Primero vamos a hablar un poco de ciencia, porque ya hay muchos estudios sobre esto. El cerebro es un órgano con muchas funciones, y una muy importante es la de filtrar y seleccionar la información que recibe del exterior para quedarse con lo que cree que es adecuado para su sobrevivencia. Has leído bien, nuestro cerebro biológico solo busca sobrevivir; no le importa disfrutar, y mucho menos cambiar la vida que lleva hasta el momento, porque aunque sea una vida dolorosa, el cree que ha sobrevivido y que así está bien.
Terapia del pensamiento positivo
Ya estoy percibiendo las sensaciones en ustedes de solo leer el título. Para algunos "eso es magia", para otros "eso es una mentira". Bien, te invito a seguir leyendo para que descubras al fin la verdad que encierra esta herramienta
Dichos filtros se pueden describir con palabras o frases. Por eso, para que el pensamiento cambie, no basta solo repetir como loro, debe ir acompañado (no como deber, sino como parte de una receta para el éxito) con una deconstrucción, con un entendimiento de su mecanismo de sobrevivencia para desactivarlo.
Masaru Emoto expuso fracciones de agua a diferentes palabras y luego observó en el microscopio los cristales de esas aguas. Las partículas sometidas a las palabras positivas formaban patrones armónicos y bellos, similares a copos de nieve, y las sometidas a palabras negativas formaban patrones desordenados, de colores oscuros, con apariencia de sucio.
Estos son solo algunos estudios científicos sobre el poder de las palabras (pensadas o expresadas) en nuestra vida, pero no te pido que me creas, te invito a comprobarlo! Elige un motivo de dolor en tu vida, vamos a tomar el ejemplo de una enfermedad en el cuerpo. Luego elige una frase totalmente opuesta a lo que te ocurre, vamos a seguir el ejemplo con “soy saludable y flexible, disfruto mi cuerpo y todas las posibilidades que él me ofrece”. Repite y repite, acompaña con una respiración pausada. En un cuaderno anota todo lo que te aleja de la posibilidad de que esa frase elegida sea real en este instante. Analiza todo lo que escribes con amor, y trata de encontrar la manera de que eso que has escrito pierda poder, pierda veracidad. Repite la frase, acompaña con tu respiración… y observa todo lo que afuera se presenta. ¿Alguien se aleja? ¿Aparece un nuevo médico o una nueva manera de tratar el padecimiento físico? ¿Se exacerba el padecimiento? Pueden ser señales de que vas por buen camino, de que algo se mueve en tu mundo. Insiste con fe en la repetición, acompaña con la respiración y comienza a imaginar como seria tu vida si estuvieras completamente sana, construye esa imagen; también puedes observa otras personas que si tengan esa salud que buscas y ponte a conversar con ella para ver que hacen que piensan de su salud. E insiste… Si puedes ponerle ritmo a tu mantra para cantarlo y bailarlo, lo disfrutarás aún más.
Como ves, no se trata de repetir como loro solamente, poner la mente en modo positivo implica un esfuerzo pequeño y constante hasta lograr la manifestación, muchas veces requerimos de un acompañamiento terapéutico para sacar a la luz todo lo que nos aleja de eso anhelado. Pero ponernos a trabajar por ver el mundo de manera más amable y flexible tiene muchas recompensas, así no logremos exactamente eso que estamos buscando. Porque así como pensar en positivo trae beneficios a nuestra vida, pensar en negativo o aferrarnos a creencias dolorosas trae acoplado más sufrimiento, rigidez ante los cambios de la vida y la suma de más conflictos que confirman esas creencias.
Y no vayas a caer en el juego de la mente en el que empiezas a culparte y castigarte por todo eso doloroso que has creado, eso solo te hará persistir en el error y el pensamiento negativo. El amor propio, el abrazo a uno mismo, la comprensión amorosa de que el descubrirte cometiendo errores en el pensamiento es el primer paso para la restitución de tu paz, son el verdadero camino.
Por Elina Caballero| Terapeuta holística