La compañía inició sus operaciones en el Parque Industrial Villa Flandria, donde instaló su primera línea de producción. En aquellos primeros meses, trabajó con bolsones y formatos destinados a restaurantes y comercios mayoristas, pero rápidamente detectó una oportunidad en el consumo masivo. Ese cambio de rumbo la obligó a diversificar el portafolio, ajustar tamaños de packaging e incorporar una línea saludable en sintonía con la tendencia alimentaria del momento.
A finales de 2024, Quento Snacks inauguró su segunda planta en el parque industrial Don Julio Steverlynck, también en Jáuregui, lo que consolidó su expansión sostenida durante más de una década. La nueva instalación incorporó sistemas de tratamiento de efluentes de última tecnología y permitió escalar la capacidad productiva a 300.000 unidades diarias entre papas fritas, batatas, nachos, conitos de arroz y productos libres de gluten.
El salto exportador llegó en 2019, cuando la empresa comenzó a abastecer mercados de Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia. Ese ritmo se mantuvo hasta alcanzar una red de más de 500 distribuidores en todo el país y un equipo que superó los 150 empleados. Según relatan sus fundadores, la cercanía a la Virgen de Luján siempre funcionó como un símbolo de protección durante el crecimiento de la compañía.
Detrás de la marca están Fernando Vidal, Gustavo Márquez y Daniel Guz, tres amigos que en 2013 detectaron un nicho para competir con propuestas locales y se animaron a crear su propia fábrica de snacks. Dos de ellos, Vidal y Márquez, habían trabajado casi dos décadas en Pepsico, experiencia que les permitió aprender los procesos, estándares y dinámicas que hoy aplican en su empresa.
En 2025, el proyecto sumó otro avance estratégico: la habilitación de su planta industrial como libre de gluten, un paso que amplió el horizonte comercial y los posicionó como una alternativa accesible y nacional para consumidores celíacos o con dietas especiales.
Con una década cumplida, dos plantas en operación y una expansión que no se desacelera, Quento Snacks se consolidó como una de las industrias alimenticias argentinas que más crecieron en los últimos años. Su ambición es clara: conquistar todas las góndolas del Mercosur y demostrar que, desde un pequeño pueblo de Luján, también se puede disputar mercado a los líderes mundiales.