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"El Gobierno no es consciente de la fuerte crisis de la ganadería"

Carlos Odriozola es el coordinador de la Comisión de Carnes de Sociedad Rural Argentina, y en diálogo con Tranquera Abierta advirtió que es imperioso tomar medidas para sacar al sector de la crisis, y remarcó que de lo contrario habrá pérdida de cabezas, de mercados y de productividad. El dirigente ruralista reclamó liberar las exportaciones

La ganadería está atravesando desde hace meses una situación crítica con precios de la hacienda estancados, costos en alza y una demanda que no tracciona ni adentro ni afuera. Sobre ese estado de cosas, el clima aportó su cuota para profundizar la crisis con una sequía que golpea a buena parte del país.

Carlos Odriozola, Coordinador de la Comisión de Carnes de la Sociedad Rural Argentina, dialogó con Tranquera Abierta sobre la situación y reclamó al Gobierno la normalización del mercado de carne bovina, liberando las exportaciones a todos los cortes y categorías.

¿Cuál es la realidad de la ganadería hoy?

La realidad es que el sector está más que complicado. Con un atraso en los precios enorme y problemas productivos también derivados de la fuerte sequía, con millones de hectáreas bajo esa condición. Eso hace un combo que si no lo atacamos rápido vamos a ir de nuevo a un escenario de una importante pérdida de cabezas, con caídas de mercados y deterioro de productividad. Todo eso no está siendo advertido por el Gobierno, aunque se lo decimos permanentemente. Y al no ser advertido ni corregido, las consecuencias las conocemos.

Sobre una base de estancamiento de cabezas de años...

Exacto. Lamentablemente tenemos un país que al lado de los vecinos no creció ni en cantidad de cabezas, ni en productividad, cuando hay otros que crecieron 3 veces en el mismo período. Eso nos debería llevar a la reflexión de que algo estamos haciendo mal. Algunos justificaron esta situación diciendo que muchas hectáreas se habían pasado a la agricultura, pero son cosas muy relativas porque hoy disponemos de muchas herramientas en ganadería para mejorar muchísimo si existieran incentivos del lado del Gobierno.

Hacía referencia a Brasil...

En 2005 superábamos a Brasil en exportaciones y hoy estamos lejísimo. Brasil está en primer lugar mundial. Nosotros estamos estancados cuando tenemos muchas tecnologías en la mano para producir más y mejor. Y sumemos lo ambiental, porque claramente podemos producir atendiendo la sostenibilidad . Es importante en eso concientizar a aquellos que nos tildan de emisores de gases tóxicos para la atmósfera para que sepan que es al revés porque con la ganadería podemos nivelar el balance del carbono e incluso que el secuestro sea más importante que la emisión de metano.

¿En el freno de precios juega una demanda desinflada, interna y externa?

Se suman las dos cosas, a lo que agregaría la sequía que provoca una disponibilidad de hacienda en el mercado algo por encima de lo normal para la época. Pero en lo que hace al mercado interno seguimos muy bajos, con consumos muy deprimidos; y por el otro lado una exportación estancada. Me preocupa la baja en el consumo porque lo ideal sería que tuviéramos un poco más, pero hoy es importante resaltar que en la canasta familiar el precio de la carne no es tan influyente como era antes.

¿Y la exportación?

Con el Covid tuvo un impacto pero lo que venía siendo una salida fluida de China de pronto se empezó a frenar, entre otras cosas porque volvió a ingresar Brasil también ahí. Pero principalmente porque hay muchas ciudades con la política de Covid cero y permanecen cerradas, lo que derrumba el consumo. Y sumemos a Europa con la crisis energética fruto de la guerra, que también se cayó, pero especialmente en precios: mientras la tonelada llegó a comercializarse en 17 mil dólares para Cuota Hilton, después cayó a 8.500 y hoy recuperó muy poco y está en torno a los 9.500 dólares. Eso provocó que la industria y el comercio interior no pagara más por la hacienda en pie y por eso el precio de los animales subió 7% desde abril contra una inflación que en ese período superó el 40%. Por eso hay un atraso muy fuerte de la hacienda.

Pero en la góndola subió...

Eso por supuesto; casi igual que la inflación diría. Porque claramente el comportamiento del precio de la carne en góndola no está influido por el valor de la hacienda en la proporción que se dice y ahora quedó demostrado. Ahí pesa más la mano de obra, la energía, el transporte, la comercialización que siguen inflacionados.

¿Cuál es la salida ante este estado de cosas?

En las últimas reuniones que tuvimos con funcionarios planteamos la necesidad de liberar todos los mercados. Ellos dicen que están liberadas todas las exportaciones cuando se siguen manejando cupos en realidad; y esos cupos son para quienes tienen planta frigorífica. No decimos que le dejen exportar a quienes hacen mal las cosas, pero sí a todo el que está en condiciones. Hoy lo que ocurre con los cupos es que se va administrando y distorsionando el comercio por falta de competencia. Sumemos además a los 7 cortes que no se pueden exportar y que representan un sobrestock en el mercado interno. Por eso pedimos liberar exportaciones, sacar la prohibición de la exportación de los 7 cortes, las categorías que quedaron sin abrir, y también el tema de las retenciones que es un impuesto absurdo e ilegal.

¿La salida más directa es vía exportaciones?

Lo más razonable es que no haya intervención y que se acomode dentro de una lógica razonable. Si el mercado interno luego comienza a traccionar será muy importante. Porque además tengamos en cuenta que las exportaciones a los valores que tiene y con el tipo de cambio oficial menos retenciones, tampoco es demasiado atractivo. Hoy casi que el tipo de cambio es más problemático que las retenciones porque finalmente lo que se percibe es un dólar de 140 pesos. En definitiva tenemos valores de exportación que son similares o incluso por debajo del mercado interno, lo que muestra el estado de situación. No pedimos un mundo ideal sino un mundo normal.