no está traccionando para consumir todos los incrementos productivos.
China ya no es lo que era en materia de demanda...
Sí. En granos China sigue siendo el principal importador de soja en grano. Eso sigue siendo así y es de esperar que siga siendo el principal importador, solo que lo que viene cambiando mucho en China es el incremento de importaciones de un año a otro. Hace 6, 7 años crecía hasta un 10% entre campañas. Y ahora, hace dos o tres campañas que vienen incrementando un 2% y según China este año va a ser el primer año que van a importar menos que el año pasado, por más que sigue siendo el grado jugador, el principal importador.
Entonces las señales por ahí tampoco son buenas...
Se mezclan un montón de factores que hoy hacen particular este momento en el mundo. Por ejemplo con la guerra comercial. Entonces a ese contexto se suma por ahí China que no está creciendo igual que en años anteriores y se agrega un exceso de producción a nivel global.
Pensando en la campaña que viene, ¿va a volver a crecer el maíz después del año pasado que se replegó por cierto temor a la chicharrita?
En general cuando uno habla con la mayoría de la gente del agro, dicen que sí. Las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el informe de precampaña, de hace dos meses, estimaba un aumento de área de un 9% para el maíz. Pero cuando salió ese informe de precampaña, fue hecho con un nivel de precios de maíz que estaba unos 20 dólares arriba de lo que vale hoy el maíz nuevo, y no estaban muchas de las zonas con hectáreas bajo agua como ocurre ahora en la provincia de Buenos Aires. Entonces, es de esperar que sí haya un incremento, pero todavía falta ver cuánto será. El 30 de septiembre la Bolsa hace el lanzamiento de campaña y ahí seguramente van a actualizar esas estimaciones.
Si crece el maíz, ¿sería a costa de la soja?
Sí, eso era la ecuación que se esperaba, diría hace un mes. Estimo que va a seguir siendo así, lo que para mí todavía es incierto es en qué porcentaje. Quizás el maíz no aumenta ese 9% y aumenta un poco menos y la soja no baja tanto como se pensaba hasta hace poco tiempo.
Venimos de una campaña bastante buena en términos productivos, ¿se viene una con las mismas características?
En volumen de producción creo que vamos a tener aumentos de área. El caso del girasol también tuvo un incremento que va a finalizar con una expansión importante de área. Todo indicaría que el área cultivada en la zona agrícola va a crecer, entre todos los cultivos, respecto al año pasado. Y, como decía, sacando las áreas que lamentablemente están inundadas, la mayor parte agrícola tiene buenos perfiles de humedad. Entonces, desde el punto de vista productivo, podemos decir que es alentador el arranque que vamos a tener para la 2025-26.