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Una familia ya destina el 41% de sus ingresos para que sus hijos puedan ir a la Universidad

Un joven necesita mensualmente para estudiar fuera de su localidad 1 millón de pesos. El informe considera los gastos en alimentación, vivienda, transporte, educación, esparcimiento, salud y otros consumos básicos

Una familia ya destina el 41% de sus ingresos para que sus hijos puedan ir a la Universidad.

Según un relevamiento provincial, un joven necesita por mes, para estudiar fuera de su localidad, un 1 millón de pesos.

El estudio citado considera los gastos en alimentación, vivienda, transporte, educación, esparcimiento, salud y otros consumos básicos.

Por el ajuste nacional, cada vez cuesta más mandar a un hijo a estudiar a una universidad.

El esfuerzo por parte de los padres para costear dichos estudios va en constante crecimiento: “Las familias que tienen a un hijo o a una hija estudiando en Córdoba hacen un esfuerzo económico cada vez más importante”.

“Para cubrir sus gastos, un estudiante necesita casi 1 millón por mes, lo que equivale al 41% del ingreso familiar promedio”, dice el cálculo realizado.

Además de los costos para estudiar en concepto de libros y apuntes, un universitario tiene gastos de alimentación, alquiler, transporte, salud y esparcimiento, entre otros.

De ahí la valoración de las universidades públicas que no cobran aranceles para tener un título profesional: “Por eso es fundamental defender la universidad pública y gratuita, que facilita el acceso de los sectores medios y bajos a la formación superior”.

Hay diferentes tipos de estudiantes universitarios, según la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Córdoba.

- “El que va a una universidad pública, usa el Boleto Educativo para transportarse, almuerza en el comedor universitario, comparte residencia y solamente hace algunas salidas con sus amigos”.

- “Después está el que suma algunas comidas por delivery, traslados en apps y salidas con amigos más frecuentes”.

- “Y finamente el que estudia en una universidad privada, paga aranceles, vive solo en un departamento, se mueve en transporte privado, tiene una prepaga premium y elevados gastos en indumentaria y esparcimiento”.

En conclusión, cada vez hay un mayor esfuerzo por parte de las familias para que sus hijos estudien una carrera.